El triangulo femenino de ‘I Capuleti e i Montecchi’ en La Scala

                                           Capuleti e i Montecchi en la Scala Por Bernardo Gaitán

Luego de que el afamado compositor Giovanni Paisiello tuviera que rechazar la oferta del Teatro La Fenice de Venecia para estrenar una de sus óperas por la cantidad de trabajo que tenía pendiente, dicho teatro no sabía qué hacer para cumplir con el exigente público veneciano a solo mes y medio del evento. La primera opción para sustituir a Paisiello era el jovencísimo compositor Vincenzo Bellini quien acababa de estrenar con mucho éxito La straniera en el Teatro alla Scala de Milán. Debido al poco tiempo de anticipación, de primeras el músico siciliano rechazó la oferta. Sin embargo, tras algunos días de insistencia tanto del teatro como del pueblo veneciano, acabó cediendo y aceptando el encargo. El resultado: I Capuleti e i Montecchi.

La obra estaba casi destinada al fracaso, pero gracias a varios factores creativos y artísticos ha logrado consagrarse a través del tiempo como en una de las obras maestras del belcanto. Tras casi tres décadas de no representarse en La Scala, la inmortal historia de Romeo y Julieta fue la primera ópera presentada en una nueva producción del teatro milanés en este 2022. Y en esta ocasión, todo el peso ha recaído sobre un improvisado triángulo femenino. Capuleti e i Montecchi en la Scala

Lisette Oropesa (Giulietta) y Marianne Crebassa (Romeo) en I Capuleti e i Montecchi  (c) Brescia e Amisano – Teatro alla Scala

En la punta del triángulo está la directora de orquesta Speranza Scappucci, quien sustituyó de último momento al programado Evelino Pidò a causa de una indisposición sanitaria de este. El nombramiento de Scappucci es importante, pues se trata de la primera italiana en la historia del teatro en dirigir un título, y la tercera mujer –tras la francesa Claire Gibauld en 1995 y la finlandesa Susanna Malkki en 2011–. La Scala se inauguró en 1778. Capuleti e i Montecchi en la Scala

La batuta de la directora romana fue cumplidora para los escasos ensayos que tuvo frente a la orquesta scaligera y se puede decir que el resultado fue bastante decoroso. Los recitativos, no obstante, resultaron en extremo lentos y sin movimiento, rompiendo con el óptimo timing de las arias y los conjuntos. Por otro lado, los tempi orquestales fueron los tradicionales; habría sido arriesgado proponer una versión más propositiva con tan poco tiempo de anticipación.

(De izq. a dcha.) Crebassa, Xiahou y Park en I Capuleti e i Montecchi (c) Brescia e Amisano – Teatro alla Scala

A pesar de todo, Speranza Scappucci se permitió aportar algunas firmas personales –vale decir fuera del estilo belcantista– como algunos rubati en las partes orquestales que no están escritos en la  partitura o varios crescendo en el acorde final de las arias que confundieron a la orquesta de manera bastante perceptible. Buscó siempre la precisión desde el foso, aunque no siempre la encontró. Como nota positiva, hay que reconocer que el volumen de la orquesta fue extremadamente cuidado, y que esta nunca cubrió a los cantantes ni al coro.

La base del triángulo femenino está conformado por las protagonistas del título: la mezzosoprano francesa Marianne Crebassa como Romeo y la soprano estadounidense de origen cubano Lisette Oropesa como Giulietta. Las cantantes, ambas con una evidente experiencia en los respectivos roles y una dicción italiana muy clara, fueron lo mejor de la noche. Recibieron grandes aplausos tras la melancólica escena y dueto ‘Ah, crudel d’onor ragioni’, seguida del emotivo ‘Vieni, in me riposa’, que constituyeron un mano a mano de talento y belleza vocal. Capuleti e i Montecchi en la Scala

Crebassa posee un impresionante registro grave, de color casi masculino, lo cual, para un papel travestido como éste, es una enorme ventaja. Su conexión entre los tres registros es prácticamente perfecta y su dominio técnico-vocal es indiscutible. Momento memorable fue el ‘Se Romeo t’uccise un figlio’ con la respectiva cabaletta ‘La tremenda ultrice spada’, donde la mezzosoprano francesa afronta la partitura con su certera, potente y clara voz. Igualmente magistral fue el aria final ‘Deh! tu, nell’anima’, donde se despide desesperanzado de su amada. Crebassa arrebató suspiros entre los asistentes.

Lisette Oropesa como Giulietta en I Capuleti e i Montecchi (c) Brescia e Amisano – Teatro alla Scala

Por su parte, Oropesa es poseedora de una voz dulce y sedosa. Su registro agudo es soberbio y educado; digno de loas son sus notas filadas y pianissimi que aportan femineidad al personaje. Su fiato es impresionante, para muestra el recitativo ‘Eccomi in lieta vesta’, naturalmente seguido de la célebre aria ‘Oh, quante volte’, donde intrépida hizo visibles todas sus virtudes musicales. El repertorio belcantista es definitivamente lo que mejor se acomoda a la voz de Oropesa actualmente.

Vestido del padre Lorenzo estuvo el experimentado bajo parmesano Michele Pertusi, quien interpretó el rol clave de manera extraordinaria. Gran cantante y excelente actor, sin duda un buen complemento para la dupla femenina. En cuanto al tenor chino Jinxu Xiahou, quien interpretó a Tebaldo, se puede decir que cuenta con un lindo color de voz en su registro medio, aunque carece de agudos, lo cual se evidenció en ‘É serbata a questo acciaio’. Por último, el bajo surcoreano Jongmin Park como Capellio es dueño de una voz tremendamente profunda, al punto que es inapreciable la belleza de sus armónicos. En la parte actoral tuvo un buen desempeño.

La escena de esta nueva producción no transcurre en la tradicional Verona del siglo XIII, sino en la Italia fascista de los años treinta, una realidad creada por el director teatral británico Adrian Noble ayudado de la escenografía de Tobias Hoheisel y los vestuarios de Petra Reinhardt. Dicha  adaptación resulta bastante discreta y sobria, nada espectacular, pero afortunadamente tampoco defrauda. La decisión de confiarle a Noble la puesta en escena de esta tragedia fue inteligente, pues por trece años fue el director artístico de la Royal Shakespeare Company. A pesar de que el libreto de Felice Romani está inspirado en la leyenda tradicional italiana, y no en la versión shakesperiana, Noble es un hombre de teatro con mucho que aportar al título belliniano.

Una buena propuesta para comenzar el año la de reponer un título que valdría la pena representar mucho más frecuentemente. Capuleti e i Montecchi en la Scala

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Teatro alla Scala de Milán, 18 de enero de 2022. I Capuleti e i Montecchi. Romeo, Marianne Crebassa. Giulietta, Lisette Oropesa. Tebaldo, Jinxu Xiahou. Lorenzo, Michele Pertusi. Capellio, Jongmin Park. Orquesta y Coro del Teatro alla Scala. Directora, Speranza Scappucci. Maestro del coro, Alberto Malazzi. Puesta en escena, Adrian Noble. Escenografía, Tobias Hoheisel. Asistente escenográfico, Philippine Ordinaire. Vestuarios, Petra Reinhardt. Asistente vestuarista, Eleonora Rossi. Iluminación, Jean Kalman y Marco Filibeck. Coreografia, Joanne Pearce. Maestro de armas, Mauro Plebani. Nueva producción del Teatro alla Scala. Opera World