Crítica: «Maria Stuarda» en el Teatro Real

Por María Pardo Crítica: «Maria Stuarda»Teatro Real 

Maria Stuarda se proclama reina en el Teatro Real

Acudimos a la segunda representación de la Maria Stuarda de Donizetti (1797-1848) con el elenco alternativo de la tragedia lírica en dos actos con libreto de G. Bardari, basado en la obra de Friedrich von Schiller, que fue estrenada en el Teatro alla Scala de Milán el 30 de diciembre de 1835. Hubo un intento previo fallido que por motivos de censura dio como resultado la ópera Buondelmonte con la misma música, pero la letra cambiada en el Teatro San Carlo de Nápoles en 1834. Desde entonces, Maria Stuarda no se representó hasta que fue encontrada a mediados del siglo XX en Bérgamo y a partir de entonces cobró importancia como la segunda de las tres óperas compuestas por Donizetti conocida como la “Trilogía Tudor”. Esta es una nueva producción del Teatro Real, en coproducción con el Gran Teatre del Liceu, el Donizetti Opera Festival de Bergamo, La Monnaie/De Munt de Bruselas y la Ópera Nacional de Finlandia. Crítica: «Maria Stuarda»Teatro Real 

Silvia Tro Santafé, Yolanda Auyanet y Coro Titular del Teatro Real / Foto: Javier del Real

El director musical Jose Miguel Pérez-Sierra es, indefectiblemente, el artífice del éxito de esta producción. Comenzando por que ya se aplaudió y braveó el preludio (o sinfonía, como Donizetti lo llamaba) nada mas comenzar la obra. En su condición de profundo conocedor del belcanto, se mantuvo atento a los cantantes, a sus respiraciones, a sus fortalezas y a sus debilidades, siendo la música orquestal y vocal el verdadero eje de la acción. El resultado es una música interpretada con decisión y buen criterio, tanto en la agógica como en la dinámica, creando colores sonoros según se desarrolla la trama: dramático, con autoridad, siempre elegante: consigue mantener un excelente equilibrio instrumental con las voces y darles un soporte magnífico para su desempeño actoral.

El resto del equipo está presente para potenciar su labor: el director de escena David McVicar, cuya producción de Adriana Lecouvreur con la que abría temporada el Teatro Real llevaba tejida una sólida trama de dirección escénica que enriquecía la obra de Cilea, en esta ocasión cede la acción a la batuta del maestro madrileño y se limita a poner orden a las entradas y salidas de los personajes con la intervención del director de movimiento Gareth Mole para que los trazos sean limpios, escasos y elegidos, dejando la escena algo plana, pero no carente de emoción que combina a la perfección con la escenografía conceptual de Hannah Postlethwaite. La escenógrafa propone un suelo acusadamente inclinado, una mesa con presencia para la primera parte del primer acto con un panel de fondo lleno de ojos y orejas ordenados en recuadros en el que preside el escudo con la imagen de Elisabetta I en su coronación con la corona, el cetro y el orbe y, colgando sobre ellos, un globus cruciger (que en el segundo acto aparecerá sobre el suelo tras la reina protestante y, por último, caído) en el palacio de Westminster, una imagen de un árbol caducifolio con hojas rojizas cayendo sobre el escenario para el famoso encuentro de las dos reinas en un bosque de Londres. Para el segundo acto de nuevo aparecerá la estancia de la reina Elisabetta I, la mesa sobre la que firmará la condena a muerte en el palacio de Westminster, la estancia de la reina Maria Stuarda en el castillo de Fotheringay, en el que se produce su confesión y el salón del cadalso donde acabará la vida de ésta. El vestuario de Brigitte Reiffenstuel es histórico, sobrio y minucioso en detalles. Aporta identidad propia a los artistas que llevan sus trajes, tanto a los del coro, como a los figurantes o a los personajes implicados en esta tragedia. Y la iluminación de Lizzie Powell es clave para terminar de crear las atmósferas tenebristas donde el claroscuro nos recuerda a las obras pictóricas caravaggistas. Crítica: «Maria Stuarda»Teatro Real 

Airam Hernández, Silvia Tro Santafé y Coro Titular del Teatro Real / Foto. Javier del Real

Del Coro Titular del Teatro Real, bajo las órdenes de su director José Luis Basso, sólo podemos hablar de “excelencia”. Sus intervenciones fueron muy celebradas por el público y contribuyó a “sublimar” el momento de la famosa preghiera en el último acto. La mezzosoprano valenciana Silvia Tro Santafé, como Elisabetta, comenzó con fuerza y autoridad un personaje que ya conoce bien. Representó con pasión y entrega a la Reina Virgen. La soprano grancanaria Yolanda Auyanet hizo gala de un legato flexible y un fraseo expresivo y redondo cuyo peso le supone ejecutar los pasajes con agilidades pasando por algunos aprietos que salva sin comprometer la interpretación de un personaje complicado y exigente. Sabe cargar con la complejidad de la reina Maria Stuarda captando la atención del público y sabiendo elevar los momentos de mayor tensión vocal e interpretativa.

Yolanda Auyanet / Foto: Javier Del Real

Roberto Leicester estuvo a cargo del tenor tinerfeño Airam Hernández. Es este un papel desagradecido porque su única función es hacer de mensajero enamoradizo y resulta difícil no resultar un personaje “hueco”. Su intervención fue correcta, musicalmente se entregó con un timbre redondo en el centro, aunque algo más tirante en los pasajes más agudos. Aún así cumplió correctamente con su cometido. El bajo polaco Krzysztof Baczyk en el rol de Giorgio Talbot y su compatriota el barítono Simon Mechlinski como Lord Guglielmo Cecil fueron correctos y cumplieron sobradamente sus partes. Así como la soprano argentina Mercedes Gancedo, en papel de Anna Kennedy, estuvo impecable en sus partes.

Estamos ante una joya belcantista que el público disfrutará por su música y la calidad de sus intérpretes. Tanto el primer como el segundo elenco suponen una garantía segura de asistir a una obra única llena de anécdotas históricas desde su composición en 1834.


Madrid (Teatro Real), 16 de diciembre de 2024    Maria StuardaTragedia lírica en dos actos. Música de Gaetano Donizetti (1797-1848). Libreto de Giuseppe Bardari, basado en la traducción de Andrea Maffei de la obra Maria Stuarda, de Friedrich von Schiller

Estrenada en el Teatro alla Scala de Milán el 30 de diciembre de 1835. Estreno en el Teatro Real

Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con el Gran Teatre del Liceu, el Donizetti Opera Festival – Bergamo, La Monnaie/De Munt de Bruselas y la Ópera Nacional de Finlandia (Suomen kansallisooppera ja -baletti). Crítica: «Maria Stuarda»Teatro Real 

Dirección musical: Jose Miguel Pérez-Sierra

Dirección de escena y vestuario adicional: David McVicar

Escenografía: Hannah Postlethwaite Vestuario: Brigitte Reiffenstuel

Iluminación: Lizzie Powell Dirección de movimiento: Gareth Mole

Dirección del coro: José Luis Basso

Elenco: Silvia Tro Santafé, Yolanda Auyanet, Airam Hernández, Krzysztof Baczyk, Simon Mechlinski, Mercedes Gancedo

Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.  OW