Crítica: ‘La Sylphide’ en el 73º Festival de Granada

Joaquín de Luz inicia, con La Sylphide, su despedida como  director artístico de la Compañía Nacional de Danza

Cristina Marinero

Qué gran representación de La Sylphide ofreció la Compañía Nacional de Danza (CND) el sábado 15 de junio en el Teatro del Generalife, dentro del 73º Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Bravo a Joaquín de Luz y a su equipo en lo artístico, la maestra repetidora y gran estrella del ballet de España, Arantxa Argüelles, y el maestro, Pino Alosa, director adjunto artístico. 

Yaman Kelemet y Yanier Gómez en «La Sylphide» / Foto: Albiru

Cómo se nota que, tras su estreno el 7 de diciembre de 2023, los bailarines ya la tienen consigo, domada, asimilada. Yaman Kelemet, como la muchacha etérea del título, y Yanier Gómez, en el papel de James, ese hombre a punto de casarse que, comprobamos, duda de su inminente compromiso porque, literalmente, cuando pasa una fémina inalcanzable, se va tras ella. Qué actual siempre este argumento. Eso sí, la moraleja que los autores de la época imponían a este ballet es que aquel hombre que no tenga los pies en la tierra y se vaya “volando” detrás de “una mosca”, dejando a su prometida, que es la mujer terrenal y amorosa, va a tener un final trágico, como así sucede en La Sylphide. 

Sí, eso lo contaron ya en 1836 el coreógrafo August Bournonville, el compositor Herman Løvenskiold y el libretista Adolphe Nourrit, famoso tenor también docto en estas lides, cuya historia transcribió Bournonville para su estreno en Dinamarca de este título romántico. Antes, con el libreto citado, se había estrenado en la Ópera de París para mayor lucimiento de la diva Marie Taglioni. Su padre, Philippo, creó la coreografía a su medida –y a la de su habilidad con las puntas, entonces sin el apoyo interior de madera que después añadieron- con la composición de Jean Schneitzhoeffer.

El objetivo de Nourrit con sus historias para ballet en el primer tercio del siglo XIX –apenas cuarenta años después de la Revolución y el Terror- era que sirvieran como desarrollo moral del pueblo. Creía posible que, a través del encanto de la armonía, estos cuentos tan importantes “introdujeran” en el corazón de los hombres los buenos sentimientos, pensando sobre todo en las clases “desheredadas”. Por eso, no hay que pensar en estos ballets de la tradición del XIX como propios de las clases elitistas; al contrario, se pensaron para educar a las masas que no podían acceder a una educación reglada –no sabían leer – y el ballet, mudo y con la narración contada con el cuerpo, las variaciones, pasos y la mímica, sí que era comprensible. 

Una escena de «La Sylphide» / Foto: Imagen de archivo – CND

Con el mimo en las extensiones de piernas en arabesque tan propias del ballet romántico, Yaman Kemelet ofreció su última función protagonizando este título, ya que se marcha de la CND. Yanier Gómez, que ofreció un repertorio de saltos perfectos, altos, con los pies mega estirados y el torso inamovible (muy importante cuando se salta), no se va.

Y es que, desde que en el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), que ahora dirige Paz Santa Cecilia, asociaron los contratos de los bailarines a la duración del propio del director que los contrató, cuando éste se va o es despedido (porque el Ministerio de Cultura echa a Joaquín de Luz por motivos fuera de lo artístico), estos terminan. Así, van a salir de la CND en agosto nada más y nada menos que 24 bailarines, todos ya excelsos en el repertorio mixto de clásicos, neoclásicos, ballets modernos y más experimentales que ha ofrecido la formación estatal desde que de Luz es director, con la línea de trabajo continuista de la anterior de José Carlos Martínez, que estuvo ocho años y ahora es director del Ballet de la Ópera de París.

Por cierto, su Don Quijote, creado para la CND y estrenado en las navidades de 2015, está programado para la temporada y año que viene por el Teatro Real. Antes, a final de año, también está programada La Sylphide en el Teatro de la Zarzuela. Pero… ¿Con Qué bailarines? Piénsenlo. Esto tan dramático y surrealista no sucede con las compañías de teatro, con los afianzados funcionarios en lo artístico del Teatro de la Zarzuela y con las orquestas que también dependen del Ministerio de Cultura de España. Con este dato en la mente, dan ganas de llorar ante los vapuleos que se avecinan para la Compañía Nacional de Danza. Recibimos informaciones de aquí y de allí, y resuenan planes como el famoso Centro Nacional de Danza (que es un plan que nadie tiene planificado, muy diferente además al de una compañía), o, entre otros más, un nombre de mujer para dirigir la compañía. IA, curiosamente, son sus iniciales.  

Junto a Kelemet y Gómez, brillaron Marina Giuffrida como Effie, la prometida de James, quien la deja plantada por la muchacha alada, pero al final ella triunfa, así como Jorge Palacios, un avispado Gurn, con un salto espectacular, quien es el inteligente y se queda con la chica terrenal. Irene Ureña, como ya vimos en el estreno, borda su papel de bruja, esa malévola Madge que hace que todo se tambalee. Porque ella había sido rechazada por James en el pasado y disfruta con su venganza.

Arantxa Argüelles, Angel Valero, Joaquín de Luz, Yaman Kelemet, Yanier Gómez y Pino Alosa / Foto: Albiru

El 73º Festival Internacional de Música y Danza de Granada ha sido el primer escenario de los eventos de verano donde Joaquín de Luz comienza su adiós a la Compañía Nacional de Danza. Su última función como director será el 8 de agosto en el Festival de Santander, donde también ofrecen este título. Con él (y, como digo, esperemos equivocarnos) todo indica a que se va una línea de trabajo con la danza que es la propia de la CND por estatutos. 

También se va de la dirección del certamen granadino su responsable, Antonio Moral, a quien ya se ha anunciado que sustituye Paolo Pinamonti, anterior director del Teatro de la Zarzuela, y hasta ahora director del Centro Manuel de Falla. Moral ofrece en su último festival de Granada una programación nutrida de danza. En las próximas semanas será el turno de Blanca Li, y su coreografía sobre la ópera Dido y Eneas, Sara Baras, la Compañía Antonio Gades, Lucía Lacarra y el Ballet de Niza.


15 de junio de 2024, Granada (Teatro del Generalife).  73º Festival de Música y Danza de Granada.           La Sylphide

Compañía Nacional de Danza / Joaquín De Luz, director artístico Coreografía: August Bournonville.  Música: Herman Løvenskiold Grabación musical: Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM), director musical: Daniel Capps. Libreto: Adolphe Nourrit (transcrito por August Bournonville en 1836)

Puesta en escena: Petrusjka Broholm

Diseño de escenografía: Elisa Sanz / Diseño de vestuario: Tania Bakunova / Diseño de iluminación: Nicolás Fischtel

Realización de escenografía: Proescen Realización de vestuario: D’Inzillo Sweet Mode

Estreno absoluto por el Royal Danish Ballet en el Royal Danish Theater, Copenhague (Dinamarca), el 28 de noviembre de 1836.

Estreno por la Compañía Nacional de Danza en el Teatro de la Zarzuela, Madrid, el 7 de diciembre de 2023.

OW