Crítica: «Medée» Teatro Real Por María Pardo
El Teatro Real arranca su temporada como se espera de un gran teatro: una nueva producción, de ser posible algo fuera de los títulos trillados y, mejor aún, si lo ofrece con grandes artistas. Medée de Luigi Cherubini, estrenada en París en 1797, cumple con con algunos de estas premisas. El Real quiere arrogarse el estreno de los recitativos cantados que el fallecido Alain Curtis preparó en su momento (algo semejante ocurrió con el Achille in Sciro). El estreno de esas partes, como ya informó OW, tuvo lugar en la Ópera de Ulm en 2015. No hace falta subirse tanto el cuello, presentar nueva producción de un título tan infrecuente como es Medée ya tiene el brillo «real» que tanto gusta al teatro madrileño. Las funciones madrileñas están dedicadas a Maria Callas en el año del centenario de su nacimiento y es una coproducción con el Abu Dhabi Festival y eso (casi) asegura más funciones en un futuro medio plazo. Crítica: «Medée» Teatro Real
Cherubini, por dificultades en la época de la Revolución Francesa, no llegó a escribir los recitativos y se han utilizado diversas versiones para represtarla, siendo la más utilizada la del compositor Franz Lachner (1803-1890). Los de Curtis, de muy buena factura y en el estilo del compositor, dan coherencia a una partitura que requiere atención del oyente para captar contrastes y soluciones dramáticas diferentes a las de Rossini, por poner un ejemplo. Crítica: «Medée» Teatro Real
Paco Azorín nos ofrece una lectura oscura, que arranca en tragedia desde antes de la obertura. En silencio, antes de cualquier nota musical, asistimos al asesinato de dos adolescentes cometidos por Medea, una mujer trastornada. Con la obertura nos deja ver el romance de Jasón y Medea con la entrega del vellocino de oro y consiguiente traición a su padre y patria. La escenografía, también firmada por él, es tan grande (e imagino que costosa) como superficial. Con mucho atractivo visual y escasa ayuda en la resolución teatral. Muchas ideas que no termina de desarrollar y que finalizan con una visión de una Medea trastornada por la infidelidad del macho. Los hijos, unos malcriados adolescentes, poco tenían que decir o decir en una historia que ya estaba contada desde el principio. El vestuario (Ana Garay) en concordancia con la mezcla de ideas fue por el camino de la escenografía: más decorativo que sustancial. Una efectiva iluminación (Pedro Yagüe) y videografía (Pedro Chamizo) reforzaron espectaculares escenas, como la del gran incendio con la que cerró esta lectura escénica. Las tres furias, atletas de parkour (Max Iniesta, Cosmin Marius y Daniel Mellado), el desdoblamiento de Medea en una actriz ( Verónica Moreno) como el espíritu de la venganza y los adolescentes, interpretados por Valeria Grandio e Ismael Palacios, cumplieron escrupulosamente con sus cometidos en la propuesta escénica de Paco Azorín, realizando acciones complejas que requieren gran capacidad de coordinación con el resto de la escena y demás personajes.
La dirección musical del ya habitual Ivor Bolton logra un buen equilibrio instrumental, la orquesta fluye y se reajusta rápido. Aun así, no logra hacerlo extensivo a las voces, que se ven forzadas en algunas ocasiones para intentar sobrepasar el volumen de la orquesta, o bien para seguir sus tiempos. El resultado de Enea Scala, Jasón, aporta fundamentalmente una estética de tenor apuesto, acorde al personaje. Sin embargo, vocalmente, aunque resuelto, peca de cierto exceso de vibrato que no corresponde a la idea que tenemos del Clasicismo. La ausencia de dinámicas, cantando todo al mismo volumen, restan efecto a su propuesta dramática. La Medée de Maria Agresta, definitivamente, no resulta convincente. Cumple con el expediente interpretativo, pero pierde la fuerza en los agudos en los que se ve comprometida en bastantes ocasiones, sobre todo a partir del segundo acto, y a los que tampoco ayuda la presión de la orquesta. El centro de su voz, sin embargo, de color dúctil y sedoso, también la alejaba del resentimiento de la iracunda y vengativa Medea. Por supuesto, no se puede obviar la magnitud del trabajo que ha tenido que afrontar para poder dar vida a este difícil e icónico rol, que no la exime del reconocimiento de una gran capacidad musical y dramática, pero que la ha llevado a su límite.
La mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera, en el rol de Neris, resulta ser la voz más estable de todo el elenco, con una proyección limpia y cómoda en todas sus intervenciones. Fue aplaudida en su aria. Interpreta de forma creíble y resuelta su parte. La soprano valenciana Sara Blanch como Dirce, la prometida de Jasón y víctima de la ira de Medea, muestra grandes cualidades vocales, un sonido aterciopelado que, sin embargo, no puede mantener en todo su ejercicio. Las partes más agudas se ven presionadas, quizás, por la intención de sobrepasar el volumen de la orquesta o compensar la acústica del espacio escénico.
El bajo coreano Jongmin Park, dotado con un color redondo y profundo, presentó un correcto rey Creonte, así como las primera y segunda doncellas interpretadas por la soprano Mercedes Gancedo y la mezzosoprano Alexandra Urquiola respectivamente. El Corifeo, de mano del bajo-barítono David Lagares, que se va haciendo habitual en las temporadas del Real, también cumplió correctamente su papel. Cabe resaltar la fuerza y la coordinación escénica del Coro Titular del Teatro Real, que es un coro versátil, activo y bien avenido. Aunque está pasando por momentos difíciles debido a sus condiciones laborales con la empresa Intermezzo, mantuvo su calidad y el buen oficio característicos en sus intervenciones, esta vez capitaneados por su nuevo director José Luis Basso.
Ver Medée es una oportunidad que no hay que dejar escapar y, pese a todo, no saldrán decepcionados porque es una obra muy interesante y escasa en los programaciones por su exigencia.
19 de septiembre de 2023, Madrid (Teatro Real) Medée de Luigi Cherubini.
Dirección musical: Ivor Bolton Dirección de escena: Paco Azorín
Elenco: Maria Agresta, Enea Scala, Nancy Fabiola Herrera, Jongmin Park, Sara Blanch, Mercedes Gancedo, Alexandra Urquiola, David Lagares.
Actores: Valeria Grandio, Ismael Palacios, Verónica Moreno, Julen Alba, Carolina Andrés, Rafa Delgado, Lucía Díaz, Álex Larumbe, Agus Ruiz, Tarik Saornil. Atletas de parkour: Max Iniesta, Cosmin Marius, Daniel Mellado.