Entrevista a Miren Urbieta Vega

Entrevista a Miren Urbieta
Miren Urbieta Vega

Pocas voces españolas pueden presumir de haber salido a la luz como lo ha hecho la soprano vasca Miren Urbieta Vega.

De entre todos los galardones que ostenta, quizás fue el premio en el Concurso de Bilbao añadido al premio otorgado por ABAO en diciembre de 2012 lo que fraguó el inicio de todo. Gracias al mismo, Miren debutó en mayo de 2014 en ABAO, hace exactamente un año, trabajo que le valió a la postre el premio cantante revelación 2014 y el premio en la gala de los premios Campoamor de Oviedo en marzo de 2015. Además, otro premio especialmente simbólico lleva también su nombre: el premio al mejor español en el Concurso Viñas 2014, una de las competiciones más emblemáticas del mundo vocal, que le brindó la posibilidad de actuar en Liceu en octubre de 2014.

Pero no sólo de premios se hacen los artistas. El oyente que tenga la oportunidad de escuchar a Miren Urbieta Vega, quedará inmediatamente cautivado por un sinfín de cualidades poco comunes: una impostación impecable, un timbre redondo y de una proyección muy difícil de encontrar hoy en día, y una total comprensión psicológica de los personajes que hace de todo lo que canta una experiencia conmovedora.

Nos adentramos aquí en su historia para comprender algunas de las claves vitales de una artista genuina dedicada en cuerpo y alma al apasionante y difícil arte del canto.

Miren, acabas de recibir el prestigioso premio a la mejor cantante revelación en los premios líricos del Teatro Campoamor de Oviedo. ¿Cómo ha sido recibir este galardón en un sitio tan emblemático?

Recibir un galardón como éste, que llega siempre de forma inesperada, es una gran sorpresa, pero además, una gran satisfacción personal. Es el reconocimiento a un trabajo bien hecho y eso siempre es de agradecer, pero mucho más cuando estás empezando. Te da seguridad, confianza en ti misma y aliento para seguir trabajando. Además, elegí la “Canción de la luna” de Rusalka para interpretar en la gala de entrega de premios y gracias al talento del maestro Oliver Díaz y a la puesta en escena de Joan Anton Rechi, fue un momento muy especial.

En la Ópera de Bilbao abordaste un papel tan complejo como el de Liu de Turandot, que fue precisamente el que te valió el premio a la cantante revelación de los premios líricos Teatro Campoamor de Oviedo. ¿Cómo fue tu preparación para este rol y qué te aportó?

La noticia de debutar el personaje de Liù de Turandot en ABAO llega casi un año antes de las representaciones, con lo que dedicas mucho tiempo a leer sobre la obra, el compositor, comprender al personaje… La puesta en escena era la de Nuria Espert, que se estrenó por primera vez en la reapertura del Liceo de Barcelona en 1999, de modo que es una producción especial y muy conocida, ya que se ha repuesto muchísimas veces y en distintos teatros del mundo. Tiene un final “especial” y también traté de documentarme sobre eso.

La parte vocal es una joya, combina fuerza con delicadeza, tesitura central con aguda y la orquestación de Puccini para Liù es siempre delicada y preciosa. El trabajo vocal, fue exhaustivo, para sacar el mayor rendimiento a la línea de Puccini. Este rol me ha aportado amplitud en la voz a la vez que finura y delicadeza en los agudos; además, el trabajo con el maestro John Mauceri fue sensacional ya que contaba con el manuscrito de Puccini e hicimos un trabajo muy detallado. También era mi primera vez en ABAO y he de decir que fue increíble conocer tanto los cantantes como a todo el personal que trabaja allí. Una experiencia maravillosa e inolvidable por ser la primera.

Creo que atribuir a un único hecho el secreto de tu éxito no sería justo, pero es verdad que el premio al mejor cantante español otorgado por Plácido Domingo en el 51º Concurso Frances Viñas (uno de los más prestigiosos del mundo del canto), ha sido un importante catalizador. Has tenido la oportunidad de abordar el papel de Annina de la Traviata en el Gran Teatro del Liceu. Además, vas a volver a abordar el papel en Julio. ¿Cómo ha sido la experiencia de cantar en un sitio tan emblemático? Has compartido cartel con grandísimas voces internacionales, ¿cuáles fueron tus sensaciones?

