Por Federico Figueroa Crítica: «Tenorio» Tomás Marco Real
La historia sobre la gestación de este Tenorio, ópera de cámara de Tomás Marco (Madrid, 1942), la encontramos en un artículo del programa de mano firmado por el propio compositor. Nos cuenta que la hizo entre 2008 y 2009, como encargo para estrenarla en 2010 en el Estío Musical Burgalés. La crisis económica que atravesábamos en aquellos años impidió su estreno. En 2017 se estrenó en versión de concierto en el Auditorio de San Lorenzo de El Escorial y posteriormente se hizo en Sevilla y se grabó en disco. Ahora el Teatro Real apuesta por ella y la lleva a escena.

Una ópera más sobre el mito de Don Juan, que probablemente más pronto que tarde quedará en el olvido. Ya nace caduca, con una música que no es nueva ni antigua y con un libreto que es lo mismo pero al revés: ni antiguo ni nuevo. En este sentido más interesante me pareció el reciente Policías y ladrones del mismo autor. La música de Marco suele ser monótona y aquí no escapó, ni lo intentó, del cliché. Pero es su obra, se respeta y uno trata de entender sus maneras. En cualquier caso da alegría ver a un compositor salir a saludar al final de la función de estreno.

Si confuso es el entramado de textos de Tirso de Molina, Lorenzo de Ponte, Antonio de Zamora, Molière, Sor Juana Inés de la Cruz y Francisco de Quevedo, también la puesta en escena se adentró por ese camino. La Agrupación Señor Serrano propuso reinventar la intrahistoria del mito donjuanesco en un plató. El resultado fue a a ratos entretenido y otros, más largos, francamente tediosos. Nada nuevo y sí mucha confusión. Habiendo visto un día antes La verbena de la Paloma en el Teatro de la Zarzuela, no puedo dejar de decir, como Don Hilarión, que este Tenorio no es ni chicha ni limoná. Crítica: «Tenorio» Tomás Marco Real

Los encargados de darle vida, los artistas que ponen la carne en el asador en cada función, son los que merecen todos los aplausos. El director musical, Santiago Serrate animó con todo lo que estuvo en sus manos, literalmente, a los competentes músicos que formaban la orquesta. Los solistas también se entregaron a fondo. El barítono Joan Martín-Royo interpretó a Tenorio, un tanto caricato, con excelente proyección y matices. No le fueron a la saga los tenores Juan Francisco Gatell (Don Luis Mejía) y Juan Antonio Sanabria (La Narración). El vuelo melódico es escasísimo y la mayor parte es un hablado-cantado monótono que solo se salva si el intérprete tiene un timbre hermoso o la sabiduría de modular a conciencia. En esto se mostraron sabias la soprano Adriana González (Doña Inés), y la mezzosoprano Lucía Caihuela (Doña Ana de Pantoja). La también mezzosoprano Sandra Ferrández, aquí Lucía, se hizo notar más como actriz que en sus episódicos pasajes vocales. En el coro, (madrigal les hace llamar el compositor) formado por miembros del programa Crescendo, sobresalieron la mezzosoprano Ana Molina (hostelera), la soprano Inés Lorans (Brígida) y el tenor Eduardo Pomares. Crítica: «Tenorio» Tomás Marco Real
Como ya mencioné, la puesta en escena la firma la Agrupación Señor Serrano, bajo el liderazgo de Álex Serrano y Pau Palacios, con la asesoría dramatúrgica de Clara Serra. La obra se desarrolló mayormente en el proscenio, con la pantalla como apoyo en la proyección de escenas de la teleserie que se pretendía estar grabando. Un batiburrillo entretenido pero insustancial. En versión de concierto, como se estrenó en 2017, la obra tuvo más claridad que en esta puesta en escena.
Madrid (Teatro Real), 13 de mayo de 2024. Tenorio Ópera de cámara. Música y libreto de Tomás Marco. Estreno escénico. Crítica: «Tenorio» Tomás Marco Real
Director musical: Santiago Serrate. Dirección de escena: Agrupación Señor Serrano. Orquesta titular del Teatro Real.
Elenco: Joan Martín-Royo, Adriana González, Juan Antonio Sanabria, Juan Francisco Gatell, Lucía Caihuela, Sandra Ferrández. Madrigal formado por Alejandro von Buren, Gonzalo Ruiz Domínguez, Enrique Torres, Inés Lorans, Miriam Silva, Aida Gimeno, Pablo Puértolas, Eduardo Pomares, Manuel de Filera, Ana Molina, Paola Leguizamón y Yeraldin León. OW