‘Eneida (Playlist para un continente a la deriva)’, estupendo montaje con la danza como protagonista

Por Cristina Marinero ‘Eneida (Playlist para un continente a la deriva)’, estupendo montaje

Teatro Circo Price. 9 de abril. Qué delicia de montaje, qué aire fresco y cuánto talento. LaJoven (denominada ya así la hasta ahora, La Joven Compañía) vuelve a hacerlo, vuelve a triunfar con esta versión de un clásico. La Eneida, el poema épico latino escrito entre los años 29 y 19 a.c. por Virgilio -que murió antes de terminarlo-, se traslada aquí a la Europa del siglo XXI interpretada por dieciocho actores, músicos, bailarines y artistas de circo que son ejemplo de la preparación y el elevado listón de las nuevas generaciones. Los clásicos lo son porque siempre siguen vigentes, pasen los siglos que pasen.

La simbiosis de todas las artes es la clave del éxito y el protagonismo de la danza, en su versión coreográfica y por la energía que da el movimiento a toda la obra, la eleva a un estrato superior. Y en ello le acompaña, además, no solo el hipnótico espacio sonoro diseñado por Félix Botana, sino también la exquisita selección de canciones clásicas de esta Playlist para un continente a la deriva, entre ellas, Bésame mucho o la bellísima Il cielo in una stanza, que canta ese pedazo de artista que es Javier Ariano a quien queremos seguir viendo, haga lo que haga y que recordamos como Tony de West Side Story, en la última producción estrenada en Madrid. ‘Eneida (Playlist para un continente a la deriva)’, estupendo montaje

La leyenda de Eneas, el héroe troyano que sobrevivió por mandato de los dioses a la devastación de Troya y quien, tras un largo viaje, fundó un asentamiento troyano en Italia es, en esta adaptación de Paco Gámez, dirigida por José Luis Arellano, director de LaJoven, la peripecia de un grupo de muchachos que huyen de la destrucción del asentamiento pobre donde viven. Su trasiego es también la búsqueda de su futuro, que se torna incierto.

Este viaje del héroe que sigue la estructura del monomito subrayada por Joseph Campbell, como sucede con las obras que nos han llegado de Grecia y Roma, claro, se torna todavía más canónico al estar diseñado en base a doce canciones, siguiendo La Eneida original, dividida en otros tantos libros, como sucede con las doce etapas listadas en todo viaje del héroe campbelliano.

Samy Khalil es Eneas, el protagonista y motor de la acción, acompañado por el citado y carismático Javier Ariano (Palante), el ecléctico Jota Haya (Aqueménides/Silvia), la también estupenda actriz-cantante Marta Velilla (Acates/Andrómaca), la temperamental María Heredia, como Creúsa y Dido, y Ana Jara, toda sutileza como Lavinia, también intérprete de Ana.

El coreógrafo y ayudante de dirección Andoni Larrabeiti, en LaJoven desde 2013, ha realizado las piezas que interpretan con rigor las bailarinas del Conservatorio Superior de Danza María de Ávila, Cristina Vigil y Julia Caro. Junto a ellos, la espectacularidad de los artistas de la Escuela de Circo Carampa, Mónika Wiktoria Budzinska, Sirio Fernández Rubio, Amaya Frías Hernández, Cira Cabases, Juan de las Casas Fegueroso. Todos, vestidos por Silvia de Marta, autora también del minimalismo espectacular de la escenografía, y caracterizados por Sara Abigail.

En esta versión de La Eneida, tan brillante, como llena de dinamismo, tiene un lugar especial, por supuesto, la orquesta de la Escuela de Música Creativa, formada por Vicente Pérez, Javier Lisón, Jorge Henríquez Bermejo, Miriam García Moreno y Emma Weil, que versiona los mencionados clásicos de la canción y permiten ese momento insuperable con Javier Ariano haciendo suya Il cielo in una stanza, con tono y voz muy “alla italiana”.

La magia de esta Eneida (Playlist para un continente a la deriva) está servida, además, con la iluminación, ya espectacular, ya intimista, de Juanjo Llorens y la dirección musical de Alberto Granados. Tendría que reponerse de nuevo en el Price, tras finalizar sus funciones el 17 de abril: debería verla todo el mundo.