El increíble caso de la Orquesta de Avignon

 ORAP

A pesar del pesimismo imperante, la Orquesta Regional de la Privincia de Avignon (ORAP) ha sabido desarrollar nuevas acciones.

“Hace cinco años, el ministerio de cultura me encargó el mantener la ORAP, que se encontraba prácticamente en cuarentena con un déficit superior a 1,7 millones de euros, y 38 músicos en riesgo de despido. Hoy, la ORAP es el orgullo del público”, se enorgullece Philippe Grison, su director general y artístico desde 2009.

Fundada en 1814 –lo que la convierte en una de las orquestas más antiguas de Francia aún con actividad– el caso de la ORAP es el de esas rara avis que aumentan sus auras en momentos en los que los ayuntamientos reducen sus presupuestos, especialmente la parte de “cultura”, dedicada a la música clásica en conservatorios, teatros líricos y orquestas. Cierto, la ORAP no se trata de una orquesta sinfónica, sino de una de 43 músicos, de tamaño clásico (también conocido como estándar Mannheim o Mozart).

Ha pasado de los tres conciertos al año –y algunas colaboraciones con la Orquesta de Avignon– a treinta, entre los que se incluyen colaboraciones con el Festival de Avignon. Hoy la ORAP es de nuevo un elemento cultural importante en la región. Quienes la tutelan son conscientes de sus cualidades de cimiento cultural en la ciudad, la provincia y la región. Giras y álbumes refuerzan también hoy su imagen en Francia y en el extranjero.

 

Vía | La Croix