Por Federico Figueroa Crítica: «Lady Macbeth Mtsensk» Barcelona
El Gran Teatre del Liceu de Barcelona ha iniciado su Temporada 2024-25 con una nueva puesta en escena de la ópera Lady Macbeth de Mtsensk de Dmitri Shostakóvich, esto es, como lo hace un teatro de la primera liga. La escena fue encomendada a Àlex Ollé, artista residente, que presentó un trabajo muy acorde al concepto del compositor ruso, tan cinematográfico como brutalmente expresionista. El lenguaje teatral de Ollé está hecho de elocuentes tensiones, que van desde la cruda pornografía al lirismo más sombrío en un baile perfectamente coreografiado a fin de que el espectador acceda a la psique y a las circunstancias de la protagonista. La magnífica escenografía de Alfons Flores, percibida como abierta en un primer momento, se torna a los pocos minutos tan opresiva como una prisión. El suelo permanentemente encharcado, las paredes móviles y las camas flotantes causan un fuerte impacto, tan bello como inquietante, potenciado por una efectiva iluminación de Urs Schönebaum y por el inteligente vestuario de Lluc Castells, el cual nos ofrece información sobre el perfil de los personajes. Crítica: «Lady Macbeth Mtsensk» Barcelona
En la ópera de Shostakóvich, Katerina Ismailova es fruto y reflejo de la sociedad en la que vive, víctima y verdugo al mismo tiempo. Ella no hace más que reaccionar de la manera más extrema ante su realidad, ante un suegro abusivo que la desprecia; ante un marido ausente que no le da hijos, quizá porque es homosexual; ante un esquema social corrupto en el que solo caben opresores y oprimidos, violadores y víctimas de violación. Àlex Ollé pone en juego todas las piezas de este rompecabezas en un ejercicio de realismo poético, apelando a la inteligencia del público y subrayando pertinentemente el mensaje político (entendida la política en su acepción más noble o primigenia) que encierra la obra. Desde el foso, el maestro Josep Pons, director titular de la casa, realizó una brillante lectura de principio a fin de esta partitura tan teatral -Shostakóvich estaba familiarizado con la música para el cine- que remarca perfectamente los momentos de mayor efecto, consiguiendo que la simbiosis entre la música y la escena fuera óptima. A ello contribuyó el excelente desempeño de la Orquesta Sinfónica y del Coro del Liceu, este último preparado por Pablo Assante.
El rol de Katerina requiere de una soprano dramática, un tipo de voz enérgica y potente, pero con una buena dosis de delicadeza que deje entrever la vulnerabilidad del personaje. Sara Jakubiak tiene todo eso y mucho más. Su timbre es hermoso y sabe manejar con maestría el abundante caudal sonoro de su instrumento. También es una brillante actriz, a la altura de un rol tan complejo como el de Lady Macbeth. Su amante, Serguéi, es para un tenor spinto de categoría; el checo Pavel Černoch le dotó de una vitalidad extraordinaria como actor y de una gran solvencia en el peliagudo apartado canoro. Del suegro de Katerina, Borís Ismailov, dio buena cuenta Alexei Botnarciuc, a veces vacilante y escaso de presencia vocal, pero en cualquier caso fiel a la psicología de su aborrecible personaje. El tenor Ilya Selivanov, con una voz suficiente pero de menor empaque que la de Černoch, fue un correcto Zinovi Ismailov, el pusilánime esposo. Del extenso reparto, que se mantuvo a un excelente y homogéneo nivel, destacaron Goran Jurić como Pope, Scott Wilde como Jefe de policía y Núria Vilà como Aksinia.
Subrayo y aplaudo que casi todos estos personajes secundarios han sido interpretados por cantantes, como se dice ahora en gastronomía, «de proximidad», y estuvieron brillantes en sus personajes: José Manuel Montero (el campesino borracho), Mireia Pintó (Sonietka), David Alegret (campesino destrozado), Javier Agudo (administrador), Luis López Navarro (portero), Albert Casals (primer capataz), Facundo Muñoz (segundo capataz), Marc Sala (tercer capataz / maestro), Jeroboám Tejera (policía) y Alejandro López (el fantasma de Boris). Del viejo convicto se encargó el veterano bajo georgiano Paata Burchuladze, quien acorde a su edad (69 años) confirió a su personaje una pátina de autoridad moral.
En resumen, el Gran Teatre del Liceu ha inaugurado su nueva temporada por todo lo alto, con una nueva puesta en escena que auguro tendrá un largo recorrido en el circuito por méritos propios.
Barcelona (Gran Teatre del Liceu), 6 de octubre de 2024. Lady Macbeth de Mtsensk. Música: Dmitri Shostakovich; Libreto:Aleksandr Preis y Dmitri Shostakóvich basado en el texto homónimo de Nikolái Leskov.
. Crítica: «Lady Macbeth Mtsensk» Barcelona
Elenco: Sara Jakubiak (Katerina Ismailova), Pavel Černoch (Serguéi), Alexei Botnarciuc (Boris Ismailov), Ilya Selivanov (Zinovi Ismailov), Scott Wilde (Jefe de policía), Goran Juriç (Pope), José Manuel Montero (borracho harapiento), Mireia Pintó (Sonietka), Paata Burchuladze (Anciano convicto). Orquesta y Coro del Gran Teatro del Liceo. Dirección musical: Josep Pons. Dirección de escena: Alex Ollé. OW