El Palais Garnier trae la ópera Don Pasquale de Gaetano Donizetti. La misma puesta en escena de Damiano Michieletto que ya vio la luz en Junio de 2018 en la misma casa se quedará hasta el 16 de abril.
Ésta ópera Bufa de tres actos es la historia de Don Pasquale, un soltero de buena fortuna que decide casarse para frustrar los planes de su sobrino Ernesto. El joven Ernesto se enamora de la encantadora Norina pero su tío, ha decidido que el sobrino no se case con Norina, porque según el presupone, es una viuda vanidosa. Para completar el enredo, el doctor Malatesta, un amigo de Don Pasquale, aparece en escena y le ofrece a su hermana como posible pretendienta.
Norina, traída por su hermano y vestida casi de monjita, llega a casa de Don Pasquale para intentar seducirle con su inocencia y que así acepte el contrato matrimonial. Pero, desde el momento en que se firma el compromiso, Norina se convierte en la peor pesadilla de Don Pasquale, ha dejado su inocencia a un lado y ahora es una mujer intratable y derrochadora.
La escenografía es bastante simple. Representando un apartamento, encontramos un techo de neón y algunos muebles que crean las estancias. Lo único que con lo que se consigue un pequeño efecto de espacio son unos mecanismos rotatorios, ideados por Damiano Michieletto, que el edificio se mueva en círculo según la posición de los personajes.
El reparto no defrauda y cumple con las expectativas.
Michele Pertusi, en el papel de Don Pasquale es un experto en este papel. Conoce el estilo de este rol y se desenvuelve con gran comodidad. Sin fallos, resulta impecable en escena.
Christian Senn, el gran barítono de sello barroco, tiene una voz muy sonora. Su voz de gran claridad vocal y su gran flexibilidad para el lenguaje belcantistale hace convertirse en un perfecto Malatesta. Sin duda, una de las grandes sorpresas de la noche.
Ernesto, interpretado por el tenor mexicano Javier Camarena tampoco defrauda. El que es uno de los tenores más codiciados del mundo de la ópera es un actor esmerado y este tipo de papeles se le dan a la perfección. Voz aterciopelada a la vez que seductora, tiene un registro amplio y sólido con unos virtuososy arrebatadores agudos.
Lo mismo se puede decir del Norina interpretada por la soprano Pretty Yende. Ella es una de las jóvenes promesas del belcanto. Tiene mucho carisma sobre el escenario, divertida y sexy se siente bastante cómoda en este papel.
La soprano tiene gran estabilidad en el registro central y aunque sus agudos estén bien colocados y sean brillantes les sobra un poquito dureza. A pesar de ello se desenvuelve asombrosamente bien con las coloraturas y no les dedica mucho esfuerzo.
Rebeca Blanco Prim