Crítica: «Il turco in Italia» abre la temporada de la Ópera de Lausana

Crítica: «Il turco Italia» Lausana Por Gabriela García

La que será última temporada de Eric Vigié al frente de la Opéra de Lausanne ha abierto su programación con Il turco in Italia de Gioacchino Rossini. Presentada en los programas de mano como nueva producción es, en realidad, una versión con cambios escenográficos de la presentada en el Teatro Municipal de Santiago de Chile, la ABAO bilbaína, el Teatro du Capitole de Toulouse y la Ópera de Oviedo.

Una escena de "Il turco in Italia" en Lausana / Foto: Jean-Guy Python
Una escena de «Il turco in Italia» en Lausana / Foto: Jean-Guy Python

Emilio Sagi, del que hablaremos más adelante, encabeza el barco de esta propuesta que cuenta con la brillantez en el diseño de luces de Eduardo Bravo, el colorido y eficaz vestuario de la fallecida Pepa Ojanguren (aquí, en Lausanne, sustituida por Nadia Balada), y la espectacular escenografía de Daniel Bianco, que recrean, de manera conjunta y de forma perfecta, un barrio y sus gentes de Nápoles. Nos gustaría añadir que sería bueno no olvidar que, Daniel Bianco, cuya actividad en los últimos años se ha centrado mayoritariamente en el Teatro de la Zarzuela y cuya dirección deja en escasas semanas, es uno de los más brillantes escenógrafos de la actualidad y este “Turco” es buena prueba de ello. En este “Turco”, vemos un Sagi en estado puro. Su capacidad de mover masas, de cuidar hasta el más mínimo detalle la gestualidad de cualquiera que pisa el escenario, de llenarlo de contenido son únicas. Vemos tranvías con gente que viene y va, señoras hablando por teléfono a voces, fruteras, gente en moto y en bicicleta o tomando café y hasta operarios trabajando en una alcantarilla. El escenario completo diseñado por Bianco está lleno de vida, de esa vida que Sagi sabe dar a sus creaciones sin caer en el exceso y siempre con el ese toque de humor que le diferencia porque, no hay que olvidar, que la ópera es teatro, cantado, pero teatro. Crítica: «Il turco Italia» Lausana

Al frente de la Orchestre de Chambre de Lausanne encontramos a Michele Spotti, sin duda, una de las batutas más brillantes de la actualidad, a pesar de su juventud y que está llamado a ser uno de los grandes directores en las próximas décadas. Su conocimiento de Rossini es total y eso lleva a que la orquesta sea un personaje más por el cuidado de cada una de sus secciones y la exquisita paleta de colores que es capaz de extraer de cada uno de los músicos. Si sumamos a eso su capacidad comunicativa con los cantantes, siempre en contacto con lo que sucede en escena, la garantía del éxito está asegurada como así sucedió en la velada que nos ocupa, de este pasado viernes 13 de octubre (penúltima de las funciones programadas). Crítica: «Il turco Italia» Lausana

Una escena de "Il turco in Italia" en Lausana / Foto: Jean-Guy Python
Una escena de «Il turco in Italia» en Lausana / Foto: Jean-Guy Python

