Crítica: «Macbeth» Liceu Radvanovsky Salsi Por Félix de la Fuente
Concierto en clave Plensa para Macbeth en el Liceu
Desde las Ramblas, el hecho de que nada anticipe visualmente la obra de Jaume Plensa aumenta la expectación de esta producción liceísta. Los carteles de esta nueva producción de Macbeth pergeñado por el Teatre del Liceu, omiten cualquier imagen en fachada y las propias cancelas del vestíbulo, obra del mismo Plensa, se pasan por alto abatidas en el techo para recibir al selecto público de este estreno. El primer montaje operístico en solitario del artista parece haber replegado sus esculturas al interior del teatro desde su habitual escenario que es el espacio público. Lo hace, eso sí, refrendado por las voces más selectas, que han sido las ovacionadas unánimemente en una noche donde lo estático ha pesado gravemente sobre la estética.
Sobre el escenario pareciera que la ciudad y el paisaje que servían de contexto a las esculturas se hubieran fundido a negro, dejando piezas exentas que conservan su gran escala, y que vuelven a versionarse, disminuidas, en la imagen de los propios intérpretes. De este modo, a los bustos colosales se suman esos otros bustos con rostros y cofias que resultan de haber fundido a negro el cuerpo de los figurantes con tejido oscuro. Túnicas y mallas con las articulaciones tipográficas versionan igualmente en carne y hueso las piezas escénicas en un mundo autorreferencial en clave Plensa. Cuenta todo él con esa belleza silente seña de su autor, esa serena brisa naíf que sabe tocar alguna de esas hebras que nos conmueven, pero cuyos cauces emocionales discurren bien lejos de las emociones extremas y viscerales que caracterizan esta ópera de Verdi.
Llama la atención el acusado carácter frontal del montaje, tan impropio, por cierto, del género escultórico que suele expresarse en todo su alrededor. Si la escenografía se asimila aquí a la posición de una toma frontal fija, cuya tridimensionalidad se consigue con recursos anamórficos, la dramaturgia lo hace a una toma frontal de los intérpretes, donde los presenciamos por lo general estáticos, erguidos con idéntica indumentaria a lo largo de toda la función, en una suerte de versión concierto. A los cantantes, impedidos de expresión corporal por la solemnidad compositiva, solo les queda su propio canto y la limitada gesticulación del concierto para dotar de aliento a la historia. Y hay que decir que solo un soberbio elenco vocal como el elegido, hubiera podido estimular tal parálisis dramatúrgica.Crítica: «Macbeth» Liceu Radvanovsky Salsi
Así fue en la implacable interpretación de Sondra Radvanovsky como Lady Macbeth, ovacionada de tal grado que el público hubiera podido por momentos parecer impertinente. Igualmente insigne el Macbeth del barítono Luca Salsi, aguerrido y quebrantado en una interpretación exquisita. Sin fisuras en los secundarios, Erwin Scott interpretó con autoridad el rol de Banquo a la par que Gemma Coma-Alabert destacó en su exiguo rol de Dama de compañía. Finalmente, el esmerado Macduff de Francesco Pio Galasso consiguió arrancar el reconocimiento de la sala. Desde el foso el maestro Josep Pons vigorizó el inamovible montaje con una Simfònica escrupulosa y bien avenida a los coros de brujas y soldadesca, que brindaron un digno colofón con su «Patria opressa».
La práctica ausencia de dramaturgia hace que lo solemne se apodere de las composiciones visuales de cara al espectador, pero también renuncia con ello a lo teatral como una de las capas que complejizan y dan vida a la ópera escenificada. Así las cosas hay que alabar, en justicia, un momento de excepción: la danza de esta versión francesa a cargo de Antonio Ruz. La expresión dinámica de las pieles tipográficas de los bailarines, articulados y desarticulados en cuerpos colectivos en torno a tres de los grandes rostros con los párpados entreabiertos, entre adormilados y exánimes. Aquí las partes se involucran en movimiento más allá de la idea de cuadro fijo hasta un punto donde deja de importar si los semblantes expresan el trance indistinto de las brujas o si son, al fin, las sosegadas máscaras mortuorias de los protagonistas. Por lo demás, el director parece más afín a los elevados símbolos de Macbeth que a hacerse eco de los bajos estremecimientos humanos que convulsionan la ópera de Verdi. En la Escocia de este Macbeth, en efecto, es lo estático lo reinante. Crítica: «Macbeth» Liceu Radvanovsky Salsi
16 de febrero de 2023, Barcelona (Teatre del Liceu). Macbeth de Giuseppe Verdi.
Dirección de escena, escenografía y vestuario: Jaume Plensa Coreografía: Antonio Ruz Iluminación: Urs Schönebaum Dirección musical: Josep Pons. Solistas: Luca Salsi (Macbeth), Sondra Radvanovsky (Lady Macbeth), Erwin Schrott (Banquo), Francesco Pio Galasso (Macduff), Gemma Coma-Alabert (dama de compañía), Fabian Lara (Malcolm), David Lagares (médico). Crítica: «Macbeth» Liceu Radvanovsky Salsi