El Met celebra su Tosca número mil

Por Carlos J. López Rayward

La Tosca número mil del Met de Nueva York contó con la monumental puesta en escena de David McVicar y estuvo dirigida por Carlo Rizzi al mando de un reparto muy conocido. Aleksandra Kurzak interpretó a la protagonista mientras que Michael Fabiano dio vida al pintor revolucionario Mario Cavaradossi. George Gagnidze, por su parte, reaparece en el Met como el malvado Scarpia.

Aleksandra Kurzak es Tosca y Michael Fabiano es Cavaradossi Foto: Karen Almond / Met Opera
Aleksandra Kurzak es Tosca y Michael Fabiano es Cavaradossi Photo: Karen Almond / Met Opera

Ya comentamos aquí las virtudes de esta producción de McVicar, que parece hacer hecho huella en el Met. La compañía es bien conocida por amortizar al máximo sus escenarios, así que quién sabe cuántas más temporadas se verá en Nueva York. En esta ocasión, las mejores sorpresas vinieron de la mano de la excelente dramaturgia de las directoras encargadas del revival Leah Hausman y Gina Lapinski, que marcaron la diferencia por su esmero en los pequeños detalles.La Tosca número mil en el Met de Nueva York

Al director italiano Carlo Rizzi le han encargado tres grandes dramas para abrir la temporada en Nueva York. Además de esta Tosca, ya condujo la orquesta del Met en la Medea de Radvanovsky y reaparecerá en las próximas semanas en un Don Carlo con Russell Thomas y Peter Mattei, y Angela Meade y Eleonora Buratto turnándose en el papel de la princesa Élisabeth de Valois. Rizzi conoce bien la orquesta y sabe encarrilarla cuando pierde comba. También entiende a los cantantes y sabe integrar las voces en el sonido orquestal, conjurando la magia de los mejores momentos líricos. En esta Tosca, la batuta de Rizzi se mostró delicada con Kurzak, exigente con Gagnidze y voluptuosa con Fabiano.

El tenor americano Michael Fabiano hizo disfrutar al público con su emisión clara y pujante, y una línea elegante y expresiva. La salud de su instrumento le hace sonar fresco y natural, sin impostaciones. Fabiano sigue mejorando sus prestaciones como artista lírico, y se muestra hoy más consistente y paciente en sus actuaciones, saboreando las mieles de un arte cercano a su plenitud. Fabiano estuvo por encima del papel, y también, por qué no decirlo, del nivel exigido a los tenores en el Met.

Un gesto poco común en artistas líricos, pero que da cuenta de la versatilidad del cantante y su aproximación fresca y desinhibida al arte operístico. Durante su aria E lucevan le stelle de rodillas en el escenario, tras la frase E muoio disperato, el artista se lleva las manos a la boca, como si la simple mención de su muerte inminente fuera un pecado de amor a Floria Tosca, o la aceptación de un desenlace contra el que aún ansía rebelarse. Y así, de rodillas, Fabiano concluye su aria, uno de los momentos más emocionantes de la obra, entre bravos y aplausos del público de Nueva York. La Tosca número mil en el Met de Nueva York

Entre los vítores, no obstante, se pudo escuchar un solitario abucheo. Quienes son habituales en esta plaza saben que es muy extraño escuchar abucheos en el Met, por lo que este sonó como amplificado por la novedad y la sorpresa. Que el sólido y emotivo Cavaradossi de Fabiano sea blanco de abucheos, aunque sea de un solo espectador, resulta incomprensible en un teatro donde hasta a los vocingleros más irredentos se les celebra con palmas y gritos de aprobación. El público debería seguir el ejemplo de nuestro abucheador solitario, a pesar de su errado juicio, y mostrar más desinhibición a la hora de protestar cuando el nivel de lo visto sobre las tablas no satisface sus expectativas.

Aleksandra Kurzak como Tosca. Foto: Karen Almond / Met Opera
Aleksandra Kurzak como Tosca. Foto: Karen Almond / Met Opera

La soprano polaca Aleksandra Kurzak interpretó a la cantante enamorada Floria Tosca con exquisitez vocal, un timbre almibarado y gran voltaje dramático. Aunque la voz no tiene el trapío de antaño, y algunas notas suenan con demasiada delgadez, la soprano es capaz de parar el tiempo con su media voz y dejar al público al borde de las lágrimas con su cincelada aria Vissi d´arte. En la escena de la muerte de Scarpia, Aleksandra Kurzak convenció con escalofriantes notas graves, bien apoyadas en el pecho. El empaste tímbrico con el Cavaradossi de Fabiano dio lugar a dúos de enorme belleza lírica. Su conocimiento del papel quedó patente también en magníficos gestos teatrales y en la economía de sus movimientos en escena.

El barítono de Tbilisi George Gagnidze volvió a ser Scarpia. Con un sonido claro, varonil y bien apoyado, Gagnidze explora con éxito las pulsiones más primitivas del infame personaje. En su debe hay que contar una emisión demasiado apretada en el agudo y cierta falta de riqueza armónica en el centro del registro, que suena brillante y metálico, aunque algo hueco. Pese a todo, siempre es una alegría disfrutar del georgiano en el escenario del Met.La Tosca número mil en el Met de Nueva York

Patrick Carfizzi (el sacristán) y Kevin Short (Angelotti) cumplieron en sus papeles, dando lustre y quilates vocales a la producción. El tenor filipino Rodell Rosel, omnipresente comprimario del Met, fue un inspiradísimo Spoleta, del que pudimos disfrutar innumerables detalles de buen cantante y actor, que son los que marcan la diferencia y le han hecho indispensable en tantas producciones en Nueva York.

Michael Fabiano como Cavaradossi, Aleksandra Kurzak como Tosca, y Rodell Rosel como Spoletta en "Tosca" de Puccini. Foto: Karen Almond / Met Opera
Michael Fabiano como Cavaradossi, Aleksandra Kurzak como Tosca, y Rodell Rosel como Spoletta en «Tosca» de Puccini. Foto: Karen Almond / Met Opera

El Met sigue batiendo récords. En 2017 alcanzó su milésima Traviata y ahora llega a las mil Toscas. Son unos números al alcance de muy pocos teatros del mundo, y que se deben celebrar con alegría. Tras la pandemia, y pese a los grandes esfuerzos de los líderes del Met, la compañía lo ha pasado mal para mantener el talento y la calidad necesarios para retomar la consistencia y la robustez del Met de antaño. Esta Tosca número mil es un ejemplo de lo que pasa en el Met cuando todo sale bien. Y la clave, como siempre, son las voces. Hace bien la Metropolitan Opera en apostar por la calidad vocal, pues ese es el único camino cierto hacia un futuro mejor para la ópera en Nueva York.

OW


Metropolitan Opera de Nueva York, a 27 de octubre de 2022. Tosca, ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini y libreto en italiano de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa.

Dirección Musical: Carlo Rizzi. Orquesta y coro de la Metropolitan Opera (director del coro: Donald Palumbo). Director de escena: David McVicar, Escenografía y vesturario: John Macfarlane, Iluminación: David Finn, Directora de movimiento: Leah Hausman, Directora del revival: Gina Lapinski.

Reparto: Aleksandra Kurzak, Michael Fabiano, George Gagnidze, Rodell Rosel, Kevin Short, Patrick Carfizzi, Christopher Job, Davida Dayle, Paul Corona.