Crónica de viaje: Renata Scotto Opera Naples, tercera parte

Renata Scotto Opera Naples. Foto: Harriet Howard Heithaus
Renata Scotto Opera Naples. Foto: Harriet Howard Heithaus

Los últimos días

Trabajo muy intenso y mucho cansancio pero se van viendo los resultados en todos los cantantes, especialmente en los españoles. La valenciana Vanessa Navarro ha recogido todas las indicaciones de Scotto y ha crecido como cantante muchísimo. Posee una voz muy bella y una gra

el curso con la participación de todos los cantantes que estuvieron magníficos. Se inició con Un aria de Lucrecia Borgia de Donizetti cantada por Francisco Crespo, un bajo granadino de altos vuelos con voz redonda, musical y un timbre bellísimo. La siguió Vanessa Navarro con el aria “dove sono” de La nozze di Figaro de Mozart. Extraordinaria en todo. Alejandro del Cerro, tenor santanderino, quizá sea el cantante más importante del curso con un voz poderosa, fraseo magnífico y unos agudos de escalofrío. Cantó de El corsario verdiano “Tutto parea sorridere”. Cerró las actuaciones individuales la soprano segoviana María Ruiz y el barítono mexicano Germán Olivera. Tuvieron una actuación emocionante. María Ruiz canta como ya no se canta; es una voz de las que ya no existen. Lírica plena, poderosa, gran volumen en todo el registro, buenos graves y una zona aguda espectacular. El mexicano es un estupendo cantante muy sólido que transmite con facilidad; además tiene muchas tablas en su actuación.

Terminó el concierto como se dijo antes con La rondine pucciniana. Los grandes protagonistas fueron María Ruiz y Alejandro del Cerro, al que se sumó el tenor madrileño José Quintín Bueno. La capacidad que tiene para los agudos es milagrosa y su empeño en el trabajo es muy meritorio. Un gran tenor.

Como puede verse ha sido un magnífico curso con importantes resultados. Podría decirse que ha sido un grupo en el que han predominado los agudos sorprendentes. Sin querer barrer para casa, los españoles han brillado a una gran altura sobre el resto por canto, disciplina y trabajo. De hecho Scotto los felicitó personalmente al final del concierto y pidió mas españoles para los próximos cursos.

Resulta paradójico que esta nueva generación de cantantes no tenga presencia en los grandes teatros españoles a excepción de La Zarzuela. El criterio de que primero triunfen fuera para luego ser contratados en España no tiene sentido, más cuando se contrata extranjeros de inferior calidad. Presión de las agencias? Se comenta que también hay algo de comisiones. Esperemos que esto no sea cierto.

Ya es hora de dar cancha a nuestros jóvenes cantantes.