Don Fernando el Emplazado, afortunada exhumación

La historia de España ha atraído a gran cantidad de compositores en el campo de la ópera. Giuseppe Verdi es el mejor ejemplo con sus cuatro títulos de ambientación netamente hispana: Ernani, Il trovatore, La forza del destino y Don Carlo. El gusto romántico por lo gótico y lo sobrenatural acudiendo a los mitos y leyendas de nuestro pasado histórico también interesó a los propios autores españoles, como es el caso del vizcaíno Valentín de Zubiaurre (1837-1914), cuya casi exclusiva dedicación a la composición de música litúrgica orilló su prometedora carrera para el teatro lírico. Don Fernando el Emplazado es la segunda de sus tres óperas firmadas, y la que el Teatro Real, justo unos pocos días después de ser avalado como mejor coliseo operístico en los International Opera Awards, ha rescatado del olvido tras su estreno hace ahora 150 años en el Teatro Alhambra de Madrid, antes de pasar en 1874 al de la Plaza de Oriente. Don Fernando el Emplazado

Además del loable empeño del teatro madrileño, en este reestreno en tiempos modernos ha tenido mucho que ver la iniciativa investigadora del Instituto Complutense de Ciencias Musicales en su ánimo de preservar y difundir el patrimonio musical español, y que suma con este Don Fernando el Emplazado una más de las múltiples recuperaciones emprendidas por esta institución y que saldan deudas con el repertorio español. Una ópera que en esta ocasión ha sido servida en la traducción al italiano realizada por el propio Zubiaurre pese a que la versión original se escribió en castellano, con lo que la etiqueta de ópera española debe ser aquí entendida dentro de los cánones imperantes de la ópera italiana del momento, con el belcanto como estilo canoro principal, trazas de grand opéra y con una fastuosa orquestación a la alemana para los momentos de mayor potencia dramática. Porque en esta obra se revela que el músico vasco dominaba a la perfección todos los entresijos del melodrama italiano, desplegando un innegable talento melódico y una gran capacidad para la creación de situaciones teatrales de gran efecto, proporcionadas por el libreto de Riccardo Castelvecchio y Ernesto Palermi que adapta el episodio del rey medieval Fernando IV de Castilla, su orden de ejecución de los hermanos Carvajal y la misteriosa muerte del monarca 30 días después de la amenaza de los condenados -uno de ellos volviendo del Más Allá para llevarse a su verdugo a la manera del Comendador mozartiano-, aunque incorporando una trama amorosa de por medio que no encontramos en las crónicas históricas.

Hubiera sido bastante deseable disfrutar de la representación escénica de Don Fernando el Emplazado, pero la versión de concierto ofrecida por el Real ha permitido disfrutar con los máximos niveles de calidad interpretativa de este título desconocido para todos pero cargado de interés. Y ello ha sido posible gracias a un equipo artístico íntegramente conformado por españoles y liderado por la batuta de José Miguel Pérez-Sierra, que ha pulido a un grado máximo los hallazgos en el tejido instrumental de esta ópera, con cuerdas sedosas y vientos eficazmente empastados junto a unos poderosos metales que hacían sacudir al espectador en la butaca, especialmente en los finales de acto, donde el maestro madrileño demostró lo magnífico planificador que es, haciendo por ejemplo del espectacular concertante final del acto segundo una experiencia teatral imborrable. El tenor José Bros como Don Pedro de Carvajal posee sin ninguna duda los mejores momentos a nivel cantabile de toda la ópera y supo aprovecharlos por medio de sus admirables dotes para frasear en una línea de canto legato no exenta de énfasis y acentos para los instantes más dramáticos. Con su timbre privilegiado, demostró una vez más lo gran artista que es con una voz que se encuentra en plenitud y en su terreno natural. Nos sorprendió muy gratamente la participación de Miren Urbieta, que deslumbró sobremanera dando vida al personaje de Estrella tanto en solitario como en los dúos, destacando en los conjuntos, una cantante bien pertrechada con unos poderosos medios de soprano lírica de centro amplio y unos sensacionales graves. Con su leve coloración oscura, el instrumento de la donostiarra asciende al registro agudo con absoluta firmeza en un control soberbio del vibrato. Plenos de expresión dramática fueron sus encuentros con el barítono, que dejaron la prestación de Damián del Castillo en cierto segundo plano, pues el papel titular de Fernando IV demandaba algo más de proyección y autoridad vocal, si bien es cierto que Del Castillo es un estupendo cantante que siempre otorga expresión y sinceridad a su canto.

José Bros, protagonista de «Don Fernando El Emplazado» Don Fernando el Emplazado

El bajo Fernando Radó como Don Juan, hermano de Don Pedro, -una especie de Padre Guardián verdiano-, demostró severidad y nobleza en un canto de enorme empaque y el resto del reparto cumplió con creces sus breves cometidos, como el tenor Gerardo López en su teatralizado Don Rodrigo o la mezzo Cristina Faus, cuya prestación apenas luce en papel tan ingratamente episódico. El Coro Titular del Teatro preparado por Andrés Máspero rinde a gran altura adaptándose a lo largo de toda la función con intención y musicalidad a los diferentes ambientes que demanda la ópera, tanto de los pasajes más contemplativos y religiosos (donde se evidencia su oficio como músico de iglesia) como de los más festivos, unos tratamientos corales de cuño verdiano que Valentín de Zubiaurre incorpora a una atractiva creación cuya afortunada exhumación abre el camino para seguir explorando el amplísimo terreno de nuestra ópera patria.

Germán García Tomás

15 de mayo de 2021. Teatro Real (Madrid). Don Fernando el Emplazado (Valentín de Zubiaurre). Ópera española en tres actos. Versión de concierto. Dirección musical: José Miguel Pérez-Sierra. Dirección del coro: Andrés Máspero. Reparto: Miren Urbieta-Vega (Estrella), Damián del Castillo (Fernando IV), José Bros (Don Pedro de Carvajal), Fernando Radó (Don Juan de Carvajal), Cristina Faus (Violante), Gerardo López (Don Rodrigo), Vicenç Esteve (Paje), Gerardo Bullón (pregonero). Orquesta y Coro Titulares del Teatro Real.