Escoger un elenco para “Il turco in Italia” no es fácil; como tampoco lo es para ninguna de las óperas de Rossini. Evidentemente no estamos ante su obra maestra y a veces uno tiene la sensación de que el genio de Pésaro se divertía un mucho escribiendo páginas endiabladas, “quasi” imposibles, exigiendo cada vez más a los cantantes. Para esta ocasión, se ha contado con la presencia en el rol protagónico, Selim, el turco, al experimentado barítono español Luis Cansino. La primera impresión cuando recibimos la noticia es sorpresa porque no es el rossiniano su repertorio natural. Acostumbrados a verle y escucharle en Nabucco, Scarpia, Rigoletto, o Simon Boccanegra, uno, cuando menos podría pensar cómo iba a desenvolvérselas con este rol que, entre otros “debe” tiene el carecer, aún siendo el protagonista, de un aria o cavatina de lucimiento personal. Pero no hay que olvidar que Luis Cansino ya ha cosechado éxitos muy importantes en roles bufos como Sulpice, Dulcamara, Mamma Agata, Melitone o Falstaff y ese bagaje es el que Cansino ha usado para debutar este rol. Ciertamente Selim puede resultar un tanto grave para un barítono pero la inteligencia de Cansino es total. Llena, como suele ser habitual en él, el escenario y su sola presencia hace que los ojos de vuelquen en él. Su paleta de colores es interminable y su gestualidad total. Te crees todo lo que dice y por qué te lo cuenta y explica en cada una de sus intervenciones. Vocalmente resolvió sin problemas las páginas más comprometidas de la coloratura rossiniana y pudo sacar a relucir sus agudos en los oppures que debió trabajar con el Maestro Spotti (nos quedamos con dos ascensiones al Sol agudo en sus dúos con Zaida, en el primer acto, y con Geronio, en el segundo). Creemos que, aunque este Selim puede darle muchas satisfacciones, su rol, aquel en el que nos apetecería verle en un futuro tal vez sea Geronio. Si nos tenemos que quedar con dos momentos de su actuación estos serían sin duda, su espectacular entrada “Bella Italia, al fin ti miro” y el dúo con Geronio donde sacó a relucir toda su capacidad interpretativa y manejo del sillabato. Y, aprovechando que hablamos de este dúo, queremos centrarnos ahora en Geronio, interpretado por el barítono italiano Giulio Mastrototaro, quien lleva ya varios años paseando este rol, entre otros, en templos de la lírica mundial como la Scala de Milán, y que conoce a la perfección. Es cierto que su voz se endurece en el registro agudo y es un tanto tremolante, pero no dudaríamos en incluirlo en esa lista de auténticos maestros en el repertorio bufo. Brillantísimo actor, creíble nos regaló en la velada que nos ocupa dos magistrales intervenciones, la primera, ya citada junto a Cansino, y luego en su aria del segundo acto “Se ho da dirla avrei molto piacer”, toda una lección del arte del sillabato y que arrancó una sonora ovación del público.

Salome Jicia debutaba el rol de Fiorilla. Estamos sin duda ante una de las mejores sopranos actuales. La voz es homogénea en todos los registros, de timbre bello, carnoso y penetrante. Su complicidad con Cansino y Mastrototaro se hizo patente en sus respectivas escenas con ambos. Fue la Fiorilla que se espera; chispeante, coqueta, seductora. Su versión del aria final “Squallida veste e bruna” fue de manual y merecedora de la gran ovación que le dedicó la audiencia. Todo un éxito. Narciso, interpretado por el tenor argentino Francisco Brito, es un personaje ingrato. No tiene la relevancia que Rossini confiere al tenor en otras de sus óperas y debe enfrentarse a una página temible, como es el aria del segundo acto, “Tu seconda il mio disegno”, que Brito defendió con gallardía, mostrando buenos mimbres vocales, aunque a veces peque de cierta nasalidad. Y sucede, que en el “Turco” hace falta un tercer barítono de enjundia y esta producción lo encontró en el joven barítono ruso Mikhail Timoshenko. ¡Qué derroche de facultades vocales y qué ganas de hacerlo bien demostró en cada una de sus intervenciones! Sin duda, un valor a tener muy en cuenta y llamado a hacer grandes cosas en los escenarios internacionales en los próximos años a poco que esté bien guiado y sepa escoger el repertorio.

La francesa Marion Jacquemet dio vida a Zaida, la amante despechada de Selim, al que luego encuentra, por el que pelea y al que reconquista. Cumplió sobradamente con el cometido con un timbre aterciopelado. Completó el reparto el joven tenor español Pablo Plaza como Albazar. No podemos dejar de señalar lo entrañable que resulta verle en el escenario y es digno de aplaudir la valentía con la que abordó su aria “Ah! Sarebbe troppo dolce” sobre todo teniendo en cuenta esa especie de audición en la que Rossini convierte la ópera y que le toca interpretar tras las imponentes arias de Narciso y Geronio. Brillante actuación vocal y escénica del Coro de la Opéra de Lausanne dirigido por Antonio Greco. Crítica: «Il turco Italia» Lausana

Tres horas de espectáculo que se pasaron volando porque la puesta en escena realizada por Emilio Sagi tiene ese encanto con el que no vas a aburrirte nunca y en estos tiempos que corren, ¡qué maravilloso es disfrutar en un teatro!


Lausana (Théâtre de la Opéra) 13 de octubre de 2023    Il turco in Italia de Gioacchino Rossini.

Dirección musical: Michele Spotti                                  Dirección de escena: Emilio Sagi

Elenco: Luis Cansino, Salome Jicia, Giulio Mastrototaro, Francisco Brito, Mikhail Timoshenko, Marion Jacquemet, Pablo Plaza

OW