Entrevista a Pedro Chamizo: «la “ópera es el arte total” y por lo tanto también engloba el videoarte»

Ahondando en ese concepto de la ópera como “espectáculo total”, esta semana Federico Figueroa nos ofrece una nueva entrega del ciclo de entrevistas que comenzó hace algo más de un año con el marionetista Basil Twist. En esta ocasión, nos adentraremos en el mundo del videoarte de la mano de Pedro Chamizo, quien a pesar de su juventud ya está posicionado como uno de los exponentes más destacados en este campo a nivel internacional. A punto de estrenar The Magic Opal en el Teatro de la Zarzuela junto al equipo liderado por Paco Azorín, Chamizo nos hablará de sus principios en esta disciplina y sus referentes, de cómo aborda sus videoproyecciones, del papel que este recurso tecnológico desempeña en una puesta en escena o de sus futuros proyectos profesionales, entre otros muchos asuntos. Entrevista Pedro Chamizo

Habiendo estudiado arte dramático y dirección, ¿cómo terminaste siendo uno de los referentes del vídeo para las puestas en escena?

Curiosamente fue todo por casualidad. De siempre he hecho mis vídeos para cosas de teatro, le he echado una mano a compañeros… pero lo hacía como hobby, como algo que me divertía. Luego recuerdo que una vez Carme Portaceli, para quien yo ya había hecho algunos vídeos que habían quedado muy bien –cuando ella tenía la Factoria Escènica Internacional en Barcelona– un día me dijo que ella tenía un proyecto en el Festival Grec y después en el Centro Dramático Nacional, y me propuso que yo hiciera el vídeo para este espectáculo. Y yo que soy muy atrevido y que además era bastante más joven, me tiré a la piscina y así empecé. Entrevista Pedro Chamizo

Pedro Chamizo durante el montaje de la ópera 'María Moliner' (2016) en el Teatro de la Zarzuela
Pedro Chamizo durante el montaje de la ópera ‘María Moliner’ (2016) en el Teatro de la Zarzuela

¿Qué obra era esa?

En catalán se titulaba El video no el veu ningú y en castellano Nadie verá este vídeo, de Martin Crimp. Y la verdad es que funcionó super bien, a mí la experiencia me fascinó y a partir de ahí todo vino rodado. Después empecé a colaborar con Paco Azorín, pues él y Carme trabajan juntos. Y de ahí pasé a hacer vídeo con Ernesto Caballero en el Centro Dramático Nacional, con Miguel del Arco, por supuesto; y con la Compañía Nacional de Danza (Giselle con coreografía de Joaquín De Luz)… y una cosa tras la otra.

Entonces te diste cuenta de que el vídeo puede apoyar a la dramaturgia en un espectáculo de teatro, ópera, zarzuela… Pero, ¿los directores de escena ya están convencidos también de esto o te toca a ti convencerlos? 

Como bien dices, yo considero el diseño de vídeo no como algo referencial o escenográfico, sino como un elemento dramatúrgico. Es como crear un personaje desde cero. Y ese vértigo, el hecho de confrontarse con «el folio en blanco” para pintarlo con la información que dan el texto, el libreto o la música es lo que me parece más interesante de esta faceta. La construcción, el plano dramatúrgico y sobre todo –reconozco que es la línea donde yo me apoyo–, el plano subjetivo. Este plano subjetivo / poético es el motor con el que arranca para mí el diseño de videoproyecciones. Por eso mucha gente, cuando ve mi trabajo, dice: “esto es de Pedro”. Mi trabajo se reconoce porque no es meramente referencial, siempre tiene un componente más poético. Entrevista Pedro Chamizo

Como en España tu labor es aún bastante pionera, –incluir vídeo no era hace poco un recurso muy empleado, quizá en Alemania o Francia tiene más trayectoria, especialmente en el campo de la ópera y la opereta–, ¿cuáles son tus referentes técnico-artísticos?

Bueno, aunque parece que el vídeo es algo actual, Bertolt Brecht y Erwin Piscator ya lo hacían con el proyector de cine mucho antes de que yo naciera, como bien dices, en Alemania. En España, seguimos teniendo esa idea de que el vídeo es algo novedoso e incluso innecesario, pero yo creo que forma parte del “todo” de la ópera. Siempre se dice que la “ópera es el arte total” y por lo tanto también engloba el videoarte. Respecto a mis referentes, creo que hubo un antes y un después del Tristán e Isolda de Peters Sellers justamente porque los vídeos de Bill Viola explicaban la trama desde otro lugar, un grandísimo riesgo. Por otra parte también me han influido otras tantas puestas en escena contemporáneas. Entrevista Pedro Chamizo

'Giselle' (2020) del CND con coreografía de Joaquín de Luz
‘Giselle’ (2020) del CND con coreografía de Joaquín de Luz

Ya hemos visto muchas puestas en escena donde se trabaja con vídeo y este recurso es sin duda un plus, un suma. Sin embargo, en algunas ocasiones, yo también pienso que es algo que resta, quizá es ese el riesgo al que aludes. ¿Cómo sabes tú que tus videoproyecciones van a sumar, y no a restar?

