El Maestranza de Sevilla inaugura temporada con «Roberto Devereux»

Maestranza Sevilla «Roberto Devereux» Por Gonzalo Roldán  Herencia

Roberto Devereux, cuando la Historia se hace Lírica

El Teatro de la Maestranza de Sevilla presentó la primera producción de esta temporada, una sugerente puesta en escena de Roberto Devereux de Gaetano Donizetti, a partir de una producción de la Welsh National Opera. Para su reposición se ha contado con un elenco vocal excepcional y muy equilibrado, y con la dirección en la escena de Alessandro Talevi junto a Yves Abel a la batuta. 

La visión que de la historia nos da el mundo de la lírica no es, en muchas ocasiones, fidedigna; pero es que tampoco pretende serlo, pues el mundo emotivo de la escena operística a menudo centra su atención en la construcción de los personajes desde el prisma de la subjetividad más que en la narración de los hechos de forma objetiva. Tal es el caso de la conocida trilogía Tudor de Gaetano Donizetti. Así pues, el Enrique VIII de Anna Bolena no se muestra como un monarca estratega al servicio de la corona, sino como un hombre entregado a sus pasiones; del mismo modo Elisabetta, su hija y sucesora, es una mujer atormentada por sus  inseguridades y los celos, ya sean dirigidos hacia su prima y rival Maria Stuarda, ya hacia el amor no correspondido de Roberto Devereux, el joven conde de Essex. Pero, precisamente gracias a esta visión subjetiva de los protagonistas de sus óperas, Donizetti despliega un laberinto de pasiones engrandecido por el mejor lenguaje belcantista que ha situado su obra en el panorama lírico con carta propia de identidad.

Roberto Devereux es una historia de celos y venganza. El protagonista, un joven noble que en el ejercicio de su papel como diplomático tiene la mala fortuna de obtener los favores de la visceral Isabel I, es un hombre vapuleado por los acontecimientos con poco margen para la acción. Gaetano Donizetti no pudo más que dotarlo de algunos de los mejores momentos líricos de la partitura, que en esta ocasión fueron revividos en la gran voz de Ismael Jordi. Desde su primera aparición junto a la Reina, el tenor construyó un más que creíble Devereux, presente en lo vocal y oportuno en lo actoral, que se fue creciendo en escena hasta culminar con su estupenda “Ed ancor la tremenda porta” del tercer acto, por la que obtuvo la merecida ovación de la audiencia. 

Pero, pese a lo que el título pueda sugerir, la verdadera protagonista de la ópera de Donizetti es Elisabetta, la reina cruel que da rienda suelta a sus pasiones hasta el punto de la locura. Yolanda Auyanet brilló con luz propia en este papel, llenando el escenario en cada aparición. No en vano su personaje, magníficamente construido por medio de un cuidado vestuario y un atrezzo icónico a la par que onírico que desvela lo más oscuro de su alma, es el verdadero eje de toda la acción, circunstancia que fue aprovechada por la soprano para desplegar su poderosa y versátil voz y ponerla al servicio de una camaleónica mujer-monarca con la precisión técnica, belleza y expresividad que cada una de sus intervenciones requiere. Maestranza Sevilla «Roberto Devereux»

Completan el elenco protagonista otras dos voces de gran calidad que desarrollaron sus papeles muy oportunamente. En primer lugar, Nancy Fabiola Herrera fue Sara, la mujer del Duque de Nottingham y dama de la corte, el vértice sobre el que descansan los dos triángulos amorosos que se entrelazan fatalmente en el libreto de Salvatore Cammarano. Su presencia en los tres actos como personaje de acción, ya sea como receptora de amor, de celos o de reproches y desdén, hace de este rol una oportunidad espléndida para mostrar una voz de un amplio registro al servicio de algunas de las más bellas melodías escritas por Donizetti, como la romanza “All’affitto e dolce il pianto”. La mezzosoprano española estuvo a la altura de su personaje, demostrando como es habitual en ella la belleza de su voz y el dominio de las tablas, siempre presente con potencia y una técnica depurada pese a tener que competir a menudo con las otras voces, igualmente poderosas. Maestranza Sevilla «Roberto Devereux»

El cuadrilátero de pasiones se cierra con el funesto Duque de Nottingham, amigo fiel de Devereux que, sin embargo, es avocado a la más terrible de las iras y enardece las ansias de venganza de la reina al saberse engañado por su esposa. Papel de carácter y necesario partenaire de los tres personajes ya tratados, fue hábilmente recreado por el barítono Franco Vassallo, con un poderoso fondo de ricos armónicos y una voz potente y expresiva. 

Así pues, el principal acierto de esta producción es el magnífico elenco protagonista, aunque no el único. Hay que prestar igualmente atención a la puesta en escena, de tintes góticos y aparente economía de medios, pero muy efectista tanto por el uso del color en el vestuario y la iluminación como por los elementos icónicos asociados a Elisabetta. En escena, una pared vítrea a modo de belvedere dividía el espacio longitudinalmente, permitiendo jugar con las sombras que desde atrás se proyectan en varias ocasiones dando así lugar a una simultaneidad de acciones en un sugerido espacio que queda oculto tras él. Aparte de este elemento escénico, la creación de los espacios y estancias, más psicológicos que físicos, quedan a merced del espléndido diseño de iluminación de Matthew Haskins, con reposición de Teresa Nagel. 

El vestuario de Madeleine Boyd cumple igualmente su función, que no es otra que centrar la atención en los personajes. Roberto Devereux y el Duque de Nottingham llevan vestimenta sobria aunque con toques de estilo asociados a sus roles, como la cota de malla del duque o la chaqueta de cuero del protagonista, a caballo entre casaca militar y chupa motera. Los personajes femeninos se distinguen cromáticamente, con un peto y falda de vuelo azul para Sara y un deslumbrante traje rojo para la reina. El resto de los personajes y elementos escénicos se mueven en la gama cromática del negro y el gris marengo, destacando el traje-armadura con falda de pelos que Elisabetta luce en el segundo acto para conducir su “máquina de guerra”, una araña mecánica movida por sus damas en la que la reina se trasmuta para mostrar su oscura alma ávida de venganza. 

La impecable dirección musical de Yves Abel al frente de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, y el acertado papel que el Coro de la Maestranza en los roles colectivos de damas reales y miembros del consejo, completan en lo musical esta puesta en escena de Roberto Devereux, todo un acierto del Teatro de la Maestranza que sin embargo no parece haber tenido la merecida aceptación de público, pero que en cualquier caso es un buen preludio para una temporada que traerá a escena otros icónicos personajes tales como Fígaro, Jenufa o Tosca. 

Roberto Devereux, tragedia lírica en tres actosde Gaetano Donizetti (1837) con libreto de Salvatore Cammarano

Real Orquesta Sinfónica de Sevilla

Dirección Musical: Yves Abel

Dirección Escénica: Alessandro Talevi. Diseño de escenografía y vestuario: Madeleine Boyd/Anna Bonomelli. Iluminación: Matthew Haskins/Teresa Nagel. Coreografía: Maxine Braham.

Reparto: Ismael Jordi (Roberto Devereux), Yolanda Auyanet (Elisabetta), Nancy Fabiola Herrera (Sara), Franco Vassallo (Duque de Nottingham), Alejandro del Cerro  (Guglielmo Cecil), Javier Castañeda (Sir Gualtiero Raleigh), Ricardo LLamas (Paje/Familiar de Nottingham).

Lugar y fecha: Teatro de la Maestranza (Sevilla), 12 de noviembre de 2022.

OW