Die Walküre Bayreuth Por Luc Roger
La Valkiria se abre con un escenario casi tradicional. En la cabaña de Hunding sí hay un fresno que fue poderoso, sólo que aquí yace abatido, habiendo roto en su caída una cristalera. No hay ninguna espada incrustada en él. Lo que encontrará Siegmund bajo el árbol caído es un révolver, arma recuerrente en la puesta en escena de Valentin Schwarz a la que los personajes sacan mucho partido. En una habitación contigua al salón se puede ver una lavadora que, junto con el vestuario de Andy Besuch, nos recuerda que la acción es contemporánea. Se ha hecho de noche y Siegmund y Sieglinde deambulan por la cabaña provistos de linternas. Siegmund examina algunos retratos o fotos, probablemente de su familia, que cuelgan de la pared. Este es uno de los leitmotiv de la producción: los personajes están en busca de su propia historia. La contemplación de las fotos familiares es un hito en el camino hacia el reconocimiento del hermano y la hermana, en este encuentro que se produce inicialmente a tientas. Die Walküre Bayreuth
Pero esta no es la verdadera sorpresa: Sieglinde está embarazada antes de haber conocido a Siegmund. Cuesta creer que la criatura sea de Hunding, ya que esta pareja, unida a la fuerza, se detesta mutuamente, salvo que el embarazo sea fruto de una violación. La puesta en escena ofrece algunas pistas que atribuyen la paternidad a Wotan, lo que constituiría una escena de incesto al uso. Más tarde, cuando Brünnhilde, durante su huida, conduce a la exhausta Sieglinde hasta sus hermanas y hermanastras, Wotan se acerca a su hija embarazada, que está tumbada en el suelo, y le quita las bragas, ya sea para hacer el amor con ella (lo que me parece poco probable), para provocarle un aborto (lo que no le importaría a Fricka), o más probablemente porque el parto está cerca. La inolvidable Lise Davidsen, que interpreta el papel de Sieglinde, actúa tan bien como canta. La puesta en escena la obliga a moverse con la pesadez y las molestias de un embarazo avanzado. Una actuación admirable, y sin duda trabajosa, de una joven agotada y abrumada que se arrastra a cuatro patas, pues apenas consigue mantenerse en pie.
El segundo acto se abre con el decorado menos realista de esta Valquiria. Se trata del Walhalla, un gran espacio vacío con suelo de lustroso parqué en el que a la izquierda se yergue una pirámide luminosa de cristal cuya estructura recuerda a la del Louvre. El mobiliario es similar al del Rheingold, al igual que la biblioteca, pero todo parece aún más lujoso; el clan Wotan se ha enriquecido aún más, como si el destino de los ricos y poderosos de este mundo fuera enriquecerse cada vez más. Un pequeño invernadero interior contiene plantas verdes. Es en este invernadero donde Brünnhilde se esconderá más tarde, de vuelta al Walhalla. El decorado de Andrea Cozzi está bien diseñado, con otro tramo de escaleras a la izquierda que lleva a un entresuelo.
Asistimos a un velatorio: los protagonistas y los niños están sentados a ambos lados de un ataúd blanco colocado sobre caballetes y decorado con coronas. También hay un gran retrato en el que parece reconocerse el rostro de Freia. ¿Acaso ha muerto la proveedora de manzanas de la vida? El crepúsculo de los dioses ya se ha anunciado, su destino es ineludible. Fricka, vestida con un gran traje oscuro, es el ama del lugar. Dominante y poderosa, someterá a Wotan a su voluntad. Es su gran acto, cree que tiene las llaves del reino. Die Walküre Bayreuth
La Cabalgata de las valkirias ya ha hecho correr mucha tinta entre los críticos, y es una de las más coloridas de la historia. Estas altivas damas, enfundadas en caros y ostentosos modelitos, se encuentran en su salón de belleza privado, armando algazara. Se han aplicado mascarillas rejuvenecedoras en el cutis mientras esperan que les entreguen sus zapatos Louboutin en este gallinero de alta gama donde pulula un ejército de criadas y mayordomos. Como princesas reinantes, subordinadas únicamente a su único progenitor, hacen temblar a los sirvientes al azotarles con cintas de raso. Se trata de una escena rebosante de humor irónico que da pruebas del ingenio incisivo del director.