Con el escenario tenemos que ser muy intuitivos. El escenario te lo dice todo, lo que no funciona te lo escupe. Pasa igual cuando a veces ves una escenografía fallida, o algún vestuario o iluminación que dices: «¿¡qué es eso!?». Con el vídeo pasa lo mismo, hay que escuchar mucho al escenario. Al menos es lo que yo hago, escucho al escenario y si algo no funciona yo soy el primero que lo descarto. No voy a defender algo que ya es evidente que no está funcionando y creo que todos mis compañeros y compañeras, no ya solo los que hacen videoescena, sino todos los que estamos en esta profesión, deberíamos escuchar un poco más al escenario. No se puede defender lo que el escenario ya te está diciendo que no aporta ni funciona. A veces no espero ni a que me lo diga el director o la directora…

¿Qué tiene tu trabajo para que la gente diga: “eso es un Chamizo”?

Eso es un Chamizo… (risas). En Instragram, por ejemplo, cuando subo vídeos rápidos como suelo hacer, la gente me lo dice, “¡Ay, ya tengo un Chamizo!”. Pero bueno, anécdotas aparte, yo creo que mi trabajo se reconoce por el plano subjetivo o psicológico de los personajes. Cuando abordo un trabajo siempre me planteo: ‘¿qué piensa, qué hace este personaje cuando nadie lo ve?’. Eso es lo que a mí me interesa de cara a las videoproyecciones. Obviamente, este trabajo se basa en la narración, pero la característica principal de mi trabajo y mi fuerte es entrar en ese lugar, en la psicología del personaje y elaborar a partir de ahí. Por otro lado, mi trabajo se distingue por su vuelo poético, que es lo que da la estética de las videoproyecciones. Por lo tanto, cuando alguien dice: “!Ay, qué bonito queda todo!”, sí, queda todo muy bonito pero yo no parto de lo estético. Esto es lo más efectista, pero realmente hay un trabajo previo que parte de otros planos.

Eres una persona muy joven, pero ya tienes una carrera importante a tus espaldas al más alto nivel, colaborando con directores punteros, algunos ya los has mencionado antes. Pero, ¿qué te atrae más a ti: la ópera, el teatro, la danza…?

Pues esto es algo que me planteo yo también. Mi fin era trabajar en la ópera. Desde que era niño. Pero yo pensaba que a mí eso me podía llegar –por ejemplo trabajar en el Teatro Real– ya a una edad, a los cincuenta o sesenta años, ¿no? Casi como colofón de una larga carrera. Y claro, la primera vez que fui a trabajar al Liceu con La voix humaine cuando tenía apenas 30 años no daba crédito. Pero esto me viene a decir a mí que todo se puede, que si sueñas y trabajas, se cumple.

Respecto a los directores, me gusta trabajar con gente que habla mi mismo idioma, es decir, mi mismo lenguaje escénico, que tiene mis mismos criterios. Y tengo la gran suerte de que esto ha sido así con todos los grandes profesionales con los que he trabajado.

Una imagen de la sala del Teatro del Liceu durante la representación de 'El mostré al laberint'
Una imagen de la sala del Teatro del Liceu durante la representación de ‘El monstre al laberint’

Trabajaste también con Stefan Herheim, ¿no?

Sí, claro, con él he hecho La Cenerentola

¿Con él hubo también buen entendimiento en cuanto al lenguaje estético?

Sí, sí, sí. Y además, ahora llevamos la producción a Copenhague y la verdad es que ha funcionado muy bien. Entrevista Pedro Chamizo

En cuanto a lírica, ¿tienes algún tipo de repertorio que a ti te atrape más que otros?

Reconozco que a mí me fascina el siglo XX. De Strauss, por ejemplo, ya hice una Salomé pero me encantaría hacer también la Elektra. La música del siglo XX me interesa mucho. Pero dicho esto, a mí lo que más me interesa es lo que está por hacer, la música que está por venir, eso son los proyectos que de verdad más me apetecen. Además creo que debemos tener todos un compromiso con la música que se está haciendo ahora, en el siglo XXI. Hay que arriesgarse y ponerse a ello. Entrevista Pedro Chamizo

Y respecto a las nuevas tecnologías, que han llegado para quedarse, ¿crees que los teatros tienen que equiparse? En España o en México, que es otro país donde has trabajado, ¿qué problemas encuentras más a menudo a nivel de equipamiento tecnológico?

