Crítica: «Madama Butterfly» en el Auditorio de La Nucía

Por Paulo Silva

Una de las óperas más populares y emblemáticas del repertorio, Madama Butterfly de Puccini, ha llenado el aforo de la sala del Auditori de La Nucía (Alicante). El argumento es un drama íntimo, que transcurre en el corazón de la protagonista, en tres actos. El primero marcado por el amor y el gozo. El segundo por la esperanza y el tercero por el desengaño y la desesperación que lleva directo a la tragedia. Todo eso pudimos ver y sentir en esta sencilla y eficaz producción de la compañía Materlírica, al parecer estrenada en Lisboa el año pasado.

Miguel Ferrer, Jorge Tello y Mario Corberán / Foto: Luis Hernández

Encarnado los cuatro personajes principales, unos cantantes de un alto y homogéneo rendimiento artístico. En primer lugar la sobresaliente protagonista, en la voz y presencia de Chantal Garsan, idónea para encarnar a una adolescente atolondrada entre la tradición de su cultura y el vértigo de occidente; su propuesta no quedó en lo teatral o en lo vocal, sino en la mezcla de ambos elementos para conseguir un rico retrato de la Cio-Cio San. Pasando de un primer acto lírico al dramatismo en un memorable «Tu? piccolo Iddio!». Menos flexible en el cambio que con el paso del tiempo requiere el personaje de Pinkerton, pero siempre afectivo, resultó el tenor Mario Corberán. Delineó con buen trazo a un hombre turbio y primario. Su voz, de atractivo timbre, tiene todo lo necesario para llegar a hacer de este papel, que ha debutado en esta función, un buen caballo de batalla. La Suzuki de Sonia García-Quintero inició un tanto destemplada para crecer durante el segundo acto y ser partícipe de un estupendo «dúo de las flores» con Butterfly, creando un personaje bien rematado al ver en perspectiva el desarrollo de su propuesta. El Sharpless de Jorge Tello no presenta a su personaje por la faceta actoral, sino por el canto noble y un tanto distante en esa bisagra entre ambos mundos que él representa como cónsul de los Estados Unidos en Japón. Estupendo rendimiento el de Miguel Ferrer como Goro y un tanto opaco el de Fadrique Casas como el tío Bonzo. A Jesús Cordón le he escuchado en mejores días. Esta vez ofreció un engolado Comisario Imperial. Carmen Terán cantó con aplomo y otorgó presencia escénica al personaje de Kate Pinkerton. Crítica: «Madama Butterfly» La Nucía

Sonia García-Quintero, Mario Corberán, Jorge Tello y Carmen Terán / Foto: Luis Hernández

Al frente de la orquesta, comprimida en el pequeño foso de la sala, estuvo el maestro Mariano Rivas. Con mano firme buscó exprimir el lirismo, en cualquier momento, a la partitura de Puccini, sin desatender el ritmo teatral de la obra. El público aplaudió la delicadeza en el coro a bocca chiusa, esa genialidad de Puccini creada para la vigilia de espera de Butterfly. Crítica: «Madama Butterfly» La Nucía

Jorge Tello, Sonia García-Quintero y Chantal Garsan / Foto: Luis Hernández

La propuesta escénica de Federico Figueroa que encaja en lo que hoy se llama «tradicional», en tanto que se apega a las indicaciones del libreto. Es funcional y efectiva en la narrativa lineal y busca un trasfondo espiritual en el comportamiento de la joven japonesa. En el escenario vemos la casita de frágiles paneles, con exagerados toques de color en algunos elementos decorativos (parasoles, flores) y el vestuario.  Así, en el brevísimo preludio del acto primero, vemos en penumbras a unas bailarinas enfundadas en kimonos, ejecutando movimientos que nos recuerdan a las mariposas, que se desvanecen en la irrupción de Goro y Pinkerton. Las volveremos a encontrar, como si representaran la esperanza, en el célebre coro de «bocca chiusa» del final del acto segundo y finalmente en la sombra de una de ellas tras el suicidio de Cio-Cio San. Previamente hemos visto como su hijo se aleja de ella arrastrando un cordón rojo que sale de las entrañas de Cio-Cio San. Son pequeños detalles que aportan una visión diferente sin trastocar la obra original. Las coreografías de Mary Carmen Sereno sumaron a una obra que en principio no necesita de un ballet.

Un momento en el preludio de «Madama Butterfly» / Foto: Luis Hernández

El movimiento de actores también sigue las pautas tradicionales con énfasis en la gestualidad dramática de la protagonista. En esta propuesta la escena de Yamadori ha sido eliminada, así como el preludio del acto tercero. Teniendo los mimbres justos creo que es una buena idea.  Al final, el público aplaudió con gran entusiasmo a todos los artistas, especialmente a Chantal Garsan y Mario Corberán.


5 de marzo de 2025, La Nucía (Auditori de la Mediterrània). Madama Butterfly.  Ópera en 3 actos de Giacomo Puccini con libreto de L. Illica y G. Giacosa. Crítica: «Madama Butterfly» La Nucía

Dirección musical: Mariano Rivas.  Dirección de escena: Federico Figueroa

Orquesta y Coro Materlírica.   Escenografía: Jorge Carvalho.  Iluminación: Jesús Ortega.

Elenco: Chantal Garsan, Mario Corberán, Sonia García-Quintero, Jorge Tello, Miguel Ferrer, Fadrique Casas, Jesús Cordón, Carmen Terán etc.

Bailarinas del ballet de Mary Carmen Sereno.