Entrevista a Jesús Iglesias. ‘¿La ópera es cara? Dime que no te interesa, pero no que es cara’

Federico Figueroa entrevistó a Jesús Iglesias (Gijón, 1971), director artístico del Palau de Les Arts, el pasado 24 de noviembre de 2021. Transcripción de Majo Pérez. Entrevista a Jesús Iglesias

El Palau de Les Arts echó a caminar su programación operística en 2006 y en un tiempo récord se hizo un hueco entre los teatros de ópera más importantes de Europa gracias a una gran inversión económica. Desde entonces, y a pesar de las fluctuaciones de presupuesto y otras adversidades, ha conseguido mantenerse en una posición privilegiada. Tú que llegaste en 2019 y que tienes el reto de que el teatro se mantenga en esa liga, ¿cuál crees que es el secreto para conseguirlo? 

Sí, llegué hace casi tres años, con pandemia incluida. Yo siempre digo lo mismo, el modelo inicial, que luego fue bastante criticado, se basó en una inversión muy grande y en el prestigio de nombres muy importantes, pero tenemos que tener en cuenta que Valencia no tenía una temporada lírica, a diferencia de lo que ocurría en Bilbao, donde antes que el Euskalduna ya había un teatro que se había quedado pequeño y que quería crecer. En el Teatro Principal de Valencia no ocurría eso, no es que en el Principal de aquí hubiera una temporada de ópera mayor o menor, así que esa era quizá la única manera  de poner de repente a Valencia en el mapa de la lírica. Creo que todos sabemos que ese tipo de inversiones millonarias no perduran en el tiempo. Por uno u otro motivo, hay que ponerse en la realidad. No había ninguna casa de ópera en el mundo que tuviera a Mehta y a Maazel al mismo tiempo y que hiciera la Tetralogía wagneriana en dos temporadas y títulos como Turandot y Los Troyanos, operones de estos que cuestan una fortuna.

Jesús Iglesias, director artístico de Les Arts / © Javier del Real
Jesús Iglesias, director artístico de Les Arts / © Javier del Real

¿Fue ese un error que hay que corregir?

Creo que donde se falló fue en no tener un plan para ir poco a poco tomando tierra. Y claro, además luego vino una crisis económica importante, con recortes, ajustes de personal, etc. que complicó todo más. Ahora estamos en una etapa de poner una nueva base; sigue habiendo una apuesta muy importante por parte de la Conselleria de Cultura, se ha incrementado el apoyo económico respecto a los tiempos de crisis, por lo tanto hay que aprovechar para resolver ciertas cuestiones estructurales. Por ejemplo, el edificio es fantástico y emblemático, pero su mantenimiento se lleva gran parte del presupuesto, y no solo lo que es mantenimiento. Entonces, ahora toca una etapa en la que hay que  buscar soluciones, normalizar y consolidar lo que funcionaba. Se mantiene la orquesta con un nivel de calidad altísimo, lo cual es imprescindible, es la base junto a un coro de gran calidad. Los solistas son contratados, vienen y van, y además pueden estar mejor o peor según el día, como bien sabemos, pero tener una orquesta y un coro sólidos, de gran nivel, es una garantía. De hecho, cuando hacemos una ópera en la que la orquesta tiene un rol significativo, eso genera un interés adicional para la gente de fuera de Valencia.

Respecto a lo que hay que normalizar, estamos trabajando en la accesibilidad de la ópera para todo tipo de públicos. Ya no estamos en la primera etapa y tenemos que intentar quitarle ese sambenito que tan poco me gusta de ‘espectáculo elitista’. A veces me da la sensación de que eso del elitismo es una excusa que ponen algunos para no venir a la ópera. De hecho, cuando nos alquilan las salas, a menudo venden las entradas a precios muchísimo más altos de lo que cuesta venir a escuchar a Joyce Didonato cantar Winterreise o ver un Requiem de Verdi con Daniele Gatti. ¿La ópera es cara? Dime que no te interesa, pero no que es cara.  Entrevista a Jesús Iglesias

¿Cuáles son las líneas programáticas que propones para atraer nuevos públicos?

