«Il Trovatore» de Verdi es un caso singular dentro de las obras maestras de Giuseppe Verdi. Si bien su inconmensurable torrente melódico, razón primera de su popularidad, confiere fuerza dramática a lo que acontece en escena, lo endeble del argumento hace de esta obra un título algo denostado por parte del público y los programadores.
Además, para cuajar un buen Trovador es indispensable contar con cuatro cantantes de primera fila, con la voz en sazón y la inspiración a flor de piel. Como era de esperar, la reposición de esta producción de 2009 de David McVicar alineó un gran cartel de cantantes. Leonora estuvo interpretada por la soprano Rachel Willis-Sørensen, la mezzo Jamie Barton fue Azucena, mientras que los protagonistas masculinos fueron el tenor Michael Fabiano como Manrico e Igor Golovatenko como Conde de Luna. El bajo barítono Ryan Speedo Green cantó el papel de Ferrando.
En el foso encontramos a un Daniele Callegari ordenado y por momentos inspirado, muy colaborador con los cantantes. El maestro italiano vuelve a convencer en su regreso al Met, cuya orquesta suele fungir a un gran nivel bajo sus órdenes. El coro del Met, preparado por su nuevo director Tilman Michael, se mostró claro en la enunciación y bien empastado en todas sus intervenciones, con un canto expansivo y monumental en los ensembles.
La producción de David McVicar, con escenarios de Charles Edwards, facilitó el disfrute del drama, con una propuesta clásica que no renuncia al consabido cartón-piedra típico del Met. Los figurines de Brigitte Reiffenstuel, algo eclécticos, siguen sin convencer, y van perdiendo brillo con los años, aunque con la cuidada factura asegurada por el nutrido equipo de vestuario del Met.
La soprano norteamericana Rachel Willis-Sørensen se vio por momentos superada por la dificultad del papel de Leonora, con un vibrato algo molesto y problemas para mantener la musicalidad de la línea en las partes más peliagudas de su página. Willis-Sørensen es una gran cantante, pero su línea de canto resulta aparatosa en el complicado papel de Leonora. Poseedora de un instrumento privilegiado, ancho y oscuro abajo, refulgente y estuchado arriba, y de una técnica sólida, su discreta Leonora parece ser tan solo una anécdota en la carrera de la cantante.
El tenor Michael Fabiano es uno de los pocos cantantes capaces de solventar con solvencia los enormes desafíos de Manrico. El trovador require una emisión explosiva y un canto legato que debe ser siempre intencionado, elocuente, musical. Fabiano se accidentó el día del estreno, por lo que tuvo que cantar con una visible cojera. El sobreesfuerzo hizo mella en su interpretación, que resultó irregular, con momentos sobresalientes como los actos primero y último, y otros más discretos, donde el artista no pudo mostrar su arte en esplendor. Pese a todo, el generoso esfuerzo del cantante, visiblemente dolorido en algunos momentos, aportó un punto épico a su interpretación, y el público supo perdonar sus fallos, por otra parte entendibles, dadas las circunstancias.
La mezzo Jamie Barton triunfó como Amelia, echando mano de sus resonancias de pecho, oscuras, cavernosas y opulentas. La cantante navega con destreza las partes más pesadas del rol, mientras que se muestra más especulativa cuando toca trinar y brillar en los detalles. Con todo, Barton demostró un gran entendimiento con Fabiano y ambos cantantes supieron ayudarse y resultar creíbles en sus papeles.
Con toda probabilidad, el mejor cantante de la noche fue el barítono Igor Golovatenko. El moscovita regaló un Conde di Luna espléndido, con una voz en sazón y un canto honesto y natural. Golovatenko brilla en el registro agudo, con una emisión sana y muy potente, capaz de acallar a la orquesta y llenar la gran sala del Met con notas de notable factura. La voz del ruso sigue en crecimiento, y los aficionados de Nueva York lo esperan siempre con justificado interés.
Tampoco le fue a la zaga el avezado bajo barítono Ryan Speedo Green, que dejó un buen Ferrando tanto en lo vocal como en lo actoral. La carrera de Speedo Green sigue en ascenso, con apariciones estelares en el Met, y papeles secundarios com este Ferrando que van asentado y ampliando su abanico interpretativo.
La tradición de «Il Trovatore» en el Met, con su lista interminable de voces legendarias, arroja una sombra sobre los cantante de hoy difícil de soslayar. Pese a todo, el talento sigue pisando este escenario con fuerza, inspirado por las figuras que lo precedieron, y ofreciendo aún destellos de gran canto.
Metropolitan Opera de Nueva York, a 29 de octubre de 2024. Il Trovatore, ópera en cuatro actos de Giuseppe Verdi, con libreto de Salvatore Cammarano y Leone Emanueke Bardare, basado en la obra de teatro de Antonio García Gutierrez El Trovador.
Dirección Musical: Danielle Callegari. Orquesta y coro de la Metropolitan Opera (director del coro: Tilman Michael). Producción: David McVicar, Diseño escénico: Charles Edwards, Vestuario: Brigitte Reiffenstuel, Iluminación: Jennifer Tipton. Coreografía: Lea Hausmann. Directora del revival: Paula Williams.
Reparto: Ryan Speedo Green, Briana Hunter, Rachel Willis-Sørensen, Igor Golovatenko, Michael Fabiano, Jamie Barton, Ned Hanlon, Jeremy Little, Daniel O’Hearn.