«El estandarte de la economía naranja». Así es como se refería Agustín Iglesias Caunedo, alcalde de la capital asturiana, a la Fundación Ópera de Oviedo tras la reunión que mantuvo el pasado miércoles con tres representantes de la organización: Jaime Martínez (presidente), Juan García-Conde (vicepresidente) y el director artístico, Javier Menéndez. Un encuentro que se cerró con la promesa por parte de la cabeza de la administración local de incrementar su contribución económica a la Fundación.
Iglesias señalaba de esta manera la relevancia de la Ópera de Oviedo en el panorama cultural y turístico de la ciudad como un motor económico, aportando datos como los más de 100 abonados que se registraban con residencia fuera de la comunidad autónoma, las 300 entradas vendidas a visitantes ocasionales o su función embajadora de la cultura respecto de otras importantes capitales culturales dentro y fuera del territorio español. Destacaba así el papel inestimable de la Fundación Ópera, de la que, hoy día, el Ayuntamiento de Oviedo es su primer patrocinador.
Un «ejemplo del éxito en la colaboración público-privada»,añadía el alcalde.