Les Arts es un centro cultural muy importante, con unas dimensiones enormes. No creo que nadie se sorprenda si digo incluso que está sobredimensionado para lo que es Valencia. Es un centro para el tamaño de Nueva York o de Londres, pero está en Valencia y tenemos que sacarlo adelante. Por eso, lo que he planteado desde el principio es hacer un teatro musical donde quepa todo lo que está relacionado con la voz. Me encantaría que a todo el mundo le gustase la ópera y hacemos lo posible por fomentar la afición a la lírica, pero no podemos forzar a nadie. Entonces, es necesario que el propio Palau de Les Arts cubra otros géneros y de hecho hemos abierto más líneas para que todo el mundo pueda encontrar su sitio aquí. Además de la ópera, estamos potenciando la música sinfónica y tenemos un ciclo de Lied que hemos inaugurado hace poco. Es necesario potenciar el lied porque se está perdiendo, al igual que la música de cámara. No tiene por qué ser todo a lo grande, y afortunadamente, el público está respondiendo muy bien. Y luego, estamos reestructurando la programación de danza, que es sin duda una de las artes escénicas que debemos contemplar, y nos estamos abriendo a otros géneros, por qué no, como el flamenco vocal y otras músicas. Hemos recibido hace poco a Ute Lemper y a Dulce Pontes, por ejemplo. Entrevista a Jesús Iglesias

Y estrenáis también un ciclo de Barroco, ¿no?

Hoy, justamente, inauguramos una iniciativa que es una novedad de esta temporada y que consiste en el ciclo de Música Antigua y Barroca. La programación de los últimos años se ha centrado mucho en el siglo XIX, en el romanticismo italiano y francés. Históricamente, ha habido lagunas de repertorio significativas en Valencia y hay que ponerle remedio a esta circunstancia. Esta temporada haremos Ariodante de Händel en marzo, la primera ópera barroca con escena que se hace en la sala principal desde el Orlando de 2010 y Wozzeck de Alban Berg a finales de mayo, una ópera que tiene casi 100 años y que nunca se ha hecho en Valencia, de modo que tenemos la determinación de ampliar el repertorio tanto a la música antigua como a la música contemporánea. Pero bueno, tampoco se habían hecho Los cuentos de Hoffmann, al menos no en una producción profesional, solo en un Ópera Studio. Hay que convencer a la gente de que esos repertorios también son interesantes.

Imagen de archivo del Palau de Les Arts Reina Sofía
Imagen de archivo del Palau de Les Arts Reina Sofía Entrevista a Jesús Iglesias

¿Cómo seduces a un público que entiende la ópera de forma muy tradicional para que se abra a esos nuevos títulos? Estoy pensando, por ejemplo, en el Fin de partie, de György Kurtág, de la pasada temporada. No es precisamente La Traviata…   Entrevista a Jesús Iglesias

