Por Federico Figueroa
El cierre de la quinta edición del Festival Lírico de Logroño «Lucrecia Arana» presentó un espectáculo en clave de homenaje a la ópera Carmen, en el 150 aniversario del estreno de la popular obra de Georges Bizet (1838-1875), compuesto únicamente por dos voces, la de la gitana y la del soldado navarro José, y como cómplices un piano. Siendo Carmen una de las óperas más exitosas y manoseadas de la historia del género, que nació como «opéra-comique» aunque con final trágico y con una alta intensidad dramática.Este género francés se caracteriza por la existencia de diálogos hablados entre los números musicales, la localización en lugares considerados «exóticos» – España lo era para los franceses- y la presencia de elementos de folklore popular. Los recitativos musicados, en sustitución de los diálogos, apañados por el compositor Ernest Guiraud, fueron fundamentales para la gran difusión de la obra.

El espectáculo que presenciamos estuvo dividido en dos partes. En la primera, que a primera vista podría parecer un tanto desarticulada de la temática «Carmen», la inició el tenor Juan Noval-Moro con el aria «Ces aire joyeux» de L’enfant prodigue, una cantata de Claude Debussy (1864-1918) dedicada a Ernest Giraud que fue estrenada en París en 1884. A continuación el pianista Rinaldo Zhok interpretó la breve pieza L’isle joyeuse del mismo compositor pero de elaboración más tardía (1904). La mezzosoprano Anna Gomà hizo su presentación ante el público con “Va! Laisse couler mes larmes”, aria de Charlotte de la ópera Werther de Jules Massenet (1842-1912). Los artistas interpretaron sus partes con holgada corrección y cierta frialdad. Uno de los nexos entre los tres compositores galos fue el Premio Roma, otorgado a Bizet (1857), Massenet (1863) y Debussy (1884). Lo que vendría a continuación fue una verdadero festín artístico. Crítica: «Passion française» Logroño

Noval-Moro ofreció un imponente «Pourquoi me réveiller”, el aria más famosa de la ópera Werther, exhibiendo un inteligente uso de los reguladores y caldeando notablemente el ambiente de la preciosa sala Círculo Logroñés, para dar paso Zhok con una pieza para piano de Bizet, excelso pianista, titulada «L’Aurore» que forma parte del ciclo Les chants du Rhin. Esto sirvió de entrada al universo de Carmen. Once números de la ópera, con Anna Gomà metida en la piel de la gitana y Juan Noval-Moro en el de José, descalza ella y chulesco él, vocalmente brillantes, sobrados de caudal sonoro y con fraseos excelentes y llenos de intenciones. Desde el preludio hasta el dúo final (“C’est toi? C’est moi!”), pasando por la célebre Habanera, la seguidilla “Près des remparts de Séville” y la difícil aria de José (“La fleur que tu m’avais jetée…”), los cantantes estuvieron comprometidos con la acción teatral, con la generosidad de los artistas de pura cepa. El público logroñés les aplaudió en pié. Ellos, para dejar recuerdo más dulce, según sus propias palabras, decidieron cantar como propina el dúo «Le conquérant dit a la jeune indienne» de la opereta La Périchole de Jacques Offenbach (1819-1880).
En Festival Lírico de Logroño «Lucrecia Arana» se ha convertido en estos pocos años de existencia en un faro lírico en el norte de España, ofreciendo interesantes programas, de pequeño y mediano formato, con los que va conseguido atraer un público variopinto. Ya esperamos con interés la programación de la siguiente edición.
Logroño, 7 de marzo de 2025. Círculo Logroñés. Passion française Obras de Debussy, Massenet y Bizet.
Anna Gomà (mezzosoprano), Juan Novali-Moro (tenor), Rinaldo Zhok (pianista). OW