Por Bernardo Gaitán
«Don Giovanni» Pavía Mario Martone La ausencia de Don Giovanni
Como ya es habitual en la escena lírica lombarda, durante el último trimestre del año, ve la luz la extraordinaria propuesta de OperaLombardia, un circuito de coproducción, distribución y promoción de producciones operísticas que une cinco importantes ciudades de la región norteña italiana: Brescia, Como, Cremona, Bergamo y Pavía. Es en esta última ciudad en donde este fin de semana se representó una coproducción entre la asociación antes mencionada y el Teatro Regio de Parma de la ópera Don Giovanni.
La dirección escénica, firmada por el experimentado Mario Martone y en esta ocasión retomada por Raffaele Di Florio, fue una tremenda decepción por la carencia del ingenio e innovación que caracterizan las producciones del regista napolitano. Un medio anfiteatro con maniquís inertes dejaban un espacio vacío donde sucedían literalmente todas las escenas con contados elementos de utilería que ayudaran a diferenciar el panteón de la escena del Comendador con el espacio de la boda de Masetto y Zerlina, o de la casa de Donna Anna a la de Don Giovanni. El escenario, una copia impúdica de la producción del Il barbiere di Siviglia de Bartlett Sher para la Metropolitan Opera House de Nueva York, con un proscenio que dejaba un espacio para la orquesta permitiendo a los cantantes estar mucho más cerca del público. Martone recurrió además al recurso más patético y pobre al que se puede apelar un regista, abolir la cuarta pared e involucrar al público haciendo escenas en medio de la platea interactuando con los asistentes. Por fortuna los vestuarios de Sergio Tramonti rescataron un poco la intrascendente propuesta de Martone con elementos de época que hicieron lucir las bellas figuras de Donna Anna y Donna Elvira con sus colores y formas provocativas. «Don Giovanni» Pavía Mario Martone
Tras comenzar con el habitual retraso (de 15 minutos) que caracteriza al Teatro Fraschini, bajó al foso de la orquesta el jovencísimo concertador Riccardo Bisatti de tan solo 22 años quien a pesar de su corta edad ofreció en su debut con la compañía una versión académica y certera del inmortal título mozartiano. Bisatti cuidó siempre el volumen de la orquesta para no cubrir a sus cantantes, muy claro en sus movimientos y sumamente expresivo le valieron al también pianista un merecido reconocimiento. Puso especial énfasis en las dinámicas de volumen sobretodo en la obertura, en el cuarteto «Non ti fidar, oh misera» y en el finale del primer acto. La Orchestra I Pomeriggi Musicali di Milano respondió con astucia a los tempi y requerimientos de Bisatti, acción muy loable sobretodo para un teatro como el Fraschini, que cuenta con una acústica que si no se está bien preparado puede ser contraproducente para los artistas.
A balancear la paupérrima puesta en escena estuvo el joven cast encabezado por el dissoluto punito, o sea Don Giovanni, el barítono Guido Dazzini de 28 años quien aun no está listo para un rol como este, llegó al final de la función con la voz notablemente cansada con agudos engolados y gritados, mientras su registro medio es ameno. Su mejor momento fue la serenata «Deh, vieni alla finestra» al igual que toda su interpretación actoral. En contraste el bajo Adolfo Corrado también de 28 años, interpretó un Leporello vocalmente resuelto con una gran sonoridad tanto en graves como en agudos e histriónicamente convincente, poseedor de una voz grande y educada que seguramente hará una interesante carrera; muy aplaudido en su «Madamina, il catalogo è questo».
La parte femenina fue por mucho lo mejor de la noche. La soprano Elisa Verzier como Donna Anna cuenta con una vigorosa y refinada voz dotada de bellos armónicos, excelente en su entrada «Fuggi, crudele, fuggi» mientras que su colega la soprano Marianna Mappa encarnó una Donna Elvira convincente gracias a su ágil voz y portentosos agudos que le valieron merecidos aplausos tras las temidas agilidades de «Mi tradì quell’alma ingrata» extraordinariamente bien interpretadas. «Don Giovanni» Pavía Mario Martone
Los recién casados Zerlina y Masetto interpretados por la soprano Gesua Gallifoco y el barítono Francesco Samuele Venuti respectivamente, fueron fundamentales para la agilidad del espectáculo. Ambos, dotados de voces encantadoras y frescas: Venuti de 26 años con su profunda y dinámica voz dejó una semilla plantada para su próspero futuro, mientas Gallifoco fue aplaudida tras su sensual interpretación de «Vedrai carino». El Commendatore de Pietro Toscano no estuvo a la par del resto del elenco, con un registro agudo forzado y gritado ensució la musicalidad del resto de la compañía, mientras el Don Ottavio del tenor toscano Didier Pieri fue una gratísima sorpresa, poseedor de un elegante fraseo, fiato envidiable y agilidades limpias. «Don Giovanni» Pavía Mario Martone
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Domingo, 9 de octubre de 2022. Pavía (Teatro Fraschini). Coproducción Teatri di OperaLombardia y el Teatro Regio di Parma. Coro OperaLombardia. Orchestra I Pomeriggi Musicali di Milano.
Dirección escénica: Mario Martone. Reproducción escénica: Raffaele Di Florio.
Escenografía y vestuario: Sergio Tramonti. Iluminación: Pasquale Mari. Coreografía: Anna Redi.
Solitas: Pietro Toscano, Didier Pieri, Gesua Gallifoco, Francesco Samuele Venuti, Marianna Mappa, Elisa Verzier, Adolfo Corrado, Guido Dazzini.