Sí, el premio al mejor cantante español fue además de un gran logro en mi carrera, el trampolín para debutar en el Liceo de Barcelona. El papel de Annina es un papel pequeño en lo que a lo vocal se refiere pero grande escénicamente, sobretodo en esta puesta en escena de David Mcvicar, en la que Annina está presente de principio a fin al lado de Violetta. Eso me ha dado la oportunidad de trabajar muy de cerca con dos grandes sopranos como Patrizia Ciofi y Elena Mosuc. El resto del elenco también ha sido (y lo vuelve a ser ahora en julio) muy bueno, con mucha experiencia en el escenario y del que aprendes todos los días. Cantar en un teatro como el del Liceo es un placer pero también un aprendizaje como ninguno.

Entrevista a Miren Urbieta
Miren Urbieta Vega

Has ganado además otros galardones, como el Ciudad de Logroño, el Concurso Internacional de Bilbao, Ana María Iriarte y Alcoy. ¿Cuál es tu opinión sobre los concursos musicales? ¿En qué medida crees que siguen siendo importantes y pueden ayudar a un intérprete?

Los concursos son otra manera de progresar y darte a conocer, yo me lo tomo así y no tanto como una competición “contra” los demás. Un concurso ayuda a progresar vocalmente, según las metas que te propongas. Has de estudiar arias difíciles, que muestren todas tus cualidades vocales e interpretativas, y eso siempre hace que mejores y tengas un ritmo de trabajo constante. También los concursos ayudan a darte a conocer, porque a veces resulta muy difícil audicionar para un teatro y en cambio en un concurso puede escucharte ese mismo director artístico porque está en el jurado, con lo que ganes o no premio, puede que si les gustas algún día cuenten contigo.

Sé que compaginas tu brillante carrera con la enseñanza. ¿Qué te aporta la enseñanza del canto?

Enseñar es reflexionar constantemente sobre lo que uno hace o sobre lo que al alumno le conviene en cada momento. Para mí es una gran aventura, una aventura con muchísima responsabilidad pero que da muchas satisfacciones. A mí me ha ayudado a ordenar las ideas, a tener claros algunos conceptos, a probar cosas ante dificultades que ni me había planteado…en resumen: la enseñanza me ayuda a mejorar como cantante y como persona.

Eres una cantante tan versátil que no tiene miedo a afrontar Cantatas de Bach, repertorio italiano, música vasca, zarzuela… Te hemos visto a dúo con la gran pianista Joana Otxoa de Alaiza, ofreciendo recitales de melodías francesas y lieder alemán. ¿Qué encuentras en este hermoso repertorio diferente al género operístico? ¿Tienes alguna predilección por alguno de los dos? ¿Con qué estilo y compositores te sientes más cómoda? ¿Cómo te adaptas a cada estilo o género?

La primera y más importante premisa para mí es que soy músico y disfruto de la música y con la música. Tengo mis preferencias pero en principio me gusta interpretar distintos estilos, géneros y en diversos formatos (teatral, conjunto de cámara, sinfónico, recital a solas con el piano, etc.). La segunda premisa que manda a la hora de escoger el repertorio (además del hecho de que me guste más o menos) es, por supuesto, la adecuación a mi voz. Interpreto diferentes estilos siempre que mi voz encaje bien en ellos y no sea perjudicial para mi salud vocal. El genero de la canción/chanson/lied te ofrece la posibilidad de hacer música más íntima, con menos teatralidad en cuanto al atrezzo y la puesta en escena se refiere pero con muchísima importancia sobre el texto, los colores de la voz y las emociones. Disfruto muchísimo en estos recitales a dúo con pianistas.

¿Cómo defines tu tipo de voz? Ya sabemos que a los cantantes no os gusta mucho clasificar vuestra propia voz… En cualquier caso, ¿sientes que hay algún rol concreto que esté “hecho para Miren Urbieta Vega”?

Decir que esté hecho para mí es mucho decir…pero sí hay roles en los que te sientes especialmente cómoda. En mi caso, ahora mismo, si tuviera que clasificarme, me encuentro cómoda en los roles de soprano lírica como Liù, Micaela, Nedda, Rusalka… y en el género sinfónico me siento muy bien con compositores como Mahler y Strauss.

¿A qué edad empezaste a cantar y cómo fue tu primer acercamiento con el canto? ¿Qué maestros han sido los que más cosas te han aportado?

