El Neva tranquilo de ‘La Dama de Picas’ en el Liceu

                                                     La Dama de picas Liceu Por Félix de la Fuente

Lianna Haroutounian (Lisa) y Yusif Eyvazov (Hermann) en ‘La dama de picas’ © A. Bofill – Liceu 2022

El Liceu ofrece con La Dama de Picas uno de los libretos más inquietantes de la temporada, escrito por el hermano del compositor, Modest Chaikovski, sobre el cuento homónimo de Pushkin. Se repone esta opulenta producción de época que Gilbert Deflo estrenó en el Gran Teatre hace ya 30 años. Desmoldados del libreto, el vestuario y el decorado de William Orlandi recrean escénicamente sin otra ambición que congraciarse estéticamente con la ópera de forma descriptiva. La Dama de picas Liceu

Un momento de ‘La dama de picas’ © A. Bofill – Liceu 2022

En lo musical, una noche sin afanes. El maestro Dimitri Jurowski guio la Sinfónica del Liceu sin pretender adoptar una voz genuina, sino más bien hacer de la pertinente resolución de cada momento su vara de medir. Hubo algún segmento descompensado, como la mermada coral femenina de la primera escena, y otros donde, como en el tercer acto, sí que se desplegaron momentos del mejor resplandor de Chaikovski. Pese al arranque, el Coro del Liceu fue in crescendo hasta la timba final masculina.

Otro espectacular momento de ‘La dama de picas’ © A. Bofill – Liceu 2022

Sin duda, la Lisa de Lianna Haroutounian, supliendo a la Radvanovsky, fue musicalmente la más destacada de la función, llegando a sumergir al espectador en las aguas del personaje mucho más allá de la segunda escena del tercer acto a orillas del Neva. Su abuela la Condesa dejó un poso encomiable en la voz de Elena Zaremba, mientras que el príncipe Yeletski de Rodion Pogossov pasó más desapercibido. De los secundarios, agradables los roles de Polina y Milovzor en la voz de Lena Belkina, sin olvidar el despunte de David Alegret como el breve Chekalinski.

Yusif Eyvazov (Hermann) y Elena Zaremba (la Condesa) en ‘La dama de picas’ © A. Bofill – Liceu 2022

Finalmente, en el rol protagonista, pareciera que el donairoso y técnico canto de Yusif Eyvazov no llegara a hacer suyas todas las posibilidades dramáticas de Hermann: un personaje complejo por psicóticamente incomprensible, que transita fases obnubilantes —el amor, los fantasmas, el azar. El destino le ha brindado una mano ganadora con Lisa, pero él se obceca en el juego equivocado. Decimos esto porque además de un canto bien plantado, el personaje de Hermann es en quien recae perfilar las incógnitas espinales de la historia, por ejemplo: ¿cómo atisbamos lo que inflama esa pulsión hacia la mesa de juego? Desde luego no se trata de acaudalarse para equiparar su alcurnia a la de Lisa, como se asegura a sí mismo, ni tampoco de mera ludopatía; y si admitimos, como apunta Dostoyevski, que sus visiones fantasmales se reconocen como los fantasmas visibles de su propio interior a la vez que como los arbitrarios designios del destino, ¿en qué punto se ubica el personaje entre la vanidad de lo primero y el desamparo de lo segundo?

En su montaje de época, Gilbert Deflo hace gala de oficio con recursos escénicos clásicos: vestuario, iluminación sobre fondos pintados, juegos de telones y paños verticales que se aproximan a los complejos embaucamientos en trampantojo desplegados en la Aida de hace dos años. Sin embargo, las aposturas de este costumbrismo no reciben su réplica musical y queda la sensación de un caudal sonoro que no logra arrastrarnos, de un Neva demasiado tranquilo. La Dama de picas Liceu Opera World

*  *  *

Gran Teatre del Liceu, 26 de enero de 2022. La dama de picas, de Piotr Ilitx Txaikovski. Hermann (Yusif Eyvazov). Lisa (Lianna Haroutounian), Condesa (Elena Zaremba), Príncipe Ieletski (Rodion Pogossov),Txekalinski (David Alegret, Polina / Milovzor (Lena Belkina). Orquesta Sinfónica y Coro del Gran Teatre del Liceu. Dirección musical (Dmitri Jurowski). Escenografía (William Orlandi). Dirección escénica (Gilbert Deflo).