Crítica: «Rinaldo» Universo Barroco Madrid Por Daniel Lara
En la sala sinfónica del Auditorio Nacional de Música y dentro de la programación del ciclo “Universo Barroco” se presentó con gran éxito y en versión de concierto, la ópera barroca Rinaldo, composición temprana y una de las más famosas del repertorio operístico del musico alemán George Friedrich Händel. La ópera, con libreto de Giacomo Rossi y basada en el poema épico del poeta italiano Torcuato Tasso sobre la «Jerusalén liberada», fue estrenada en 1711 en el teatro londinense de la Reina de Haymarket siendo esta la primera ópera seria escrita en italiano por el compositor específicamente para el público inglés.
El plató fue perfectamente servido por un plantel de lujosos interpretes que dominan a la perfección este repertorio y que ofrecieron una velada de gran virtuosismo vocal. A cargo de la parte protagonista, el ascendente contratenor italiano Carlo Vistoli brindó una caracterización muy loable del héroe militar Rinaldo, poniendo al servicio de la parte una voz clara, homogénea, bien emitida y de agilidades precisas y veloces. Si bien dejó una grata impresión en el canto pirotécnico que le impusieron sus arias “Venti, turbini, prestate…” y “Or la tromba…”, fue en la célebre “Cara sposa, amante cara…” y en el dúo con su amada Almirena donde alcanzó su mayor lucimiento sirviendo un canto de exquisito legato y de una emotividad capaz de conmover a las piedras. Dio buena réplica, la soprano suiza Chiara Skerath quien se anotó un merecido triunfo personal delineando una frágil e inocente Almirena de canto sensible, elegante y expresivo y una voz fresca, brillante y de impecable línea. Brilló a más no poder y se metió al público en el bolsillo, en la melosa escena de los pájaros “Augelletti, che cantate…” y en el aria más famosa de la ópera “Lascia ch’io pianga…” provocando entusiastas y ensordecedores aplausos. La soprano húngara Emöke Baráth delineó el complejo personaje de la hechicera Armida con unos irreprochables medios vocales, grandes cualidades expresivas y mucho oficio. Hilando fino, si bien supo exponer con contundencia los ambivalentes sentimientos de su personaje en un impecable “Ah! Crudel…” sin mácula, asustó poco en el aria de la conjura “Furie terribili!” y anduvo algo escasa de furia en su “Vo, far guerra, e vencer voglio…” dejando sabor a poco. Desplegando un canto de gran magnetismo, potente, de graves seductores e inmaculado fraseo, la mezzosoprano francesa Lucile Richardot le sacó lustre al personaje de Goffredo, capitán del ejército cruzado, dándole a la parte un relieve poco usual. Como su hermano Eustazio y el mago, la contralto francesa Anthea Pichanick hizo gala de un timbre suntuoso y aterciopelado, emitido con franqueza y gran musicalidad. Aunque algo justo de proyección en su inicial aria de bravura “Sibilar gli angui d’Aletto…”, el barítono francés Victor Sicard supo imponerse a medida que fue avanzando la representación y gracias a una voz lozana, flexible, bien entonada y un canto al que no le faltaron méritos ni compromiso, logró llevar a buen puerto la parte del Argante, el rey de Jerusalén.
El historicista conjunto Les Accents, especializado en música barroca, comandado por su fundador, el violinista galo Thibault Noally ofreció una lectura musical dinámica, equilibrada y en la cual la tensión dramática no decayó en ningún momento. El alto nivel de virtuosismo de sus músicos en términos de matices, variedad de colores y conocimiento del estilo contribuyeron a resaltar la riqueza melódica de la partitura haendeliana e hicieron que la representación resultase un auténtico festín para los oídos. Crítica: «Rinaldo» Universo Barroco Madrid
Madrid (Auditorio Nacional de Música), 4 de febrero de 2024 Rinaldo, ópera de G. F. Händel con libreto de G. Rossi.
Dir.: Thibault Noally. Les Accents.
Elenco: Carlo Vistoli, Emöke Baráth, Lucile Richardot, Chiara Skerath, Anthea Pichanick, Victor Sicard. OW