Comencé a cantar a los seis años en la Escolanía del Corazón de María de San Sebastián, a los 14 pasé a la Coral del mismo nombre y a los 20 me convertí en directora de ambas agrupaciones. Siempre he estado muy vinculada al mundo coral vasco y he cantado en otros coros como Conductus Ensemble y Kup Taldea. El nivel de los coros vascos es muy alto aun siendo amateur y eso hace que mi formación musical, coral y vocal haya sido buena desde el principio. Así es que le debo mucho al Padre Sierra (director de la Coral y Escolanía del Corazón de María), con el que crecí cantando, a Andoni Sierra (director de Conductus Ensemble), quien me dio las primeras oportunidades profesionales, a Gabriel Baltés (director de Kup Taldea y profesor de dirección coral en Musikene) por todo lo aprendido en sus ensayos, a mis profesores de clarinete de los que aprendí mucho sobre pedagogía de la música… (sí, estudié el grado profesional de clarinete antes de entrar en Musikene a estudiar canto).

Durante los cuatro años que duró el ciclo superior en Musikene, son muchos los maestros que me han aportado conocimientos, pero hay cuatro pilares a los que les debo muchísimo: la mezzosoprano Maite Arruabarrena, profesora de canto, el repertorista y director Enrique Ricci, el repertorista Maciej Pikulski y el director de escena Horacio Rodriguez Aragón. Fuera de Musikene, aprendí muchísimo en Valencia con el maestro Zedda y José Miguel Perez Sierra y en lo que a lo vocal se refiere, Ana Luisa Chova ha sido siempre un referente, así como la corta pero intensa experiencia con Mirella Freni en Vignola. No me puedo olvidar del gran pianista y repertorista Ruben Fernández Aguirre, del que además de aprender muchísimo, recibo siempre buenos consejos. Ya ves, ha habido mucha gente por el camino que me ha aportado, no solo profesores sino también compañeros de los que he podido aprender y espero seguir aprendiendo.

¿Cuáles son tus modelos en el canto, en lo técnico y en lo artístico? No necesariamente han de estar vivos, ni ser sopranos.

Joan Sutherland es una de las sopranos que más admiro, me fascina la facilidad con la que hace cosas tan difíciles. La carrera, la trayectoria y evolución de mi paisana Ainhoa Arteta es algo en lo que me fijo mucho (además de en su voz y sus interpretaciones, claro). A partir de ahí… admiro mucho a las sopranos Renata Tebaldi, Montserrat Caballé, Angela Gheorghiu, Damrau y la mezzo Joice Didonato entre otras muchas. Me gusta muchísimo la voz y la musicalidad de Dietrich Fischer-Dieskau, la potencia y color de Daniela Barcelona, la flexibilidad de Dorothea Röschman, la voz y la teatralidad de Nancy Fabiola Herrera… Pero últimamente, quizá por su versatilidad, su dulzura en la voz, su repertorio y la curiosidad que está suscitando en mí su biografía, la soprano René Flemming se ha convertido en el espejo donde mirarme.

¿Qué le pides a la vida en los próximos años?

Poder dedicarme al canto, seguir cantando y disfrutando de la música como profesión. 

¿Puedes desvelarnos tus próximos compromisos profesionales?

Después de afrontar las dos experiencias con la OSE en torno al compositor José María Usandizaga, interpretaré en junio Cantatas de Bach junto a Marta Infante, Jon Etxabe, Mikel Zabala, el coro Kup Taldea y la orquesta Kaabestri Ensemble; volveré al Liceu en julio interpretando a Annina en La Traviata; en agosto ofreceré tres recitales con el Trio Easo (soprano, trompeta, órgano) en la Quincena Musical de San Sebastián; en Septiembre volveré al escenario del Teatro Principal de Vitoria con un nuevo recital de melodía francesa y lied alemán junto con la pianista Joana Otxoa de Alaiza y en Noviembre debutaré en “los cuartitos del Teatro Arriaga” junto al pianista Ruben Fernandez Aguirre, en un recital variado que incluirá el estreno de un tríptico de canciones que el compositor Antón García Abril ha compuesto para Rubén expresamente. Es un honor ser yo quien estrene esas obras y me hace especial ilusión debutar con Rubén en el Teatro Arriaga.

Muchísimas gracias por tu amabilidad.

Félix Ardanaz