Bueno, eso no es tarea fácil ni en Valencia ni en ningún sitio. Cuando hicimos Wozzeck en el Teatro Real, trabajando yo allí, ya se había hecho dos veces en Madrid en el Teatro de la Zarzuela. Eso es lo que hay que hacer. Y la primera vez, costará más, y la segunda, un poquito menos, y es que es fundamental escuchar, y volver a escuchar para apreciar. La Traviata es una ópera del gran público en Valencia y en Berlín, pero Berg, Kurtág o Debussy también son compositores muy interesantes. En su caso, quizá el atractivo no está en la melodía, sino que está en la riqueza orquestal o en el impacto emocional que nos producen. Forman parte de la historia de la música. Si todos hubiéramos tenido la misma actitud, no habríamos pasado de Mozart, o seguiríamos escuchando canto gregoriano. Todo en su época fue moderno y causó impresión. Por otro lado, la seducción pasa por la comprensión y por poner énfasis en aspectos como los teatrales, los visuales ―sin duda Wozzeck y Fin de partie nos proporcionan ese efecto―. Y sea como sea, el público tradicional es importante pero no es suficiente, y estoy convencido de que el público joven, por ejemplo, entra antes en un Wozzeck o en L’incoronazione di Poppea que en un Trovatore. Son obras que tienen un texto brutal y su teatralidad puede parecerles más cercana a esas generaciones cuyos referentes son el cine o la televisión. Incluso la música puede parecerles más cercana que la del siglo XIX. Además, te voy a decir una cosa: el público tradicional es de una fidelidad increíble, lo cual es de agradecer, pero también se cansa de ver Toscas. Mi deber es transmitirle que hay un repertorio mucho más amplio que nos puede hacer disfrutar tanto o más que La Traviata, por mucho que nos guste, y a mí, el primero. Incluso para entender lo que te gusta, tienes que ver de dónde viene y adónde te lleva. Y ya para terminar, voy a volver a la tercera pregunta: el Réquiem escenificado por Castellucci despertaba recelos entre el público más tradicional. En cambio, la venta fue muy bien y tuvimos una cantidad formidable de nuevo público que disfrutó con ese espectáculo. Los nuevos públicos se captan haciéndoles propuestas más cercanas a su realidad. Hay que buscar el equilibrio para satisfacer diferentes gustos e inquietudes.

El eslogan de la temporada 2021-2022 es “Ampliando horizontes”. Dentro de unos días presentarás en Madrid el nuevo proyecto de Les Arts, ¿podrías darnos a Opera World un anticipo?

No son todo novedades de lo que voy a hablar en Madrid. Se trata también de hacer un repaso a temas de actualidad del Palau de Les Arts para informar a la prensa nacional. Por ejemplo, hablaré del trabajo de consolidación que estamos haciendo con la orquesta. Hemos conseguido que se aprobaran 17 nuevas plazas a fin de fijar su plantilla en 74 músicos. En dos semanas, volveremos a tener audiciones para cubrir algunas de violín que quedaron pendientes. Al final, tendremos diez músicos de cuerda nuevos y el próximo año sacaremos algunas plazas más que estaban cubiertas provisionalmente. Estamos atrayendo a músicos de gran calidad, entre los que se encuentra un número importante de españoles. Por otro lado, y como es sabido, tenemos desde septiembre un nuevo director musical, James Gaffigan, lo cual también le proporciona estabilidad al proyecto. Siempre digo que este tiene tres patas: la musical, la artística y la administrativa-gerencial, y también tenemos un nuevo director general que se ocupa de este último aspecto. Es un equipo sólido sin el que no podríamos echar para delante todo lo que he mencionado antes. Y ni hablemos de los retos que nos está suponiendo la pandemia. El público ahora es mucho más sensible debido a ese condicionante. Desde hace diez días, en Europa se está hablando de una nueva ola con nuevos cierres, y eso ya está teniendo efecto en el ritmo de venta de entradas. Y para terminar de contestarte, obviamente también difundiré las nuevas iniciativas a las que me he referido anteriormente, con tal de que se conozcan y resulten exitosas.  Entrevista a Jesús Iglesias

Has hablado de las tres patas del teatro y de sus cuerpos estables, que son la orquesta y el coro, pero ¿dónde se sitúa el Centre de Perfeccionament dentro de ese engranaje?

El Centre de Perfeccionament también lo considero un cuerpo estable, porque es fundamental dentro del proyecto formativo de Les Arts. Además, constituye una iniciativa única en España. Ya sabes que no hay ningún otro centro de estas características en nuestro país. Y es una gran oportunidad para las personas que participan en él: se les abre las puertas de Les Arts para que vivan la vida del teatro, sin contar que como es lógico estos jóvenes artistas también se benefician de una formación vocal, teatral, estilística… de gran calidad. María Bayo es su coach principal, y tienen clases magistrales con cantantes como Carlos Chausson, pianistas como Robert Casals y, por supuesto, están en contacto con los cantantes y directores musicales y de escena que vienen a actuar a Les Arts.

