Declaraciones del tenor Javier Camarena

 

La ópera, generadora de emociones que sólo hay en la música: Javier Camarena

La ópera tiene un sinfín de posibilidades: transportar al escucha a otros mundos, a otras épocas; es como una novela cortita en la que hay drama, comedia, risa y desamor; es generadora de una diversidad de posibilidades y emociones que sólo se encuentran en la música.

Así fue definido el bel canto por el tenor Javier Camarena, uno de los cantantes mexicanos más reconocidos del escenario operístico internacional, dueño de una voz rica en matices y buena proyección dramática que se ha presentado en el Met de Nueva York, en el Festival de Salzburgo, en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, en el Festival Internacional Cervantino o como el “conde Almaviva” con la Compañía Nacional de Ópera en el Palacio de Bellas Artes.

Camarena, oriundo de Xalapa y radicado actualmente en Suiza como cantante residente de la Ópera de Zúrich, estuvo en Puebla en el marco del Festival 5 de Mayo ofreciendo un concierto acompañado por la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla (OSEP) bajo la batuta del director invitado Iván López Reynoso.

En entrevista el cantante llamado “el tenor de las óperas imposibles” explicó que comenzó a estudiar música a una edad mayor, por lo que su opción –antes que ser intérprete–, fue el canto. Al principio, recordó con una sonrisa–, no le “gustaba” su voz sino que fue poco a poco, unos tres años después, cuando se dio cuenta de lo que podía hacer con ella.

“Conforme iba avanzando, se abría más mi horizonte. Me di cuenta que había buen material para pulir y cuando me decidí formalmente se me abrieron las puertas y lo que yo soñaba. Creo que, más que tratarse de suerte, fue estar en el momento preciso y estar listo ante la oportunidad”.

Camarena señaló que hablar de la ópera en México es referirse a una disciplina que cuenta con grandes talentos y voces de calidad, pero que necesitan la infraestructura y el apoyo económico para desenvolverse. “Eso, nos obliga a salir de nuestro país a seguir formándonos y luego, para cantar”.

Sobre su posible regreso al país, dijo que es complicado debido a que “luego de tantos años de estar ausente”, de haber establecido un familia y de tener todos sus asuntos personales en Europa. Lo mismo ocurre con la posibilidad de alguna producción discográfica, ya que todavía es un proyecto a largo plazo que podría definirse en los próximos años.

Respecto al concierto que ofreció en Puebla, el cual fue su primera presentación como solista,  resaltó el llevar a la ópera a espacios distintos a los grandes teatros y foros. “Es necesario regresar la ópera a sus inicios, en donde la gente iba cómodamente, como ahora vamos al cine, antes que las empresas comenzaran a monopolizar la disciplina. Creo que es momento de cambiar de percepción y aprovechar espacios como estos”.

El programa que presentó al lado de la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla estuvo integrado en su primera parte por obras de Rossini, Donizetti, Gounod y Verdi. En la segunda parte incluyó la polka Las Bicicletas, de Salvador Morlet, seguida de un popurrí de valses y una selección de canciones mexicanas de algunos compositores como Consuelo Velázquez, María Grever y Agustín Lara, con arreglos de Dimitri Dudin.

Paula Carrizosa