El joven Michele Gamba dirige L’elisir d’amore en La Scala con un gran elenco

Aida Garifulina y Benedetta Torre son Adina, Paolo Fanale y Vittorio Grigòlo encarnan a Nemorino, Giulio Mastrototaro interpreta a Dulcamara y Davide Luciano, a Belcore. El concepto escénico lleva la firma de Grischa Asagaroff, quien ha contado con los poéticos diseños de Tullio Pericoli. El pintor de Las Marcas se inspiró en los paisajes de su tierra natal para la escenografía y el vestuario de esta producción, estrenada en Zurich en 1995, y en La Scala en 1998, la cual ya ha conocido otras reposiciones. De la misma se ofrecerán cinco funciones del 9 al 23 de noviembre de 2021.Michele Gamba dirige L’elisir

Escenografía de Tullio Pericoli para L’elisir d’amore                  (c) Marco Brescia & Rudy Amisano – Teatro alla Scala 2021

L’elisir d’amore de Donizetti marcó el debut en La Scala del director milanés Michele Gamba el año pasado. Y hace unas semanas digirió en el teatro milanés el estreno mundial del ballet Madina, con música de Fabio Vacchi y coreografía de Mauro Bigonzetti. Gamba ha sido asistente de Antonio Pappano y Daniel Barenboim, y además ha actuado en la Scala con la Academia del teatro y en un par de recitales como pianista acompañando a Francesco Meli.

Fue en los primeros meses de 1832 cuando el empresario Alessandro Lanari, habiendo obtenido el contrato para el Teatro della Canobbiana de Milán, pidió a Donizetti que compusiera una ópera cómica para la temporada en curso. Y fue de nuevo Lanari quien sugirió, dado el plazo ajustado, derivar el tema de un libreto francés ya existente, escrito por Eugène Scribe para una opéra-comique de Daniel Auber: Le philtre, que se había representado hacía poco tiempo en París con éxito, y que permanecería en el repertorio de la capital francesa hasta 1862. Michele Gamba dirige L’elisir

Vittorio Grigòlo como Nemorino en L’elisir d’amore                (c) Marco Brescia & Rudy Amisano – Teatro alla Scala 2021

El libretista Felice Romani, contratado para la ocasión, realizó una traducción muy pegada al original. A pesar de esto, los pocos cambios que introdujo supusieron una mejora sustancial de la dramaturgia. Donizetti compuso la ópera rápidamente, para que la tarde del 12 de mayo de 1832 viera la luz L’elisir damore en el escenario de la Canobbiana, con excelentes resultados.

En la elaboración del libreto, Romani se centró en los personajes más humanos, dotados de una auténtica profundidad sentimental, más que en el ingenio y la coquetería de la fuente francesa. La súplica de Nemorino ‘Adina, credimi’ de final del primer acto, la romanza ‘Una furtiva lagrima’ o el aria de Adina ‘Prendi, per me sei libero’,  que no se encontraban en el libreto de Scribe, hacen de esta ópera uno de los títulos más emotivos del romanticismo belcantista, sin perder su carácter cómico.

Redacción OW Michele Gamba dirige L’elisir