El holandés errante. Wagner. La Plata (B.Aires)

El-holandes1.Wagner.Argentina

Ópera romántica en tres Actos

Música y libreto de Richard Wagner

Teatro Argentino de la Ciudad de La Plata, Argentina

Función del 26 de Octubre de 2013

El Teatro Argentino de la ciudad de La Plata presentó este Holandés Errante en conmemoración del bicentenario wagneriano y volviendo, aparentemente, a ponerse en acción tras la cancelación de La Traviata con la que se celebraría el bicentenario verdiano por una profunda crisis económica que puso en jaque la actividad de la principal sala de la Provincia de Buenos Aires.

Wagner es un autor que se mantuvo inexplicablemente ausente de las programaciones platenses hasta hace muy poco cuando se presentó Tristán e Isolda y luego el Oro del Rin en 2011 y 2012 respectivamente, únicos exponentes del genio alemán fuera de un lejano Lohengrin, cantado en italiano, en 1952; por ello la programación de Der fliegende Holländer se esperaba con suma expectación y lo cierto es que el resultado nos ofreció uno de los mejores espectáculos líricos que se disfrutaron esta temporada en el país.

La puesta de Louis Désiré apuntó a una concepción rica en detalles en la que se mostró cómo se puede ser creativo sin traicionar el espíritu de la obra ni las ideas del autor. Con pocos elementos de carácter simbólico se jugó con acierto acentuando el contenido dramático a través de la inteligente  iluminación de Marcelo Cuervo que creó los climas que la esquemática escenografía de Diego Méndez Casariego bosquejaba. El diseño minimalista permitió ahondar en el carácter de los personajes y en el drama que los reúne y la cuidada marcación del director de escena no dejó cabos sueltos dándole a cada acción un sentido y una razón.

Si bien el primer acto resultó más estático, cosa que ya está determinado por las características del libreto y en esta puesta se acentuó por su diseño, los actos restantes acrecentaron su fuerza dramática despojándose de elementos distractores o de innecesario «color».

La versión que se presentó fue la que responde con más fidelidad a las ideas del compositor al presentarse sin intervalos, con intermedios sinfónicos que ligan acto con acto, dándole una cohesión más profunda a la pieza que nunca pierde su clima dominante ni su profundidad dramática.

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Muy acertado también el diseño del vestuario de Mónica Toschi quien unió a el Holandés y a Senta en negro, adicionándole a esta última un velo rojo de significativo sentido o un tapado largo y blanco en la última escena; mientras que reservó otros colores para las mujeres del pueblo y Eric, en tanto que los marineros y Danald se uniformaron en azul, creando gratos efectos visuales a la par que un eficiente subrayado a la acción.

En el rol de el Holandés se lució el bajo-barítono brasilero Licio Bruno quien puso de manifiesto una voz oscura que corre sin dificultades, de grato timbre y solvente caudal y que sabe poner al servicio de la expresión dramática con matices de inteligente gradación. En escena se lo vio compenetrado con el rol al que confirió vida y verosimilitud.

La Senta de Mónica Ferracani resultó antológica, servida con una idoneidad vocal y escénica prueba de su talento y valor. Su voz sonó fresca y plena a lo largo del registro y respondió a las dificultades de la partitura sin amilanarse ni aún en los sobreagudos finales que resultaron impactantes. La gama de matices con las que interpretó la célebre balada la dejarán por mucho tiempo en nuestra memoria. Su desempeño escénico rico en detalles fue de alto vuelo. Sus condiciones nos hacen preguntarnos una vez más por qué no la vemos con más frecuencia en el escenario del Teatro Colón… misterios del mundillo tan indescifrables como inentedibles…

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Victor Castells nos entregó un muy buen Daland, pleno de bonhomía, interés y simplicidad; cantado con una interesante voz de bajo que respondió con soltura a su parte y le permitió lucirse en cada una de sus intervenciones.

Un punto por debajo estuvo en esta velada el tenor Francesco Petrozzi a quien se lo notó nervioso y muy exigido, por lo que sus virtudes quedaron un tanto eclipsadas.

Roxana Deviggiano cumplió con su Mary, en tanto que Sergio Spina se lució con su Timonel.

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El Coro Estable  tuvo un muy lucido desempeño tanto desde lo musical (más allá de algún desajuste en la escena con los espectros) como desde lo escénico donde los movimientos respondieron a una precisa marcación.

La Orquesta Estable del Teatro Argentino bajo la batuta del Mtro. Silvio Viegas respondió plenamente a una dirección que supo destacar la riqueza de una partitura en la que ya Wagner nos habla con toda su genialidad. Interesantes tempos, buen balance y riqueza en los detalles fueron una constante que se acentuó a lo largo de la velada.

La sala colmada premió con cerradas ovaciones que se acentuaron hasta el paroxismo ante las salidas a saludar de Mónica Ferracani y de Licio Bruno, y terminó de pié, a sala iluminada, retribuyendo con fervor una velada que guardaremos entre nuestros gratos recuerdos.

 

EL HOLANDÉS ERRANTE (Der fliegende Holländer)

Ópera romántica en tres Actos

Música y Libreto de Richard Wagner

 

Elenco

 

El Holandés…Licio Bruno

Daland…..Víctor Castells

Senta….Mónica Ferracani

Erik…….Francesco Petrozzi

Mary…. Roxana Deviggiano

Timonel…..Sergio Spina

 

Coro Estable del Teatro Argentino

Director: Mtro. Esteban Rajmilchuk

 

Orquesta Estable del Teatro Argentino

Director: Mtro. Silvio Viegas

 

Director escénico: Louis Désiré

Escenografía Diego Méndez Casariego

Vestuario Mónica Toschi

Iluminación Marcelo Cuervo

 

Teatro Argentino de la Ciudad de La Plata, Argentina

Función del 26 de Octubre de 2013

 

Prof. Christian Lauria