Fledermaus Theater-am-Gärtnerplatz Por Luc Roger
Anoche se estrenó en el Theater-am-Gärtnerplatz de Múnich una nueva producción de Die Fledermaus, de Johann Strauss, para la que el director del teatro ha creado una nueva versión del texto. La famosa opereta ha sido coproducida con el Teatro del Maggio Musicale Fiorentino, donde la obra se representó en enero con el gran Zubin Mehta a la batuta.
Johann Strauss hijo hizo fortuna con Die Fledermaus (El murciélago), una opereta inspirada en Le Réveillon de Meilhac y Halévy, que se estrenó en el Theater an der Wien el 5 de abril de 1874. El clásico triángulo amoroso, con sus engaños y celos, tiene como telón de fondo la alegre fiesta de máscaras del segundo acto, en la que el disfraz garantiza a los protagonistas una libertad que de otro modo les sería negada. Las burbujas de champán que alegran la fiesta permiten olvidar momentáneamente un matrimonio fracasado, una condición social desfavorecida, la fragilidad de las apariencias o el crack financiero que acaba de sacudir la Viena de 1873. La ligereza y el desencanto que encierra la historia se traducen musicalmente mediante un montaje fantasmagórico de elementos musicales heterogéneos. El ritmo ternario de los valses constituye el núcleo de la composición, pero el popurrí musical creado por Strauss incluye también polcas, fragmentos de arias de ópera italiana, citas de operetas de Offenbach y piezas folclóricas, como el csárdás que canta Rosalinde en la fiesta.
La acción de El murciélago es bastante enrevesada. En esta opereta, todos engañan a todos, se disfrazan y cambian su identidad. Eisenstein tiene que ir a la cárcel por desacato al tribunal. Su amigo, el doctor Falke, le aconseja que vaya al baile del príncipe Orlofsky para divertirse antes de entregarse a la justicia. En secreto, Falke está tramando una venganza por una broma pesada que le hizo Eisenstein –por su culpa llegó un día a casa tambaleándose y disfrazado de murciélago, para deleite de todo el pueblo. Rosalinde, la esposa de Eisenstein, aprovecha la ausencia de su marido para reunirse con su amante Alfred, que será encarcelado en lugar de Eisenstein. Da permiso a su criada Adèle, quien finge tener que ir a casa de una tía enferma, para en realidad asistir a un baile en el que la mayoría de los protagonistas se esconden tras identidades falsas. Todos aprovecharán para coquetear sin freno, hasta que se reencuentran a la mañana siguiente en la prisión.
La brillante dirección de Josef E. Köpplinger mezcla ingeniosamente tradición y modernidad y hace que esta compleja obra sea muy legible, dejando al mismo tiempo mucho espacio para el entretenimiento. En su puesta en escena se reúnen el arte del retablo y la vivacidad en la colocación y el movimiento de los protagonistas y el coro característicos del trabajo de un gran director. Es una fiesta visual permanente, realzada por el suntuoso vestuario de Alfred Mayerhofer y las coloridas luces de neón de Valerio Tiberi que enmarcan la disposición del escenario. El escenógrafo Rainer Sinell ha insertado el salón de la mansión de los Eisenstein en el poliedro de un paralelepípedo tan deformado como la psique de los personajes, una idea que se repite en el tercer acto, donde la triste prisión atestada de papeles polvorientos se sitúa en un paralelepípedo en perspectiva caballera. Fledermaus Theater-am-Gärtnerplatz
El segundo acto se desarrolla en los jardines nevados del palacio del príncipe Orlofsky, rodeados de columnas verdes que forman un seto a la manera versallesca, y en cuyo centro se alza la brillante estatua blanca del violinista Strauss, que reproduce el famoso monumento vienés de bronce dorado, aquí cubierto de escarcha y nieve. La fiesta está en pleno apogeo, el champán fluye. Orlofsky, vestido todo de blanco, agasaja a sus invitados con un salvaje ballet de murciélagos ejecutado por el excelente Ballet del Teatro en la Gärtnerplatz y coreografiado por Karl Alfred Schreiner, que nos recuerda la buena broma de Eisenstein a su amigo Falke, quien le devuelve el favor en esta caótica noche. El tercer acto en la prisión es más teatral que musical, con algunas buenas actuaciones.
El tenor austriaco Daniel Prohaska aporta su experiencia en la opereta vienesa al papel de Gabriel von Eisenstein y la soprano Jennifer O’ Loughlin interpreta a la astuta Rosalinde con brío y una cuidada caracterización, teñida de humor. Su csárdás es uno de los puntos fuertes de la noche. El enérgico Lucian Krasznec ofrece un animado Alfred, exagerando a la perfección las frases de las populares arias de ópera italianas que se cantan de fondo. Reinhard Mayr realiza una notable interpretación del alcaide de la prisión, matizando su canto para resaltar las distintas facetas de su personaje, con una actuación escénica de lo más acertada en el tercer acto: sus acrobáticos tropiezos en cascada le valieron merecidos elogios del público. La maravillosa Ilia Staple como Adele se llevó la palma por su pirotecnia vocal. La fascinante mezzo sueca Emma Sventalius, en el rol de Orlofsky, dibujó un príncipe desilusionado y suicida por su gusto a la ruleta rusa y a las aventuras amorosas masculinas. La calidez ardiente de los colores de su voz, las modulaciones de una expresión emocional muy convincente, las variaciones matizadas y precisas, todo seduce en esta cantante que muestra una soberbia técnica. Esto sumado a su reciente Octavian vienés (Volksoper), que también le granjeó un gran éxito, la convierten en una de las revelaciones de la noche; tiene sin duda madera de gran artista. El Frosch de Michael Dangl es absolutamente divertido en el escenario.
Uno sale encantado de esta velada, que aporta un poco de respiro, humor y sueños. Se trata sin duda de uno de los números más destacados de la temporada de Múnich. Las próximas representaciones tendrán lugar los días 10, 14, 23 y 29 de abril y 10, 13 y 15 de junio. Fledermaus Theater-am-Gärtnerplatz
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Theater-am-Gärtnerplatz de Munich, 7 de Marzo 2022. Die Fledermaus (El murciélago), Opereta en tres actos, Música de Johann Strauss, libreto de Richard Genée según la comedia Le Réveillon de Henri Meilhac y Ludovic Halévy en la adaptación alemana de Karl Haffner. Nueva versión del texto para el Teatro del Maggio Musicale Fiorentino y el Staatstheater am Gärtnerplatz por Josef E. Köpplinger. Director musical: Anthony Bramall. Director de escena: Josef E. Köpplinger. Coreografía: Karl Alfred Schreiner, Escenografia: Rainer Sinell. Vestuario: Alfred Mayerhofer. Elenco: Gabriel von Eisenstein, Daniel Prohaska; Rosalinde, Jennifer O’Loughlin; Frank, Reinhard Mayr; Príncipe Orlofsky, Emma Sventelius; Alfred, Lucian Krasznec; Dr. Falke, Daniel Gutmann; Dr. Blind, Juan Carlos Falcón; Adèle, Ilia Staple; Ida, Florine Schnitzel; Frosch, Michael Dangl; Ivan, Alexander Jürgens. Orquesta del Staatstheater am Gärtnerplatz. Coro y Ballet del Staatstheater am Gärtnerplatz.