Crítica: Gala Danza Somos Arte Por Cristina Marinero
Santiago Calatrava debía haber planeado un Palau de Les Arts con más localidades de las que tiene, ya que con eventos como la Gala Valencia Danza Somos Arte, siempre resulta pequeño. De nuevo, esta única función que organizan desde hace diez años la Asociación Danza del Mediterráneo con el respaldo de la Fundación Hortensia Herrero se ha convertido en un foco de energía hacia el arte del movimiento. El sábado 30 de septiembre, escenario y patio de butacas vivieron otra vez una comunión magnífica entre artistas de primer nivel y espectadores –muchos niños y jóvenes- entregados. La recaudación se dona íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer.
OVACIÓN PARA LOS PROTAGONISTAS
Con la dirección de Gema Casino y la coordinación artística de José Carlos Blanco y Frabrice Edelmann, este año la Gala Valencia Danza Somos Arte ha tenido incluso hasta momentos de pellizco en el estómago previos a la representación. El jueves, la primera bailarina del Het Nationale Ballet, Maia Makhateli, enfermó y no podía venir, y en menos de doce horas la estrella del Ballet de la Opera de Berlín, Iana Salenko, accedió a la llamada para sustituirla. La ucraniano-alemana recibió la gran ovación del público tras su interpretación del paso a dos de La bayadère con Victor Caixeta, ensayado solo horas antes, pero más aún en su Don Quijote, con el que pusieron el broche final a la gala. Salenko tiene una ductilidad de movimiento tal, siempre limpio y definido, que parece que acaricia cada paso y evolución. A sus 40 años y madre de tres hijos, está en un momento de su carrera de absoluto lujo, con ese poso genial de la veteranía que arropa a su prístina técnica. Crítica: Gala Danza Somos Arte
Otro de los nombres esperados era Antonio Casalinho, flamante triunfador del Prix de Lausanne 2021, quien actualmente es primer solista en el Ballet de la Ópera de Múnich. Impactó con sus saltos y giros en el acrobático paso a dos Diana y Acteón, junto a Margarita Fernandes, también solista en la compañía alemana. Casalinho tiene solo veinte años y lleva un camino triunfal. Eso sí, el solo Le Bourgois, de Ben van Cauwenbergh sobre la canción de Jacques Brel, es más apropiado para un bailarín más maduro; es el típico solo para un gran bailarín técnico que ya entra en la treintena o más. Casalinho tiene que ofrecer más clásicos y neoclásicos en las galas porque está en el momento en que puede, y dejar las piezas de carácter para más adelante. En esa línea de coreografía “de carácter” estuvo la primera intervención de Anna Tsygankova y Giorgi Potskhishvili, titulada Tango, sobre el tema Verano porteño de Astor Piazzola, con coreografía de Xin Peng Wang. La afamada figura del Het Nationale Ballet interpretó, en la segunda parte, el icónico solo La muerte del cisne, siempre bienvenido en las galas de estrellas, y con música en vivo del arpista José Antonio Domené y el violoncello de Salvador Bolón. Crítica: Gala Danza Somos Arte
Un acierto este año haber incluido, por primera vez, piezas de danza española. Han sido tres extractos de Querencia, la mejor coreografía de Antonio Najarro, interpretada de forma impecable por los miembros de su ballet. Celia Ñacle y Daniel Ramos levantaron al público con su dúo bolero (si bien con telón de fondo negro y vestuario negro, vemos menos los pies de lo que nos gustaría), como hizo toda la compañía con su actuación para cerrar la primera parte. En la segunda, la elegancia de Mantones se complementó muy bien con las eclécticas coreografías del programa, encabezada por Tania Martín y Celeste Cerezo, entre otras bailarinas. Los artistas principales del Birmingham Ballet, Yaoqian Shang y Mathias Dingman fueron los encargados de iniciar, con Tchaikovsky pas de deux, esta gala siempre realizada con calidad. El duo creado por Balanchine es siempre bienvenido y ellos lo interpretaron con la vivacidad y férrea técnica que necesita. En la segunda parte, su neoclásico contemporáneo, End of Time, de Ben Stevenson, fue la otra coreografía que contó con música en vivo, interpretando Paulina Dumanaite, al piano, y Salvador Bolón, al chelo, la bella partitura de Sergei Rachmaninov.
30 de septiembre de 2023, Valencia (Palau de les Arts).