Crítica: «Siface: l’amor castrato» en el Teatro Arriaga de Bilbao

Después de unos días de intenso trabajo, por fin puedo dedicar mi atención a escribir la reseña del espectáculo Siface: L’amor castrato que se ofreció en el Teatro Arriaga de Bilbao el pasado dos de febrero. Crítica: «Siface Teatro Arriaga Bilbao

Un momento de "Siface: l'amor castrato"  / Foto: © E. Moreno Esquibel
Un momento de «Siface: l’amor castrato» / Foto: © E. Moreno Esquibel

Siempre valoro el trabajo de cualquier profesional de la música y más si procuran salirse de lugares comunes, como ha sido en este caso. El repertorio, sin duda, es la espina dorsal de esta propuesta. No solo por el trabajo de enfilar como perlas piezas que sin un gran lustre crean un resultado óptimo, sino por apostar por una interpretación históricamente ajustada. Crítica: «Siface Teatro Arriaga Bilbao

No es el trabajo de dirección de Javier Ulises Illán en escena lo que se escucha, sino su labor previa la que consigue el resultado. La orquesta Nereydas deja claro desde que aparece al otro lado de la cuarta pared que iban a tocar para sí mismas y no para los que nos encontrábamos fuera del escenario. Esto no es solo evidente en los instrumentistas, sino también por el contratenor Filippo Mineccia, que canta en muchos casos para si mismo, sin que la voz traspase las ‘candilejas’ del escenario. Si en otros recitales en ese mismo teatro hemos escuchado a voces similares emplear amplificación, no hubiese estado de más en este caso, así el continuo no hubiese tenido que apianar tanto su sonido haciéndolo apenas era audible. Mineccia intenta hacer frases infinitas pagando con su volumen el alarde. Es muy injusto para las voces de contratenor que la idea que quede en el público es que son pequeñas y gritan el agudo. Ya que la técnica lo permite y se hace un alarde de medios visuales, se podrían aprovechar los acústicos para redondear la experiencia, así se acercaría más a la propuesta del disco. Crítica: «Siface Teatro Arriaga Bilbao

En lo que respecta al montaje sucede como con los nuevos actores del cine español, se necesitan subtítulos. Cuando en los noventa veíamos propuestas como esta de Ane Pikaza para la representación, tenían a su favor la novedad. Eran como los experimentos dodecafonistas, interesantes y que cuajaron, sin embargo, aquí la sensación está tan deshilvanada que por mi parte no se consigue ver la trama, pero seguro que un público más educado llegó a intuirla. Janire Orduna, con sus tintas, y Mikel Agirrezabalaga, con la cámara, transmitían la misma sensación que se vivió con la orquesta, estaban ‘a sus cosas’ mientras los demás sentados seguíamos esperando algo que no acababa de llegar.

Cualquiera que lea esta crítica debería acudir sin falta a este espectáculo, salgamos de la audición en plataformas multimedia y vivamos la experiencia de este modo, podrá escuchar una música valiosa por su distancia y descubrir si su sensibilidad está preparada. Porque si esto es lo que está por venir, mejor ir preparándose. Yo por mi parte seguiré intentándolo hasta que consiga disfrutarlo, si no en lo sensible, sí en lo intelectual.


Bilbao (Teatro Arriaga), 2 de febrero de 2023.  Sifacel’amor castrato  

Filipo Minecia, contratenor.  Ane Pikaza, directora de escena.  Javier Ulises Illán, director de orquesta.   Orquesta: Nereydas

OW