
¿Principal rasgo de tu carácter?
La prudencia y la discreción. En la vida, al igual que sucede en la música, los silencios son necesarios. A veces se confunden con el temor o la timidez, como también confunden ser educado con ser tonto. Ahora, por desgracia, «no se lleva» el ser educado.
¿A qué dedicas tu tiempo libre?
Principalmente lo aprovecho para verme y comunicarme con mis seres queridos. Igualmente, en momentos de relax, me entusiasma pasear, visitar museos, exposiciones o encontrarme con la naturaleza.
¿Cómo te llevas con las redes sociales?
No me llevo; no tengo redes sociales. Como diría Santa Teresa de Jesús: «Vivo despreocupada no teniendo nada». Soy consciente de que me pierdo muchas cosas pero también gano otras tantas. El foco sobre … GERARDO LÓPEZ
¿Una ciudad para perderte?
Me perdería en muchas pero la primera que me viene a la cabeza… Nápoles. Sus calles repletas de bellos palacios e iglesias y la forma en que su gente actúa hacen que me encuentre permanentemente en una función de teatro donde me atraen tanto la escenografía como los personajes. Allí nunca me aburro.
¿Un antídoto para los malos tiempos?
Nos hacen falta muchos antídotos en estos tiempos en los que tantos venenos circulan. Ponerse en el lugar del otro, por ejemplo, o nunca perder las referencias de dónde venimos y a dónde iremos, serían dos de los que siempre deberíamos llevar encima.
¿Tienes mascotas?
Actualmente no, pero he tenido dos perros. Un pastor alemán llamado Kaiser y un cocker llamado Lucas. La lealtad, la nobleza, el amor incondicional y la excepcional capacidad que ambos tuvieron para captar mis emociones, me llamaron la atención.
¿Qué no puede faltar en tu maleta?
Si es un viaje de trabajo, la partitura, aunque hoy en día, como encuentras todo en todas partes, no me preocupa un olvido en el equipaje.

¿Qué le debe aportar la ópera a la sociedad actual?
Bienestar al alma para funcionar mejor como personas. Sus intérpretes debemos convertirnos en herramientas capaces de aportar felicidad a este mundo.
¿Qué es lo más difícil, para ti, en la carrera de artista lírico?
Cada etapa de nuestra vida entraña una dificultad. En la vida artística sucede igual. Desde encontrar un maestro bien formado y cabal, que sume y construya, especialmente en los inicios, o un agente artístico íntegro, hasta mantenerse en forma conforme vas cumpliendo años.
¿Qué personaje que hayas interpretado te ha marcado más y por qué?
De los últimos, Jacinto de Florelia en la producción de Benamor que tuvo lugar en el Teatro de la Zarzuela la pasada temporada. Resultó la medicina que me ayudó a recobrar la ilusión por mi profesión tras los duros momentos que viví en la pandemia, cuando tantas personas me defraudaron y tantas cancelaciones sucedieron por las restricciones. Nuestra profesión, desgraciadamente, fue muy castigada.
¿Cómo te ves en diez años?
Siempre vivo el presente. Y ahora, con la que nos está cayendo, más que nunca vivo el día a día. Por regla general, el pasado me deprime y el futuro me angustia. Pero por supuesto me gustaría verme con salud y capacidad para gestionar tanto las vivencias buenas que tenemos cada día como las malas.
¿Una anécdota divertida durante un ensayo o una función?
Sucedió durante una de mis primeras actuaciones en el Teatro Real, siendo un jovenzuelo, con la ópera The little sweep de Britten. Me dirigí a mi camerino y, al llegar a la puerta, el rótulo de la misma no indicaba mi nombre como días atrás, sino el de Plácido Domingo. Miré a mi alrededor y pensé que se trataba de una broma. Enseguida acudió una azafata para indicarme que durante esos días Plácido también ocuparía ese camerino ya que se celebraba el Concurso Operalia en el teatro. Al entrar en el camerino pensé: espero que me traiga suerte.
¿Con qué director/a de escena te gustaría trabajar?
Con Pedro Almodóvar. Me gustaría que Pedro se atreviera con la dirección escénica de una ópera o zarzuela y formar parte de su reparto.
¿Tienes un lema vital?
No preocuparme, sino ocuparme. Pero no siempre lo consigo.
¿Dónde estás y con quién en el momento de contestar a estas preguntas?
En mi camerino del Auditorium de Le Nouveau Siècle de Lille, Francia, solo, a punto de salir a interpretar El Retablo de Maese Pedro de Falla.
Redacción OW