Cristina Marinero Crítica: #INCUBATIO Circumambulatio» CND Madrid
Por supuesto que, visualmente, #INCUBATIO Circumambulatio, primera creación de la directora de la Compañía Nacional de Danza, Muriel Romero, epata. Sin embargo, ¿dónde está la danza? Es más, si en España solo hay una compañía pública dedicada a la danza académica franco-italiana (el ballet clásico y neoclásico en sus diferentes estilos y épocas), ¿qué razón de ser tiene esta obra como programa de toda una noche, (si bien dura una hora)? #INCUBATIO Circumambulatio tendría sentido reducido a la mitad (cortando en los primeros cuarenta minutos) y formando parte de un programa de tres coreografías, el internacionalmente llamado “triple-bill”, fórmula que sirve para presentar tres piezas de una media hora o cuarenta minutos y cada una de un estilo diferente. Con este formato de programa, esta creación que Romero ha creado con el compositor Pablo Palacio estaría en su sitio, precedida de títulos neoclásicos o de ballet moderno que ofrecerían la transición oportuna que le da sentido y, sobre todo, que los bailarines bailaran. Porque, si los artistas de la Compañía Nacional de Danza son la élite de este arte en España y si apenas cuentan con doce o quince funciones durante el año en Madrid, ¿qué razón de ser tiene que no bailen en un título creado, además, ex profeso para ellos?

La puesta en escena de #INCUBATIO Circumambulatio nos remite a una ceremonia un tanto ritual, con el elegido tumbado en una mesa-cubo, el maestro de ceremonias, de rojo, frente a él y diez bailarines cubiertos con capa blanca con capucha y guantes rojos. La primera impresión nos remite a una mezcla entre la secuencia cumbre de Eyes Wide Shut, de Kubrick, y el reciente cónclave que hemos presenciado por la elección del nuevo papa.
Ya decíamos al principio que la obra produce impacto visual, por la imagen descrita y por la incorporación de luces láser y proyecciones que se erigen como protagonistas. No solo en cuanto a captar toda la atención sino también porque las formas suspendidas en el aire son actores de ese movimiento que no hay en escena. Y sí es verdad que atrapa precisamente por mantenernos en suspense. Un suspense que emana de todo el artificio, no de la danza. En la historia de este arte, las nuevas tecnologías siempre han sido aliadas y el ballet, los ballets, las han incorporado en cuanto surgían para fomentar el espectáculo. Piensen en toda la tramoya sumada a los teatros para acompañar coreografías como, por ejemplo, las más conocidas por el público español, La sílfide (1832), Giselle (1841) o El corsario (1856, 1866), con sus vuelos, apariciones desde la tumba o galeones que navegan y naufragan, en cada caso, y por citar algunos de los grandes títulos. Pensamos también en Les Ballets Russes y las compañías surgidas en las primeras décadas del siglo XX, sobre todo cuando el cine ya había cumplido la mayoría de edad y comenzaron a incorporar su influjo a la danza. Qué decir de Alvin Nikolais y sus coreografías donde cuerpos y luz creaban nuevas formas y dinámicas. Son solo algunos ejemplos. Crítica: #INCUBATIO Circumambulatio» CND Madrid

Porque la cuestión es ésa cuando hablamos de España, con solo dos compañías estatales de danza. Se tiene que poner todo al servicio de este arte porque de otra forma se le quita su lugar. En Francia, por ejemplo, con un Ballet de la Ópera de París desde hace cuatro siglos conservando el clásico, medio centenar de centros coreográficos en todo el país, además de otras compañías privadas, el experimento tiene sentido. Aquí, con todo lo dicho, no se sostiene, cuando hablamos de dinero público. El espectador tiene que formarse en la historia del ballet clásico y neoclásico a través de la Compañía Nacional de Danza y sus programas creados porque es su cometido.
Madrid (Teatros del Canal), 17 de mayo de 2025.
#INCUBATIO Circumambulatio Coreografía: Muriel Romero / Música:Pablo Palacio
Bailarines: Gaizka Morales, Shlomi Shlomo Miara, Alba Hellín Elisabet Biosca Emma Cámara Valeria García, Samantha Vottari, Roberto Lua, Niccolò Balossini, Alejandro Polo, Joshua Feist, Anthony Pina
Asistente a la coreografía: Arnau Pérez Simulación visual interactiva: Daniel Bisig Diseño de iluminación y espacio escénico: Maxi Gilbert Diseño de vestuario: Bebé Espinosa. Visualización digital: Daniel Bisig y Pedro Ribot Captura de movimiento: Pedro Ribot Sonificación interactiva: Pablo Palacio Software y tecnología interactiva: Daniel Bisig, Pablo Palacio, Fernando Fernández y Pedro Ribot Programación de luz y láser: Daniel Bisig, Pedro Ribot y Pablo Palacio Realización de vestuario: Estudio Tania Bakunova