Enivia Muré Cenart Por J. Andrés Tapia Osorio
Ya a casi 15 años del comienzo formal de la carrera como solista de Enivia Muré, esta soprano poblana nos continúa sorprendiendo con su trabajo vocal sobre repertorio que aborda por vez primera y con su interpretación de algunas piezas que ya son parte de su bagaje musical, de lo cual dio muestra en un concierto en el Centro Nacional de las Artes acompañada por el pianista Sergio Vázquez. Enivia Muré Cenart
Abrieron con el ciclo de las Canciones Amatorias de Enrique Granados, que considero perfectas para abrir boca, y por igual para que los intérpretes tengan un creciente comienzo musical. La aparente cierta sencillez de estas piezas es engañosa; una vez profundizado en el texto y la música, se evidencia allí precisamente la complejidad que hay que decodificar para lograr una musicalidad respetuosa con la obra.
Continuó el maestro Sergio Vázquez con “Malagueña”, famosa pieza para piano solo desgajada de la Suite Andalucía, del inmortal compositor cubano Ernesto Lecuona. No sólo fue perfecta en medio de las obras en la que quedó insertada dentro del recital, quedó claro que la musicalidad interpretativa del maestro sobrepasó la del mero acompañante. Sergio Vázquez es un concertista consumado cuyo intenso trabajo con cantantes le ha permitido forjarse un muy personal manejo de las líneas melódicas principales, sin nunca menospreciar las secundarias. El resultado llega ser conmovedor y totalmente inesperado. Deseamos escuchar al maestro pronto en un recital solista. Enivia Muré Cenart
Las Cinco Canciones Negras de Xavier Montsalvage constituyeron, en mi opinión, el primer «plato fuerte» de la noche. La versión tan íntima para voz y piano quedó intensificada en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes de la Ciudad De México, muy amplio para recitales de pocos músicos, y el subtitulaje realizado por el maestro Francisco M. Padilla facilitó la comprensión de la poética de dicha obra y subrayó el logro que ambos intérpretes alcanzaron. Creo que merecemos escucharle a la maestra Muré éste y el anterior ciclo de canciones en versión de voz y orquesta, no por comparativa, sino como complemento musical.
Después del breve intermedio empezó la «gala operística»: primero con una conocida aria de Micaela, de la ópera Carmen de Georges Bizet, personaje que la maestra ya ha presentado a lo largo de estos años y ahora mucho mejor que nunca. Verdaderamente, dan ganas de poder escucharla pronto en vivo en una producción completa de tan inmortal título. Después llegaron el ‘aria de las joyas’ de Fausto, de Charles Gounod y ‘Je marche sur tous les chemins’ de Manon, de Jules Massenet, ambos perfectos ejemplos de ópera francesa que la soprano, con su muy particular y bello timbre, nos compartió en pleno domino de ambos personajes, que reitero se antojan completos de manera urgente.
De nuevo el maestro Sergio Vázquez hizo desplate de su lirismo musical interpretativo, ahora con la Paráfrasis de Concierto sobre Rigoletto, que compuso Franz Liszt sobre la ópera de G. Verdi. No resulta nada fácil abordar un repertorio con un nivel de virtuosismo tan exacerbado, pero el maestro, de igual manera que en la anterior pieza en solitario, nos regaló una versión excepcional y una original escucha de tan conocida obra.
El recital concluyó con un aria de Suzel de la ópera El Amigo Fritz, de Pietro Mascagni, seguida de la muy interpretada, y casi en exceso conocida ‘O mio babbino caro’ de la ópera Gianni Schicchi y finalizando con otra de la ópera La Golondrina, ambas de Giacomo Puccini. Con este repertorio, segundo “plato fuerte» de la noche, llegó el clímax de una voz en plenitud capaz de el más elevado trabajo musical: tres personajes que la maestra ya ha presentado de manera fragmentaria o en formato de concierto y que urgen ser escuchados con producción completa. El encore, o postre siguiendo con la metáfora, fue servido con “La Petenera” de la zarzuela La Marchenera, de Federico M. Torroba, que considero, musicalmente hablando, que hubiera quedado perfecta pero para cerrar el primer bloque de canciones, o antes de las arias de ópera. Enivia Muré Cenart
El recital fue una ocasión idónea para dejar atrás la añoranza y retomar por fin la actividad operística después de 2 años en que la situación sanitaria global ha mantenido en silencio teatros y espacios escénicos. Y lo que presenciamos fue el trabajo de una cantante que es un gran músico que conoce su instrumento, con otro grande por igual. Gracias.
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Auditorio Blas Galindo, Centro Nacional de las Artes (Cenart), Ciudad de México, 5 de marzo de 2022. ‘Canto a la vida y al amor’, recital de la soprano Enivia Muré y el pianista Sergio Vázquez, con obras de Granados, Lecuona, Montsalvatge, Bizet, Gounod, Massenet, Mascagni, Liszt, Puccini y Moreno Torroba.
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