Crítica: «Luisa Fernanda» en el Teatro Amaya de Madrid

Por Federico Figueroa Crítica: «Luisa Fernanda» Teatro Amaya

Para arrancar el III Festival de Ópera y Zarzuela del Teatro Amaya de Madrid, los organizadores han optado por uno de los títulos más queridos del público zarzuelero universal: Luisa Fernanda. Y no han errado el tiro pues el teatro estaba a rebosar de público feliz con lo que vio y escuchó, que no fue ni más ni menos que una comedia lírica con substancia, con chicha nos podría decir cualquier personaje de la obra, basada en un planteamiento de estilización inteligente que se ciñe a la ambientación que pide el libreto.

Andrés Sánchez-Joglar y Mariana Isaza / Foto: @Fdoble
Andrés Sánchez-Joglar, Amelia Font y Mariana Isaza / Foto: @Fdoble

En el caso que nos ocupa, es evidente que los fondos privados tienen límites cortos pero el director de escena, Marco Moncloa en este caso, sabe de las virtudes, y también de los defectos, de la obra y del género. Potencia aquello que gusta y pasa de puntillas en partes a las que no van a llegar por mucho que estiren (recrear la dehesa extremeña por ejemplo). Ya dije que Moncloa sabe de zarzuela y, con mucho respeto, lo sabe porque lo ha mamado de su madre y después ha recorrido por su propia cuenta miles de kilómetros haciendo zarzuela, como bien nos ha quedado claro al final de la función, cuando habla al  público para agradecer la fervorosa acogida, y cuenta que el espectáculo con el que cierran esta edición del festival, titulado «¡Música Maestra!», va sobre la maestra Dolores Marco y su entrega a la zarzuela a ambos lados del Atlántico. Pues, así, sin mucho pero con lo suficiente, te ves una zarzuela con una orquesta de 18 músicos (como cuando el mismo Moreno Torroba, Sorozábal o Vives tomaban la carretera y se iban a hacer zarzuelas a decenas y decenas e localidades de España y allende los mares) y unos artistas que la defienden como en otro gran teatro que está cerca del Banco de España.

La escenografía no es pobre y tiene detalles, pero no ronda ni de lejos la riqueza. Pero hay de todo, hasta una bailarina que coreografía en solitario la escena del cerandero. La iluminación es mejorable pero funciona y señala el contrasta en los tres niveles que sugiere el libreto (el Madrid popular de la Plazuela de San Javier, el urbano y engominado del Paseo de la Florida y la sencillez de la dehesa extremeña). Crítica: «Luisa Fernanda» Teatro Amaya
En primer término, Andrés Sánchez-Joglar y Camila Oria / Foto: @Fdoble
La dirección musical de Javier Corcuera tuvo nervio y no se anda por las ramas. Si es folk (como en la jota del cerandero) o si es más bien pop (la mazurca de las sombrillas, por ejemplo) allí estará como ingrediente. Y es que el maestro Moreno Torroba compuso un ramillete de melodías, ritmos y aires musicales que reflejaban el gusto de la burguesía en el primer tercio del siglo XX.
Los artistas, bien engrasados en esta máquina de hacer soñar, cantan y se mueven con gracia en el escueto espacio que ofrece el escenario del Amaya. La soprano colombiana Mariana Isaza fue una estupenda Luisa Fernanda, tanto en lo vocal como en lo actoral, capaz de hacernos sentir como su personaje ama y sufre por el detestable y bobalicón Javier que interpretó maravillosamente el cubano Andrés Sánchez-Joglar, un tenor lírico de bello timbre. Hablando de ella, añado que me agradó su, sobre todo, su intervención final, «Cállate corazón», en la que arriesgó mucho a cuenta de dar más intensidad al momento musical. Él es un tenor lírico de bello timbre bien coloreado en todo su extenso registro. La Duquesa Carolina estuvo interpretada por la soprano, también cubana, Camila Oria. Su calidad canora es innegable y su interpretación textual resultó creíble pero aún tiene mucha tela para cortar en este aspecto. Cerrando el cuarteto principal, y como veterano entre los hasta ahora mencionados, el barítono Alberto Arrabal fue un recio Vidal Hernando, bien timbrado y capaz de modulaciones muy adecuadas al personaje. Los verdaderos veteranos, y se nota en la brillante manera de decir y actuar, son Amelia Font (Doña Mariana) y Karmelo Peña (Don Florito). Ambos aportan mucho en funciones como la que aquí nos ocupa. No tienes distractores visuales, los ojos están pegados a las caras, manos y maneras de quien habla. Muy bien el resto del elenco, en el que estaban Francisco J. Sánchez (Luis Nogales), Didier Otaola (Aníbal) y Ana Paula Rada (Rosita).
En conjunto todo funcionó y el público así lo captó y los aplausos fueron generosos para todos los que comparecieron en el escenario. Hay funciones hasta el 9 de junio. Si usted está mareado de los giros, esta Luisa Fernanda le hará disfrutar.Crítica: «Luisa Fernanda» Teatro Amaya
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Madrid (Teatro Amaya), 2 de junio de 2024   Luisa Fernanda   Zarzuela en dos actos con música de Federico Moreno Torroba y libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw.
Dirección musical: Javier Corcuera                             Dirección de escena: Marco Moncloa
Coreografía: Rosario Torres
Elenco: Mariana Isaza, Alberto Arrabal, Camila Oria, Andrés Sánchez-Joglar, Didier Otaola, Amelia Font, Karmelo Peña, Francisco Javier J. Sánchez, Ana Paula Rada, etc.