Crítica: La zarzuela «Los locos» en el Auditorio Nacional de Madrid

Por Federico Figueroa Crítica: zarzuela «Los locos» Madrid

Uno de las más interesantes programaciones del Auditorio Nacional de Música de Madrid, de los muchos ciclos que acoge, es el del Centro Superior de investigación y Promoción de la Música (CSIPM) de la Universidad Autónoma de Madrid. Sus señas son la variedad y el compromiso con la difusión de la música hispana o relacionada con el devenir de este arte en España, como han sido la zarzuela Veneno es de amor la envidia, zarzuela de Sebastián Durón, y el espectáculo titulado «El arte en la escena del Siglo de Oro», con música de Mateo Flecha y de Juan de la Encina, ambos programados en 2024. En ediciones anteriores se han estrenado hasta cinco obras de encargo (Las mujeres y el Quijote de Leticia Armijo, Pensares de Rocinante de José Buenagu, De los amores en Don Quijote de Beatriz Arzamendi, Les Rois Mages de Fabián Panisello, y Nocturnos de Andalucía de Lorenzo Palomo). A lo largo de la historia del Ciclo de Música de la UAM, con más de cincuenta años, ya son más de veinticinco obras recuperadas del patrimonio musical, diecinueve congresos, seis jornadas cervantinas, dos encuentros de investigación y dos concursos de composición. Crítica: zarzuela «Los locos» Madrid

Estas líneas están motivadas por la representación, en un espacio poco propicio para ello, en la sala de cámara de la zarzuela Los locos, de Félix Máximo López. Esta obra fue rescatada por el CSIPM en 2023 y muchos nos quedamos con las ganas de conocerla. Ahora, con una sola función, estos locos han vuelto con algunos pequeños cambios, tanto en el elenco como en la propuesta escénica firmada por Ana Contreras.

Una escena de «Los locos» / Foto: CSIPM

Definir esta obra, hasta 2023 inédita, no es nada fácil. Zarzuela, sí. Se canta, baila y habla. El argumento es un «disparate» o «astracanada». Un ejemplo de «teatro del absurdo» un siglo antes de Ionesco. La partitura tiene más de 30 números musicales y en la producción del CSIPM se han seleccionado escenas y textos para contar una historia en el tiempo que marcan los alquileres del Auditorio Nacional, es decir han ofrecido un espectáculo de unos 85 minutos de duración. Eso sí, los 60 minutos del «Musicálogo», como titulan a la charla previa con artistas e invitados en torno a la obra, fue de gran utilidad para contextualizar y disfrutar de la obra del madrileño Felix Máximo López (1742-1821), organista de la Real Capilla de Carlos IV, autor de obras teatrales y poéticas pensadas en su mayor parte para ser representadas en su círculo privado, siempre llenas de humor muy personal. Entre estas la de mayor ambición fue Los locos. Nunca se estrenó y su composición, al parecer, fue un proceso de varios años. La musicóloga Judith Ortega señala, en el Diccionario de la Zarzuela publicado hace casi dos décadas, el año de 1815 como fecha referencia de la composición de esta zarzuela de 3 actos. En el Musicálogo pude charlar con la investigadora María Luisa Navarro, experta en la vida y obra de López, y en esta cuestión ella da por sentado que Los locos es una obra de la última década del siglo XVIII. Tras el espectáculo y con la información que disponemos hoy del compositor madrileño, yo me atrevería a decir es una obra que fue hecha poco a poco, quizá entre el último lustro del XVIII y el primero del XIX. La música es deliciosamente dieciochesca y el libreto, también de López, una muestra del teatro lírico del cambio de siglo.

Una escena de «Los locos» / Foto: CSIPM

La duración del espectáculo pasó como volando, porque todos los que estaban en el escenario de la sala de cámara del Auditorio Nacional participaban en él, incluidos los espectadores. Ana Contreras hizo de la necesidad virtud con las escasas posibilidades que ofrece un espacio tan desangelado para la teatralidad. Su propuesta sumerge al espectador a un supuesto ensayo de la obra, donde cada uno de los artistas muestra su personalidad (adquirida para la representación). Desde la chelista tiquismiquis que se enfrenta a una cantante respondona hasta el locuaz director musical que presiona y mima a sus cantantes, donde siempre hay uno que pasa de todo y otro que se preocupa excesivamente de lo que pueda pasar. Los miembros de la Camerata Del Prado y su director, Tomás Garrido, participan activamente de la puesta en escena, portando un vestuario «normal» con las particularidades (locuras) que cada uno añade, sin descuidar el buen sonido y empaste con los cuatro cantantes, todos en un homogéneo buen nivel artístico, patente en la «fuga de la suegra de Blas» (uno de los números incluidos en la función). Un buen cuarteto formado por la soprano Mariví Blasco, la mezzosoprano Ingartze Astuy, el tenor Francisco Sánchez y el barítono Mario Villoria, que no estuvo en la función de hace dos años. Sin momentos de gran lucimiento vocal para ninguno de ellos, la función descansa en gran parte en sus facetas actorales y apego al estilo canoro e histriónico de la segunda mitad del siglo XVIII.

El público se divirtió y participó, interactuando con los solistas, en la función, aplaudiendo con gran entusiasmo el final de la representación. Esperemos ver más veces Los locos u otras obras de Félix Máximo López en las carteleras de los teatros


Madrid (Auditorio Nacional de Música), 23 de marzo de 2025         Los locos, zarzuela con música y libreto de Felix Máximo López.  OW

Dirección musical: Tomás Garrido.  Dirección de escena: Ana Contreras.  Elenco: Mariví Blasco, Ingartze Astuy, Francisco Sánchez, Mario Villoria. Camerata Del Prado.