«El caballero avaro» de la Fundación March

Patologías descarnadas «El caballero avaro» March                                            Por Federico Figueroa

La Fundación March y el Teatro de la Zarzuela continúan su andadura juntos en la recreación del teatro musical de cámara e inciden en el repertorio ruso, escasamente representado en el panorama lírico madrileño. La elección de la ópera de corta duración El caballero avaro no es precisamente una obra de cámara, pues su estreno, en 1906 en Moscú, fue con una orquesta de amplia plantilla y teniendo al propio compositor Serguéi Rachmáninov al frente de la dirección musical. Es una ópera de un acto dividida en tres escenas, basada en la obra homónima de Alexandr Pushkin, y con una duración de una hora escasa. Cinco personajes, todos masculinos, son material más que suficiente para exponer y desarrollar el argumento: El Barón es rico y avaro patológico. Su hijo, Albert, es un joven despilfarrador que se siente agraviado por no poder vivir con el tren de vida que merece su rango. «El

Ihor Voievodin en "El caballero avaro" / Foto: © Dolores Iglesias
Ihor Voievodin en «El caballero avaro» / Foto: © Dolores Iglesias «El caballero avaro» March 

La puesta en escena de Alfonso Romero nos presenta, de forma descarnada, el oscuro mundo en el que vive el Barón, condicionado por su problema mental, y el dolor que causa en su hijo esta patología. El movimiento escénico es detallista, ideal para el espacio escénico que ofrece la Fundación March, y la escenografía (Carmen Castañón) concisa y práctica, muy bien apoyada por la iluminación de Felix Garma. El vestuario (Gabriela Salaverri) huyó del acercamiento histórico y se sitúa, como la escenografía, en un atemporal espacio/tiempo. Los vídeos de Philip Contag-Lada podían haber no existido y la potencia de la propuesta escénica no habría mermado un ápice.

Borja Mariño, desde el piano, acompaña, sostiene y dirige con férrea mano en guante de seda toda la función. El barítono ucraniano Ihor Voievodin puso toda la carne en el asador como el Barón, modelando su largo soliloquio con un fraseo preciosista. El tenor Juan Antonio Sanabria (Albert) inició un tanto destemplado, vociferante, pero pasados unos minutos nos mostró un instrumento de gran belleza tímbrica, expresivo y bien domeñado. El barítono Isaac Galán recreó con fidelidad la majestuosidad y nobleza del Duque, que intenta mediar en el conflicto padre-hijo, con su timbrada voz y generoso caudal sonoro. El tenor Gerardo López fue el encargado del incómodo prestamista judío, un personaje corto pero con el plus de cierta redondez dramatúrgica, que López resolvió con acierto vocal y escénico. Más breve es la intervención del bajo Javier Castañeda en el personaje de Iván, el sirviente, que gana puntos en la propuesta de Romero al hacerle “crecer” en el trazo teatral. Los cinco intérpretes han estado a un excelente nivel. Deseamos que esta estupenda producción anime a algún teatro de España a programarla con orquesta. «El caballero avaro» March


Madrid. Fundación Juan March. 25 de septiembre de 2022. S. Rachmáninov: El caballero avaro (versión canto y piano).                                                                            Solistas: Ihor Voievodin, Juan Antonio Sanabria, Isaac Galán, Gerard López, Javier Castañeda.                                                                                                            Director musical y piano: Borja Mariño.                                                                       Director de escena: Alfonso Romero. Escenografía: Carmen Castañón. Vestuario: Gabriela Salaverri. Vídeo: Philipp Contad-Lada. Iluminación: Félix Garma.                              OW