Por Luc Roger Crítica: «Rigoletto» Ópera Viena
Un reparto repleto de estrellas revive Rigoletto en la Ópera de Viena
Todo está hecho para el lucimiento de los cantantes en la puesta en escena que Pierre Audi concibió para la Staatsoper de Viena hace 10 años. Cada vez que se repone esta producción, el reparto es del más alto nivel. Este año, el Rigoletto del mongol Amartuvshin Enkhbat, la Gilda de la armenia Nina Minasyan y el Duque de Mantua del ruso Dmitry Korchak fueron muy aclamados. El director Carlo Rizzi, excelente conocedor de la obra de Verdi, dirige la orquesta de la ópera.
La excelencia del reparto compensa la escenografía menos lograda de Christof Hetzer. Al menos no roban el protagonismo a los cantantes y a la orquesta. El escenógrafo ha optado por la sencillez y la abstracción. Una gran escalera conduce a los apartamentos ducales, cuya opulencia se reduce al color dorado. Debajo de la escalera se encuentra la pobre vivienda de Rigoletto, donde incluso las vigas de madera parecen cansadas. El dormitorio de Gilda es un cajón de madera con muebles rudimentarios que el escenógrafo baja de las perchas, quizá para subrayar el aislamiento al que la obliga su padre. La casa de Sparafucile parece hecha de trozos de madera mal ajustados y está abierta al viento (« qual pium al vento »). Con un poco de imaginación, su estructura podría recordar a una calavera, lo que conviene a su ocupante, asesino a sueldo de profesión. Como en muchas otras producciones, Christoph Hetzer ha introducido árboles, aquí reducidos a esqueletos carbonizados para simbolizar la muerte que reina en la corte del Duque y que persigue al bufón Rigoletto que, tras perder a su amada esposa, verá morir a su hija, víctima sacrificial a la que Pierre Audi presta la fuerza de levantarse, ya asesinada, para entonar su canto de agonía. Hetzer utiliza un escenario giratorio que, además de facilitar el paso de una escena a otra, crea una continuidad en la escenografía al tiempo que deja un espacio intermedio ocupado por el coro. El objetivo del escenógrafo era subrayar que las cortes del siglo XVI carecían de espacios privados, y que siempre existía el peligro de ser observado desde un rincón sombrío, una puerta secreta o una escalera oculta. Christoph Hetzer también ha diseñado el vestuario, que recuerda discretamente la época en la que se desarrolla la acción, pero sin insistir en ello. Crítica: «Rigoletto» Ópera Viena
La carrera verdiana del barítono lírico Amartuvshin Enkhbat se ha desarrollado magníficamente en los últimos años. Ya había cantado Rigoletto enUlán-Bator y recibió un buen trampolín internacional cuando lo interpretó en Verona en 2017. Impone con una potencia, una robustez y un volumen excepcionales, así como con una técnica, una dicción y un fraseo italianos impecables. El papel parece hecho a medida para este gran cantante. La belleza y la calidez de su timbre y sus colores son impresionantes. Y la interpretación del actor está a la altura de su voz al transmitir la complejidad de un personaje lleno de malicia cínica y mordaz en la corte, pero tierno y cariñoso con su hija, a la que cree proteger enclaustrándola. Nina Minasyan debutó como Gilda en el Bolshói, un papel que ha reeditado con éxito desde 2018 en Hamburgo y en la Ópera de Gales, antes de interpretarlo en Viena en 2021. Ofrece una Gilda de timbre suave, aterciopelado y luminoso, con una espléndida coloratura dramática al servicio de la justa expresión del sentimiento sin caer nunca en la trampa de la bravura ególatra. Sus agudos dejan sin aliento, al igual que la sensibilidad de sus pianísimos. Su confesión en forma de arrepentimiento «V’ho ingannato… Colpevole fui…» es un modelo en su género.
Ganador de Operalia en 2004, así como de Amartuvshin Enkhbat en 2014, Dmitry Korchak da un sólido Duque de Mantua de voz radiante, un personaje cuya monstruosidad Pierre Audi no quiso tipificar, pero cuya apreciación deja al público. El cantante tiene una voz radiante, con agudos notablemente largos. El búlgaro Ivo Stanchev presta su poderoso bajo a Sparafucile. Juliette Mars, bien conocida por el público vienés como miembro de la compañía de la Wiener Staatsoper, ofrece una convincente Giovanna, papel que interpreta en Viena desde 2006. Crítica: «Rigoletto» Ópera Viena
Una velada que le dejará encantado, gracias a un espectáculo musical brillante y repleto de estrellas. Crítica: «Rigoletto» Ópera Viena
Viena (Wienner Staatsoper), 25 de diciembre de 2024. Rigoletto
Elenco: Dmitry Korchak, Amartuvshin Enkhbat, Nina Minasyan, Ivo Stanchev, Monika Bohinec, Juliette Mars, Attila Mokus, Stefan Astakhov, Andrew Turner, Dohoon Lee, Ana Garotić, Hyejin Han
Dirección musical: Carlo Rizzi. Puesta en escena: Pierre Audi
Escenografía y vestuario: Christof Hetzer. Iluminación: Bernd Purkrabek. Dramaturgia: Bettina Auer OW