Crítica: «Madama Butterfly» en el EDP Gran Vía de Madrid

Por Federico Figueroa «Madama Butterfly» EDP Madrid

Madama Butterfly es una de esas óperas muy bien arraigadas en el repertorio actual y con categoría de obra maestra que fue un estrepitoso fracaso en su estreno (Teatro alla Scala de Milán en 1904). Su creador, Giacomo Puccini, no se arredró e hizo hasta cuatro revisiones y es la de París (1907) la que hoy es el canon. En el Teatro EDP Gran Vía ha hecho su presentación la Compañía NovAria con esta obra y el público madrileño ha respondido con entusiasmo, acudiendo en masa a disfrutar de una producción, estrenada el noviembre pasado en el Palau de la Música Catalana de Barcelona, que propone una visión convencional pero solvente, entre lo semi escenificado y el minimal, que funciona bien en lo más básico: comunicar el drama de la crédula muchacha japonesa llamada Cio-Cio San. Crítica: «Madama Butterfly» EDP Madrid

Una escena de «Madama Butterfly» en el Teatro EDP Gran Vía / Foto: NovAria

La puesta en escena, firmada por Mar Lorca, no es especialmente bella y tiene varios factores en contra, como es tener que limitar el espacio para actuar a solo unos escasos cuatro metros de profundidad en la embocadura del escenario del teatro. La orquesta ocupan 2/3 del escenario y está colocada a espaldas de la acción escénica, incluido el maestro concertador. En la propuesta de Lorca, anclada en las convenciones, encontramos algunos rasgos de búsqueda de soluciones diferentes. Por ejemplo, los otoké, esas figurillas que representan a los antepasados de determinada persona, que aquí son encarnados por bailarines y se presentan en escena en el final de la obra para elevar el cuerpo sin vida de Cio-Cio San. Pero antes, en el primer acto, consigue plasmar una entrada radiante de la joven geisha y su parentela por el patio de butacas, haciendo de la necesidad virtud. Eché en falta una dirección de actores mas detallada para contrarrestar las posturas «de cantante» que no pudieron evitar algunos de los solistas. El bello vestuario y la correcta iluminación sumaron para que el espectáculo cumpliera con las expectativas de un público que está ávido de ver ópera.

Ana Molina (Suzuki) y Sarah Zhai (Cio-Cio San) en una escena de «Madama Butterfly» / Foto: NovAria.

Al frente de la dirección musical estaba el barcelonés Adolf Gassol, cuya lectura musical fue correcta aunque un tanto irregular, con un primer acto un demasiado laxo con los solistas, dejando un dúo de amor de corta inspiración. La situación mejoró mucho en el segundo acto, con una orquesta (NovAria Filharmonia) brillante y vibrante; mientras que en el tercer acto tendió a acelerar los tiempos. El coro de la compañía cumplió sobradamente, ofreciendo lo mejor en el «bocca chiusa» y con una actuación escénica un tanto pobre, claramente condicionada por el tamaño del espacio. «Madama Butterfly» EDP Madrid

Escena final de «Madama Butterfly» en el Teatro EDP Gran Vía / Foto: NovAria

En la representación del día 4 de julio, la soprano china Sarah Zhai, de voz carnosa en el centro, con squillo y con un agudo solvente, pero limitado (no se va al Do optativo en su salida), entusiasmó a la audiencia como Cio-Cio San. Su escuela de canto es notable, con sentido de la línea y el timbre tiene la  suficiente seducción y da a fraseo la suficiente incisividad que requiere la joven geisha. Con Puccini el elemento sentimental en la actuación es un potenciado del melodrama y Zhai es una buena actriz, de aspecto frágil y aniñado pero también el lado duro y agresivo contra Suzuki, por ejemplo. Esta último personaje estuvo muy bien interpretado por la mezzosoprano Ana Molina, con suficiente volumen y muy bien empastada con la soprano en el maravilloso dúo de las flores.

Sergi Giménez y Sarah Zhai en una escena de «Madama Butterfly» / Foto: NovAria

El barítono Alejandro Sánchez , voz fresca y robusta, supo exponer vocalmente la humanidad del cónsul Sharpless, un hombre sensato y con sentido común, que trata con ternura y compasión a Butterfly. A nivel actoral un tanto plano, o entregado a los movimientos comunes como casi todos los demás personajes, como el del teniente Pinkerton que nos ofreció el tenor Sergi Giménez, voz con suficiente caudal aunque no siempre homogénea. El resto de personajes mostraron seguridad y buen hacer profesional y es justo mencionar sus nombres: el tenor José Ignacio Palacios (Goro), el bajo-barítono Tomás Castro (Bonzo), Guillermo González (Comisario imperial) y Yasmin Forastiero (Kate). Extrañamente, el Príncipe Yamadori fue eliminado en esta versión de Madama Butterfly con la que NovAria ha hecho su presentación en Madrid.

El público aplaudió con entusiasmo a todos los artistas al final de la representación, especialmente a Sarah Zhai, Ana Molina, Alejandro Sánchez, al maestro Gassol y orquesta. En días posteriores la compañía catalana ofrecerá una segunda representación de Madama Butterfly y también de Carmen La traviata en el madrileño Teatro EDP Gran Vía. «Madama Butterfly» EDP Madrid


17 de junio de 2024, Madrid (Teatro EDP Gran Vía).  Madama Butterfly   Ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini y libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica.

Dirección musical: Adolf Gassol               Dirección de escena: Mar Lorca

Elenco: Sarah Zhai, Sergi Giménez, Ana Molina, Alejandro Sánchez, José Ignacio Palacios, Tomás Castro, Guillermo González, Yasmin Forastiero.

Orquesta NovAria Filharmonia / Coro titular de NovAria

OW