El Teatro de la Zarzuela de Madrid se viste de gala este fin de semana por un motivo doble. En primer lugar, este viernes arranca su nueva temporada con una reposición histórica, la de Circe de Ruperto Chapí. A pesar de que muchos la consideraron cimiento y base de la ópera nacional española, no hay ninguna grabación de la misma ni se ha vuelto a ver en ningún escenario desde que se estrenara el 7 de mayo de 1902 con motivo de la inauguración del grandioso Teatro Lírico en la capital española. Esta recuperación, que sigue a la de Marianela de Jaume Pahissa la temporada pasada, contará además con un gran elenco de voces, encabezado por Saioa Hernández (Circe), Alejandro Roy (Ulises), Rubén Amoretti (Arsidas) y Marina Pinchuk (sombra de Ulises / voz de Juno), esta última en sustitución de la española Pilar Vázquez. Guillermo García Calvo, director musical del teatro, estará al frente de la Orquesta de la Comunidad de Madrid y del Coro del Teatro de la Zarzuela, el cual tiene gran protagonismo en la obra.
En palabras de Emilio Casares, “este reestreno es imprescindible para entender nuestra historia musical”, y añade, “este país que es España no se podrá considerar mayor de edad en cultura musical mientras sigan en el más absoluto olvido decenas de obras que marcaron una época, como fue Circe. Es como tener en los sótanos de El Prado cuadros determinantes de nuestra historia”. El gran musicólogo se congratula, pues, igual que lo hacemos todos los aficionados a la lírica, de que el Teatro de la Zarzuela siga atreviéndose a rescatar año tras año títulos fundamentales de nuestro patrimonio sonoro, algo que ha sido posible en esta ocasión gracias a la labor del maestro Juan de Udaeta, responsable de la edición crítica de la partitura. En este enlace pueden seguir la conferencia completa de Casares.
Para llevar a cabo este proyecto innovador, Chapí se valió de su amigo y gran libretista Miguel Ramos Carrión, con quien ya había colaborado en La tempestad (1882) o El rey que rabió (1891), y ambos volvieron la vista hacia el gran Calderón de la Barca, quien ya había dramatizado las aventuras de Ulises y Circe en títulos como El mayor encanto, amor, representado durante la inauguración del Palacio del Buen Retiro en 1634. Basada a su vez en el canto X de La Odisea de Homero, la historia recrea el episodio en el que Ulises y sus compañeros llegan a la isla de Circe, donde la hechicera, enamorada del rey de Ítaca, consigue retenerlos allí durante un año. Para esta ópera, el villenense se valió de una fabulosa orquesta que, por su magnitud y riqueza, pocas veces se había visto en España; 82 músicos a los que se unen un arpa interna, un caracol marino afinado en Re, una lira de percusión, una banda de seis trompas, otra banda con un requinto, un saxofón y un fliscorno para describir la magia y una tercera de 12 trompetas y seis cajas para evocar a los soldados griegos.
De Circe se podrá ver una segunda función el domingo 12 de septiembre a las 6 de la tarde. Pero el sábado hay otra cita importante. Se trata de la III Gala de los Premios Ópera XXI, que supondrá el primer reencuentro de todo el sector lírico español desde marzo de 2019. En ella, el director de escena Emilio Sagi recibirá un reconocimiento a toda su carrera profesional y serán galardonados el barítono Carlos Álvarez, el tenor Xabier Anduaga, el director de escena Robert Carsen, el director musical Riccardo Frizza, la producción de Turandot del Gran Teatre del Liceu y el proyecto artístico-educativo Zarza del Teatro de la Zarzuela.
Redacción OW