Del 18 de noviembre al 8 de diciembre, la ciudad se viste de movimiento y muy ecléctico. Aida Gómez se ha enfrentado en esta edición a responsabilizarse absolutamente de la programación del XXXI Madrid en Danza, tras haber sido nombrada directora el año pasado, entonces con parte de la agenda ya anotada.
Para iniciar las tres semanas en las que la danza será protagonista en los Teatros del Canal, escenarios donde se cuida muy bien a este arte, pero también en el Teatro de la Abadía o en los centros culturales de la Comunidad de Madrid, el festival que ya cumple unos maduros treinta y un años dedica dos jornadas a la Gala Nacho Duato (18 y 19 de noviembre), en la que bailarines y exbailarines de la actual Compañía Nacional de Danza y otros artistas doctos en el trabajo del coreógrafo español interpretarán piezas de sus mejores creaciones.
Las estrellas del Ballet de la Ópera de París, Dorothée Gilbert y Mathieu Ganio, actuarán el día 20 con la coreografía de Giorgio Mancini, Tristan & Isolde. Se trata de un dúo de apenas una hora, sobre la ópera homónima de Wagner, en el que Mancini ha trabajado sobre la emoción y la pasión. De estilo muy diferente es la Batsheva Dance Co., cuyo principal coreógrafo, Ohad Naharin, firma un estilo de movimiento que denomina Gaga y que también ofrecerán en talleres durante las mañanas que estén en España. Bailarán los días 23 y 24 de noviembre con la pieza Last Work, donde exponen su particular técnica.
Vuelven a nuestros escenarios dos veteranos coreógrafos españoles, Mónica Runde –ahora junto a Inés Narváez Arróspide- y Cesc Gelabert. Runde continúa con su compañía 10&10 y presenta Olvido… De hilo blanco en la Sala Cuarta Pared (del 23 al 26). Gelabert Azzopardi Compañía de Dansa ofrecen, en la Sala Verde de los Teatros del Canal (24 y 25), Escrito en el aire (Gelabert danza Novarina), producto del encuentro del coreógrafo y bailarín catalán con el escritor, pintor y director de escena francés Valère Novarina.
Si el año pasado se celebró la Gala de Bailarines Madrileños, este año el evento aglutinará a grandes de todas las nacionalidades. La Gala Internacional Madrid en Danza(día 26) ofrecerá nombres como los españoles Alicia Amatriain, primera bailarina del Stuttgart Ballet, y Carlos Pinillos, figura en la Companhia Nacional de Bailado. Junto a ellos, tops internacionales como Marianela Núñez o Davide Dato, estrellas, respectivamente, del Royal Ballet y del Ballet de la Ópera de Viena.
Es todo un gesto de justicia histórica que vuelva a Madrid el Ballet Rafael Aguilar. Si este coreógrafo fue precursor en la danza española teatral, en los 60, con obras míticas ya como Rango o Yerma, más se comprenderá cuando se tenga en cuenta que su línea de trabajo para que la expresión de nuestra danza pudiera ser lenguaje narrativo fue anterior a Antonio Gades. Se ofrecerán dos actuaciones. La última, la que más emociones despertará, será el Homenaje a Rafael Aguilar. Rango y Bolero en los Teatros del Canal (domingo 27). Con dirección artística de Francisco Guerrero, tendrá como bailarín invitado al que ya es hoy primera figura del Ballet Nacional de España, Sergio Bernal. Antes, actuarán en el Teatro Carlos III de San Lorenzo de El Escorial (día 19) conRango. Lorca y Rafael.
Terminando el mes tendremos la visita de Gauthier Dance//Dance Company Theaterhaus Stuttgart (Teatros del Canal, 30 de noviembre y 1 de diciembre) que ofrecen el nuevo ballet de Marco Goecke sobre el que fuera astro de los Ballets Rusos de Diaghilev,Nijinsky, título de la obra. Aquí el coreógrafo nos habla de su arte y de su magia, pero también del sufrimiento personal que vivió por su fragilidad mental, hecho que le llevó a retirarse muy joven, lo que potenció el mito.
Y vuelve la compañía Mal Pelo. María Muñoz y Pep Ramis ofrecen El quinto invierno (1 y 2 de diciembre), un poema coreográfico sobre el paso del tiempo y los límites del propio territorio construido a partir de las palabras del escritor y poeta italiano Erri de Luca. También el día 1 se podrá ver a Concha Jareño Cía. con El baúl de los flamencos, que interpretará junto a Adrián Santana en el Teatro de la Abadía.
Además, tendremos al siempre esperado, el gran Israel Galván, al que pudimos ver en la Biennale de la Danse de Lyon levantando a los franceses de sus butacas con su genial arte surrealista. Regresa con La edad de oro (del 2 al 4 de diciembre, en Teatros del Canal), obra que cumple diez años y 263 actuaciones desde su estreno. El magnífico artista volverá a deleitarnos con su especial y vanguardista movimiento.
Lali Ayguadé y Catherine Habasque son dos coreógrafas a las que podremos ver, respectivamente, en Teatros del Canal (día 4) con Kokoro, y en el Teatro de La Abadía (el 6), con Violetta, Simone et Moi. Variations sur le thème de Traviata. En otros escenarios de la ciudad y la comunidad se admirará el trabajo de Belén Maya, que presenta Romniaen el C.C. Pablo Rabal (día 26) o de Sara Calero, con El mirar de la maja, el 3 de diciembre en el C.C.H. Cardenal Gonzaga Sierra Norte. También, a Larumbe Danza, que llevará ese mismo día Chasing Forests (Ensueños del bosque) al Teatro Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial, con coreografía de Camille Hanson, coreógrafa que ha participado en la creación de la película Amarás sobre todas las cosas, de Chema de la Peña, con Israel Elejalde y Lidia Navarro, cuyo estreno será el 25 de noviembre.
Por fin Madrid en Danza recoge la energía de todas las compañías residentes en municipios de la Comunidad de Madrid. Su trabajo se verá en una gala que no denominan como tal, sino que se llama simplemente In Pulso. Manuel Segovia (Ibérica de Danza), Juan de Torres (Larumbe Danza), Ángel Rojas y Carlos Rodríguez (Rojas y Rodríguez), Chevi Muraday (Losdedae), Stella Arauzo (Compañía Antonio Gades) y Carlos Chamorro (Malucos Danza) ofrecerán sus muy diferentes estilos y lenguajes en una función única que no hay que perderse en el puente de diciembre, concretamente el día 7.
Como cierre de esta XXXI edición de Madrid en Danza se podrá ver, el jueves 8 de diciembre, el nuevo trabajo de Marcos Morau para La Veronal, Siena, una reflexión sobre el cuerpo humano a través de un espacio atemporal. Ha contado con la dramaturgia de Pablo Gisbert- El Conde de Torrefiel y Roberto Fratini para hablar de la necesidad constante del ser humano de contemplarse a sí mismo.
Cristina Marinero