Dolce Duello de Cecilia Bartoli: duelo de virtuosismo

Dolce Duello
Dolce Duello

Se han reunido en este disco, Dolce Duello de brillantes resultados, dos de las mayores virtuosas de nuestro tiempo en sus respectivos géneros, como son la mezzosoprano italiana Cecilia Bartoli, siempre desempolvando nuevos territorios, y la joven chelista argentina Sol Gabetta, que, a sus 36 años, figura ya entre la élite de los artistas de su cuerda. Y, lo que es más importante, es que se trata de arias barrocas con acompañamiento obligado, no de adaptaciones, por lo que todas ellas son originales en esta curiosa disposición para la voz humana y el instrumento que sin duda más se asemeja a ella, sobre todo en el registro de contralto. Asistimos así a un bellísimo despliegue de páginas de Antonio Caldara, Tommaso Albinoni, Antonio Vivaldi (de su ópera “Tito Manlio”), Nicola Porpora o Henry Purcell (de la célebre “Oda a Santa Cecilia”, que permite a la Bartoli demostrar su buena dicción inglesa), en los que la cantante se preocupa en todo momento por imitar a su colega y viceversa, en un “dolce duello” realmente fascinante, y que constituye sin duda uno de los mejores recitales de la diva romana. El disco proporciona numerosos placeres, muchos de ellos grabados por primera vez, aunque quizá la mayor joya es el fragmento de la “Arianna in Creta” de Haendel (“Son qual stanco pellegrino”). La contribución de la Cappella Gabetta, un estupendo conjunto historicista creado hace aproximadamente una década y que lidera desde el violín el propio hermano de Sol, Andrés Gabetta, es asimismo impecable, llena de color y de vitalidad, de matices y de claroscuros. Como sustancioso complemento se incluye el “Concierto para violonchelo en Re mayor” de Luigi Boccherini, que, como es sabido, era también un virtuoso del instrumento, y que tampoco se encuentra entre los más conocidos de los suyos.

Rafael Banús Irusta