Presidida por la pirámide de cristal al fondo del escenario, la despedida de Wotan de las valquirias, en cambio, es una escena de gran sencillez que recurre a la conmovedora actuación de los protagonistas. Los haces de luz de dos focos sirven para simbolizar el círculo de fuego que rodea a la Valkiria sobre una roca que tampoco existe en la puesta en escena. La única llama que vemos es la de una vela que Fricka posa sobre un aparador al tiempo que le ofrece a su marido la copa de la reconciliación. Fricka, que ha causado la muerte de Siegmund, ha instigado la de Sieglinde, que ha sometido a las valquirias transformándolas en grandes burguesas borrachas de consumismo y lujo, que cree haber derrotado a la hija predilecta de Wotan, en realidad le ofrece a este la copa de su propia victoria. Pero Wotan la desprecia, la vacía y arroja en ella su anillo de bodas, en un gesto simbólico de separación definitiva, y luego se marcha, cogiendo un sombrero de ala ancha que llevaba Fricka. Retoma su camino de vagabundo. Die Walküre Bayreuth
Sabemos que Cornelius Meister llegó a Bayreuth en el último momento para sustituir a Pietari Inkinen, quien no pudo actuar por enfermedad. Aunque el director musical de Stuttgart ya ha dirigido el Prólogo y la Valquiria en su teatro, no está familiarizado con el famoso foso cubierto del Festspielhaus y no ha tenido el tiempo necesario para ensayar. Esto hace que su actuación sea aún más meritoria, y no puedo adherirme de ninguna manera a los odiosos abucheos que recibió en el estreno y en la segunda función del Rheingold. Anoche, tras algunos pequeños contratiempos en el primer acto, por fin se produjo la ósmosis entre el magnífico elenco de cantantes y la orquesta y esta pudo desplegar el exuberante tesoro de la música de Wagner.
Siegmund, hijo del amor y de la desgracia, huérfano herido y agotado, es defendido por Klaus Florian Vogt, que también canta el papel principal de Lohengrin este verano en Bayreuth. Su voz ha adquirido más cuerpo y presenta una ligera aspereza que se adapta bien al romanticismo doloroso y apasionado de Siegmund, cuyos impulsos victoriosos ha roto su propio padre. El lirismo cantabile de su aria de amor ‘Winterstürme wichen dem Wonnemond’ es admirable. Lise Davidsen como Sieglinde es sin duda la reina de la noche, gracias a una voz de incomparable volumen y poder evocador que nos llena de emoción, culminando en su gran escena final del tercer acto ‘¡O hehrstes Wunder! Herrlichste Maid!’ cuando se acerca a la muerte. Georg Zeppenfeld vuelve a interpretar el papel de Hunding, que interpreta con bellos colores en el registro grave. Escuchar a la gran mezzo wagneriana Christa Mayer en el papel de Fricka es siempre una experiencia para morderse las uñas, está soberbia expresando la ira de una ama confiada e inflexible. No tiene miedo ante el dios que es su esposo y constructor, y que no puede resistir su inflexible voluntad de exterminar a sus bastardos. Iréne Theorin lleva el papel de Brünnhilde con un carisma algo obstaculizado por una gestualidad muy repetitiva y mecánica. La voz, de un bello volumen, algo afectada por un incierto vibrato, parece buscar su camino en el arte de los contrastes para encontrarlo más bien en una expresividad que conmueve. Por último, last but certainly not least, Tomasz Konieczny ofreció uno de los mejores Wotan que hayamos escuchado nunca, con fuerza, una resistencia infalible para un papel tan difícil, una humanidad profunda y trágica en su extraordinario monólogo del segundo acto, un refinado sentido del matiz, especialmente en el triste final, tan doloroso, donde se escucha la voz de un hombre roto que apenas puede reincorporarse para dar un último beso a la sacrificada Valquiria. Die Walküre Bayreuth
El público ovacionó a la Valkiria con grandes vítores y aplausos. Die Walküre Bayreuth
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Festival de Bayreuth, a 11 de agosto de 2022. Die Walküre, música y libreto de Richard Wagner. Director musical: Cornelius Meister. Director de escena: Valentin Schwarz. Escenografía: Andrea Cozzi. Vestuario: Andy Besuch. Dramaturgia: Konrad Kuhn. Iluminación: Reinhard Traub. Elenco. Siegmund: Klaus Florian Vogt. Hunding: Georg Zeppenfeld. Wotan: Tomasz Konieczny. Sieglinde: Lise Davidsen. Brünnhilde: Iréne Theorin. Fricka: Christa Mayer. Gerhilde: Kelly Dios. Ortlinde: Brit-Tone Müllertz. Waltraute: Stéphanie Müther. Helmwige: Daniela Köhler. Siegrune: Nana Dzidziguri (en sustitución de Stephanie Houtzeel). Schwertleite: Christa Mayer. Grimgerde: Marie Henriette Reinhold. Rossweisse: Katie Stevenson. Grane: Igor Schwab. Opera World