Crítica: «L’uomo femmina» en el Teatro Real

Por María Pardo Crítica: «L’uomo femmina» Real

L’uomo femmina de Baldassare Galuppi es una obra que, a pesar de que no tuvo la misma notoriedad que las óperas de otros compositores de su época, ofrece una mirada un tanto curiosa sobre los roles sociales del hombre y la mujer del siglo XVIII. Estrenada en 1762 en el Teatro San Moisé de Venecia, la ópera se desarrolla dentro del marco de la ópera buffa. La trama se tiene lugar en una isla gobernada por mujeres guerreras, donde los hombres son sumisos y se visten con atuendos femeninos preocupándose por su imagen y sus afectos. Comienza con la llegada de dos náufragos, Roberto y Giannino, que son rescatados por Cassandra y Ramira. En seguida ellas se enamoran y se emparejan con ellos. Por otro lado, la princesa Cretidea, que gobierna la isla, mantiene una relación con Gelsomino, su favorito, pero ya le aburren sus escenas histriónicas y narcisistas.

Cuando conoce a Roberto, que no llega a entender las normas de la isla y que no se comporta de modo femenino como el resto de los hombres de la isla, la soberana se enamora perdidamente de él. Esto termina por alterar el equilibrio de poder y las dinámicas de género en la isla. Giannino, por su parte, se adapta rápidamente a su nuevo entorno y se entrega con ductilidad a Ramira. En el enfrentamiento entre Cassandra, quien ostenta el derecho sobre Roberto, y la princesa Cretidea, que quiere quitárselo a toda costa, se termina resolviendo cuando descubren que, en realidad, Cassandra era una hermana perdida de Roberto. Éste ya es libre para quedarse con Cretidea, pero con una condición: que él pueda mandar sobre la relación y gobernar la isla y la soberana adopte un papel sumiso. Ésta accede feliz a dicho acuerdo con tal de quedarse con él.

Eva Zaïcik, Victoire Bunel, Paco García y Victor Sicard / Foto: Javier del Real

La agrupación musical Le poème harmonique, subvencionada por el Ministerio de Cultura francés entre otras muchas instituciones y en funcionamiento desde 1998, se dedica a la música de los siglos XVII y XVIII. Su fundador y director, Vincent Dumestre, ampliando los horizontes de la música conocida, se emplea en reconstrucciones históricas y en la recuperación de compositores olvidados como es el caso. Su dirección es impecable y entiende el conjunto sonoro como un bloque de equilibrios entre la parte instrumental y la vocal cuyas dinámicas y agógicas se someten inteligente y orgánicamente a la palabra y la acción dramática. El resultado es una música viva y latente que da cuerpo a la composición de Galuppi. El equipo de cantantes es magnífico en términos dramáticos y vocales, pues siendo una obra en versión en concierto, sus intervenciones fueron semiescenificadas haciendo alarde de una gran facilidad para representarnos cada personaje y su situación de tal manera que no hacían falta más decorados ni vestimentas para disfrutar de la ópera.

La mezzosoprano francesa Eva Zaïcik, en el papel de Cretidea, sabe encontrar el punto masculino y las dotes de mando como para poner a los demás en una situación de conflicto. Dueña de una voz flexible y timbrada suena imponente y autoritaria. El dúo de Ramira y Cassandra, interpretadas respectivamente por las mezzosopranos francesas Lucile Richardot, –con una voz potente y densa que corría por todo el teatro con contundencia–, y Victoire Bunel, –más ligera y contrastada con la de su compañera, pero igualmente certera y expresiva–, manejaron sus intervenciones con rotundidad. El Gelsomino del barítono Anas Séguin, fue particularmente divertido e histriónico en su papel de acicalado y afectado favorito de la soberana que se reforzaba con el color profundo y viril de su voz. Los otros dos personajes masculinos, los accidentados náufragos Roberto y Giannino interpretados respectivamente por los franceses Victor Sicard, barítono, y Paco García, tenor, redondearon un buen tándem. El primero, con una presencia vocal notoria, y el segundo correcto en sus intervenciones.

El equipo artístico de «L’uomo femmina» al final de la representación / Foto: Javier del Real

La ópera de Galuppi utiliza el humor y el enredo para cuestionar las expectativas de género, presentando una inversión de roles que invita a reflexionar sobre las normas sociales de la época. Y, en este sentido, la obra no solo funciona como una comedia ligera, sino también como una presentación ingeniosa sobre las relaciones humanas y los convencionalismos sociales que, aún hoy, siguen siendo relevantes.


Madrid (Teatro Real), 3 de abril de 2025.     L’uomo femmina      Dramma giocoso per musica.  Música: Baldassare Galuppi    Libreto: Pietro Chiari.

Estrenada en el Teatro Giustiniani de San Moisè en 1762. Estreno en el Teatro Real. Versión de concierto.

Dirección de orquesta: Vincent Dumestre  –  LE POÈME HARMONIQUE –   OW

Elenco: Eva Zaïcik, Lucile Richardot, Victoire Bunel, Anas Séguin, Victor Sicard, Paco García