Por si fuera poco, a los alumnos del Centre de perfeccionament también se les brinda una experiencia profesional realista en títulos especialmente enfocados para ellos, como ha sido el caso recientemente de Un avvertimento ai gelosi o invitándoles a participar en producciones y recitales de la sala principal. En breve, veremos a dos de ellos en Madama Butterfly haciendo los papeles de Kate Pinkerton y del Comisario imperial. Los que han hecho Un avvertimento ai gelosi girarán además por Castellón, Teulada y Madrid, donde tendrán tres funciones. Y los recitales también giran por diferentes puntos de la Comunidad Valenciana. Adaptarse a escenarios y a acústicas diferentes, lidiar con circunstancias muy variadas sin duda les dará, como se dice en España, “mucha mili”, tanto a los cantantes como a los pianistas. Siempre se asocia al Centre de Perfeccionament con cantantes, pero en él también hay formándose dos pianistas. No es fácil aprender la profesión de pianista repetidor, en el sentido de que no hay casi lugares que les forman. En conclusión, el Centre es una fuente de aprendizaje y de experiencias sobre todo. Los dos años que los jóvenes pasan aquí les ponen muy en contacto con la realidad y les dan muchas oportunidades diferentes para ir entrando en este mundo tan complicado.

Imagen de la producción de TURANDOT (2009) , dirigida por Chen Kaige y Zubin Mehta
Imagen de la producción de TURANDOT (2009) , dirigida por Chen Kaige y Zubin Mehta

Tu larga experiencia profesional en gestión y coordinación artística, has pasado por el Teatro Colón de Buenos Aires, el Teatro Real de Madrid, la Ópera Nacional de Ámsterdam (DNO)… y ahora ya llevas más de dos años en Les Arts, casa que tiene un presupuesto de veinti…

En la actualidad, gracias al incremento del apoyo, fundamentalmente, de la Conselleria de Cultura, pero bueno, también hay un mayor volumen de actividad que ha hecho crecer los ingresos, y gracias en menor medida al Ministerio de Cultura, que empieza a involucrarse en nuestro proyecto, estamos en 28 millones. No obstante, gran parte de ese crecimiento, como ya he apuntado, se lo lleva el edificio, por eso es tan importante ver cómo reducir y corregir esos costes estructurales.  Entrevista a Jesús Iglesias

Sí, yo ya te había escuchado decir en otra ocasión que ―ya sea el presupuesto 23 o 28 millones― solo unos cinco se destinan finalmente a las producciones, es decir, menos de una cuarta parte del presupuesto total va destinado a lo que motivó la construcción del Palau de Les Arts. Según tu formación y experiencia como gestor cultural, ¿cuánto debería destinarse porcentualmente a la administración, al mantenimiento y a la parte artística (contratar artistas, hacer escenografías, etc.) para que el teatro esté en equilibrio?

Es difícil contestar a esa pregunta. En cada momento las necesidades y las realidades son muy diferentes. Las entradas de Valencia creo que son las más baratas de toda España, por lo que los ingresos por taquilla no son tan altos y eso conlleva que dependamos más de las subvenciones para poder crecer. Una vez que se hayan corregido los gastos estructurales espero poder empezar a plantear nuevas producciones. Hasta ahora he priorizado aumentar la actividad y traer directores de escena que nunca habían venido a Les Arts, ―creo que en este sentido ha habido una gran renovación, hemos traídos a Robert Carsen, Richard Jones, Romeo Castellucci, Katie Mitchell…―, y como decía, preferí apostar por traer grandes producciones respecto a hacer nuevas producciones. Estábamos más limitados. La aspiración actual es hacer nuevas producciones de nivel en el futuro. Y es muy difícil decir cuánto se debería destinar a este aspecto. Desde que entré hemos pasado de 23 a 28 millones pero siempre te dicen: tú te puedes gastar tanto pero tienes que generar tanto. El gasto siempre va vinculado al ingreso. En el Teatro Real pasaba lo mismo. El gasto varía en función de la realidad. Hasta la fecha, esa ecuación entre ingreso y gasto no se me ha modificado tanto. En lo sucesivo, una vez que los gastos estructurales se hayan corregido, espero que sí.

