La presencia del Teatro Real ha dejado de ser una anécdota en Nueva York. La dirección del coliseo madrileño parece empeñada en que los espectadores de Manhattan no se olviden de la compañía.
El pasado 26 de junio de 2024, Zankel Hall del Carnegie Hall acogió el concierto titulado Las Ocho Estaciones de Vivaldi y Piazzolla, una propuesta popular para el público internacional que entrelaza el barroco europeo con el tango argentino, y permite mostrar el talento de los músicos del Real sin necesidad de traer a la Sinfónica de Madrid al completo.
Al contrario de sus apariciones anteriores, en esta ocación el Teatro Real vino desprovisto de acompañamiento institucional, y se enfrentó por derecho a la dura competición cultural del verano musical en Nueva York. El resultado fue un concierto con un público más diverso que en los conciertos anteriores, lo que demuestra que el interés por el Real en Estados Unidos empieza a calar más allá de la siempre fiel colonia española.
Los American Fellows del Teatro Real
El evento, en efecto reafirmó la presencia internacional de Teatro Real y su interés por acercarse al público estadounidense. Pero también de presentación de la nueva estrategia de financiación y marketing, los American Fellows of Teatro Real.
Similar a los Amigos del Real, este nuevo grupo de aficionados norteamericanos servirá promover la participación de la afición local en la actividad artística e institucional del Teatro Real, principalmente en sus proyectos en Norteamérica, y para canalizar fondos a la Fundación Teatro Real, a través de la asociación sin ánimo de lucro AHCES (Allies of Hispanic Culture, Education and Science Foundation), que también dice fomentar las actividades de la Fundación Albéniz, la Fundación Atapuerca, la Fundación Duques de Soria de Ciencia y Cultura Hispana y la Fundación Museo Sorolla en los Estados Unidos.
Los American Fellows of Teatro Real tendrán unas prerrogativas que lo vincularán a la institución, como descuentos especiales para conciertos de música clásica y espectáculos de Authentic Flamenco en Estados Unidos, facilidad de acceso a las actividades y programación del Teatro Real, invitación especial a la presentación de nuevas temporadas, promociones para acceder a los contenidos de MyOperaPlayer y una newsletter mensual con contenidos exclusivos. Además, aquellos American Fellows que accedan a una modalidad superior por una donación de 50 dólares participarán en eventos y encuentros especialmente diseñados para ellos.
Un concierto a la altura del Carnegie Hall
La velada comenzó con Le Quattro Stagioni de Antonio Vivaldi, interpretadas por la violinista Leticia Moreno y los solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real.
El primer concierto, La Primavera, deslumbró con su vivacidad y energía, seguido por el intenso y a veces melancólico L’Estate, donde el calor y la urgencia del verano fueron casi palpables. La transición a L’Autunno se sintió como un respiro fresco, con una interpretación que celebra las cosechas y la alegría del otoño. Finalmente, L’Inverno cerró la serie de Vivaldi con una interpretación que capturó la frialdad y la belleza del invierno..
Leticia Moreno no solo se destaca por su talento técnico, sino también por su capacidad para conectar emocionalmente con el público. La ejecución de Moreno, tanto en su papel de solista como en la dirección musical, mereció el triunfo cosechado. Su violín resonó con una claridad y precisión sobresalientes, capturando la esencia de cada estación con sensibilidad y frescura, manteniendo el interés del público con acentos nuevos en una obra archiconocida.
Sin descanso, la segunda parte del programa nos llevó al Buenos Aires de Astor Piazzolla con sus Cuatro Estaciones Porteñas, en el arreglo de Leonid Desyatnikov. La interpretación de estas piezas mostró la versatilidad de los músicos del Teatro Real, quienes transitaron sin esfuerzo del estilo barroco al tango. Desyatnikov, al insertar fragmentos de Vivaldi en las estaciones de Piazzolla, ofreció una narrativa musical que resaltaba las similitudes y contrastes entre ambas obras.
Verano Porteño abrió esta segunda mitad con decisión y marcado estilo, donde los ritmos y melodías del tango moderno se fusionaron con ecos del verano de Vivaldi. Otoño Porteño brindó un espacio para la reflexión y la nostalgia, seguido por un emotivo Invierno Porteño que capturó la esencia melancólica del invierno en Buenos Aires. Finalmente, Primavera Porteña cerró el concierto con una explosión de optimismo, que resonó quizá descreída, pero tan interesante como el resto del ciclo.
La conexión emocional entre Moreno y la audiencia fue palpable, con constantes aplausos entre piezas, y su liderazgo desde el violín proporcionó cohesión y dirección a la orquesta, con una propuesta más bien desenfadada. Los solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real demostraron una técnica y musicalidad excepcionales, haciendo justicia a la complejidad y belleza de las composiciones.
Lo demostraron también en la lucida versión de la maravillosa canción Oblivion, tambien del argentino Astor Piazzolla, que fue ofecida cortésmente como propina al final del programa.
Este concierto no solo fue una celebración de la música y la cultura de España y América Latina, sino también un testimonio del compromiso del Teatro Real con la excelencia artística y la difusión cultural. La creación de la comunidad de American Fellows of Teatro Real y la presentación de este programa en el Carnegie Hall son sin duda pasos importantes en la construcción de puentes culturales entre Madrid y Nueva York.
El Teatro Real de Madrid, con su visión y dedicación, continúa pues consolidándose como una voz internacional respetada fuera de España. El tiempo dirá si esta ambiciosa estrategia sigue dando buenos frutos a ambos lados del Atlántico.
Carnegie Hall, a 26 de junio de 2024. Leticia Moreno, violín solista y dirección musical. Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real.
Obras de Antonio Vivaldi y Astor Piazzola