Teatro Real «La nariz» Shostakóvich Redacción OW
Entre los días 13 y 30 de marzo el Teatro Real ofrecerá siete funciones de La nariz, de Dmitri Shostakóvich (1906-1975), nueva producción del Teatro Real, en colaboración con la Royal Opera House, la Komische Oper Berlin y Opera Australia. En esta ópera surrealista y sarcástica, un alto funcionario del estado, burócrata engolado, petulante y clasista, despierta sin su nariz, símbolo de su identidad, estatus social y poderío sexual.

La puesta en escena de La nariz, la firma el australiano Barrie Kosky – conocido por el público del Real por su versión de La flauta mágica, que se vio en el Real en 2016 y 2020, y la dirección musical será del inglés Mark Wigglesworth, quien volverá a dirigir al Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real después del éxito que obtuvo, en 2018, con Dead Man Walking, de Jake Heggie. Estará al frente de un elenco coral e internacional encabezado por Martin Winkler, que estrenó esta producción en Covent Garden y que participó recientemente en Arabella en el Real, interpretando el papel de Conde Waldner, padre de la protagonista. También cantarán Alexander Teliga, Ania Jeruc, Andrey Popov, Vasily Efimov, Anton Rositskiy, Milan Perisic, Dmitry Ivanchey, Margarita Nekrasova, Iwona Sobotka, Agnes Zwierko y la televisiva Anne Igartiburu, en el papel de Presentadora. Teatro Real «La nariz» Shostakóvich

A lo largo de los tres actos de la partitura -una especie de collage musical vertiginoso e iconoclasta-, el protagonista, agraviado, amputado y aturdido, busca desesperadamente su nariz, que adquiere autonomía ‘humana’, usurpándole su categoría social y ascendiendo en el sacrosanto escalafón de la administración. En su frenética persecución interactúa con una galería de personajes caricaturescos -78 cantados y 9 declamados- que conforman un puzzle onírico de retales de realidad distorsionada, como en una agotadora pesadilla. Cuando el joven Shostakóvich, con apenas 23 años, terminó de componer La nariz -estrenada en 1930 en San Petersburgo-, la devastadora dictadura estalinista comenzaba a ‘callar’ a toda una floreciente generación de fantásticos artistas e intelectuales rusos, que tenían que optar por el suicidio, el fusilamiento o la subordinación a los retrógrados y arbitrarios dictámenes del régimen. El compositor optó por vivir, manteniendo con las autoridades soviéticas una relación de ‘tira y afloja’, sometido a una constante vigilancia y censura que marcó toda su creación musical. Teatro Real «La nariz» Shostakóvich

La corrosiva partitura de La nariz (1930) y la descarnada Lady Macbeth de Mtsensk (1934) -que se pudo ver en el Teatro Real en enero de 2000, bajo la dirección de Mstislav Rostropóvich- auguraban una brillante carrera operística a su autor, que Stalin cercenó prohibiendo la presentación de ambas obras y dejando a Shostakóvich sin aliento para escribir una nueva ópera. La nariz estuvo silenciada 40 años en la Unión Soviética, pese a que Nikolai Gogol (1809-1852), que nació casi un siglo antes que Shostakóvich, en la época zarista, reivindicara precisamente el contenido absurdo, apolítico e ‘inútil’ de su relato. Teatro Real «La nariz» Shostakóvich