Por último, piensa que cuando se le restan los cinco millones a los 23, de los 18 que quedan hay que pagar a la orquesta, al coro, a los técnicos, el Centre de Perfeccionament… Obviamente, en estas instituciones tan grandes ―Les Arts tiene cuatro salas―, es un peligro que el gasto para producciones sea tan pequeño y haya estos desequilibrios, pero es que en Valencia incluso estamos cortos de personal, y para poder crecer se necesitan personas, artesanos. Esto es un oficio. El Teatro se hace con gente, desde el técnico de iluminación, hasta la sastra o la peluquera pasando por los que lo gestionamos y los que se suben al escenario. Entrevista a Jesús Iglesias

¿Cómo ves el futuro inmediato de los teatros españoles ahora que países como Austria y Eslovaquia están decretando nuevos cierres por la pandemia?

Sería una situación bastante desoladora. Casualmente el pasado fin de semana fue la reunión de Ópera Europa en Bérgamo, donde había gente de todos los países. Ahí te das cuenta de que la realidad es diversa en cada lugar. Por ejemplo, la tasa de vacunación no es la misma de un país a otro, es más, incluso en el interior de un país puede haber diferencias significativas entre regiones. Por ejemplo, hablaban de que en la zona de Dresde el número de vacunados era mucho menor que en Berlín. Tanto en España como en Italia el número de vacunados con la pauta completa es altísimo, en torno al 85%. En Austria apenas está  por encima del 60%, me sorprendió. Y obviamente todo eso tiene consecuencias. Hay que recordar por otro lado que la temporada pasada los teatros españoles fuimos los únicos que estuvimos abiertos, con restricciones de aforo pero abiertos. En Austria o en Alemania podían ensayar casi normalmente pero tenían muchísimas limitaciones para abrir con público. En España ocurría casi lo contrario. Había mucho control respecto a lo que hacíamos sobre el escenario, pero no se llegaron a prohibir las funciones con público. Solo había, como he dicho, restricciones de aforo y medidas sanitarias como la toma de temperatura, el uso obligatorio de mascarilla, etc.

Para los artistas ha sido devastador. Mientras estaban actuando aquí, seguían con angustia las noticias de otras ciudades europeas donde les tocaba actuar a continuación. Para muchos de ellos los cierres supusieron una ruina económica, pues por su régimen de trabajo tienen muy difícil acceder a ayudas. Así que quizá sea solo una esperanza, pero creo que aquí no llegaremos a ver cerrados los teatros, si acaso habría restricciones de aforo. Es fundamental que estemos abiertos y trabajando. Observando las medidas de seguridad y sin poner en riesgo a nadie, pero trabajando. No hay nada como la música en vivo.

¿Y qué opinión te merecen esas soluciones intermedias, en caso de cierre o semicierre, de ofrecer en streaming los espectáculos?

El tema del streaming también depende de cada teatro. Algunos disponen de todo un sistema de cámaras, de personal, etc. Se puede decir que en el Teatro Real, la Ópera de Viena, el Met… el streaming forma parte de su modelo de negocio, y por tanto ya tienen montado todo un sistema técnico a tal efecto.  Aquí en Les Arts esto no lo tenemos y además es un sistema muy costoso económicamente. Por lo tanto, confiemos en la medicina preventiva, que son las vacunaciones, y apelemos a la responsabilidad de todos para que podamos seguir adelante. Esto no solo es un tema económico; la psicología de la gente también está en juego. Somos animales sociales, esa es nuestra esencia, así que a vacunarse y a observar las medidas preventivas. Es responsabilidad de todos. El año pasado conseguimos permanecer abiertos, todos los teatros españoles tenemos que estar orgullosos de ello, porque le demostramos al mundo que era posible.

Muchas gracias por tu disponibilidad para atender a las preguntas de Opera World y ojalá el resto de la temporada pueda seguir adelante como dices en Les Arts y en el resto de teatros.  Entrevista a Jesús Iglesias

Gracias a ti y saludos a los lectores de Opera World.