Hilando un poco con el principio de la entrevista, a veces estamos escasos de medios porque no en todas las producciones hay vídeo. Si realmente la gente entendiera que el vídeo no es algo “moderno”, si realmente entendiéramos la ópera como “el arte total” y que por tanto el vídeo es necesario, máxime para trabajar lenguajes como lo que hemos estado comentando, entonces los teatros se equiparían mucho mejor. Pero claro, yo entiendo que, si de siete títulos, solo tres llevan videoproyecciones, prefieran alquilar ese equipamiento a comprarlo.

En una entrevista de esta misma serie, el diseñador de iluminación Albert Faura nos habló de lo que ha supuesto la creación de una asociación de diseñadores de iluminación en cuanto a derechos de autor. ¿Cómo lleváis este tema los videoartistas? 

Curiosamente, pertenecemos a la misma asociación. Como al final todo es luz, pues tenemos cabida tanto diseñadores de iluminación como videoartistas. Y yo entiendo que haya compañeros tan implicados en defender sus derechos, pero no sé, será porque yo nunca he tenido un problema con ningún teatro, pero lo cierto es que solo estoy en ALE. Quizá mi postura es un poco radical en este sentido, pero es que si me muero y un teatro quiere seguir usando mis vídeos, pues que lo disfruten. Que me pongan una crucecita en los créditos y ya está (risas). Entrevista Pedro Chamizo

Una imagen de 'Poder i Santedat'. Dirección: Paco Azorín. Diseño de Iluminación: Pedro Chamizo
Una imagen de ‘Poder i Santedat’. Dirección: Paco Azorín. Diseño de Iluminación: Pedro Chamizo

A menudo hay un tira y afloja entre el director musical y el director de escena. ¿Cómo es la relación entre los autores de iluminación y los videoartistas? Para proyectar vídeo se necesita que haya menos luz y eso de alguna manera es meterse en la parcela del otro…

Con los compañeros de iluminación hay que trabajar mano a mano, que no codo a codo. Según mi experiencia, como en el equipo de Azorín solemos ser los mismos, el entendimiento es fácil. Y la verdad es que nunca he tenido problemas, tampoco en otros equipos. Intento explicar siempre bien lo que necesito: “oye, aquí por favor, un poco menos de luz para que se vea la proyección» o  «aquí déjame a mí para que se entienda un poquito mejor esto”. Y por supuesto también entiendo perfectamente cuando la luz tiene que estar más presente que el vídeo y yo tengo que quedarme en un segundo plano. Al final todo se reduce a negociarlo. Precisamente por eso a veces yo también hago iluminaciones, para negociar conmigo mismo. “Aquí más vídeo, aquí más luz, y ya está”. La verdad es que eso es lo que me gustaría, poder encargarme de toda la parte plástica –iluminación y vídeo–. Cada vez lo voy haciendo más, y es que esta idea del “concepto plástico” es lo que más me interesa últimamente. Entrevista Pedro Chamizo

¿Qué le dirías tú a un jovencito que está empezando en esto del vídeo? Muchos supongo que entran a este mundo por los videojuegos o las redes sociales, pero ¿cómo les animarías a mirar más allá?

Pues primero de todo les animaría a que vayan al teatro. A estos jóvenes que tienen la tecnología por la mano porque ya han nacido con ella, les diría que apliquen al teatro todo lo que ya saben. Estoy seguro de que pueden llegar mucho más lejos que nosotros, y es que la videoproyección necesita que ellos den ese paso hacia el futuro.

Cuéntame un poquito de tus proyectos artísticos a futuro, como videoartista o en otros campos, porque sé que también diseñas iluminación y haces dirección escénica.

Pues en agosto hacemos La Cenerentola en Copenhague, con Herheim, como ya te he comentado. En el Real he estado como iluminador y en el futuro volveré como videocreador. En cualquier caso es algo que me apetece muchísimo. Luego tengo Samson et Dalila en el Festival de Aviñón, también con Paco Azorín; y la Aida de Peralada. La íbamos a hacer en 2020 pero con el confinamiento y tal…. Pero por fin la tendremos en el verano del 23 –creo que esto es ya vox populi– porque inauguran un nuevo espacio, y sin duda estrenarlo va a ser bastante especial. Máxime porque allí ya hemos tenido algún que otro éxito y será algo muy emocionante. Y como director, tengo un proyecto muy interesante para la temporada 23/24 en Bilbao… Hasta ahí puedo leer.

Y ya para terminar, no puedo despedirme de ti sin preguntarte qué vamos a encontrarnos en la parte videográfica en The Magic Opal, el título que estás ensayando y que se estrena ya dentro de nada.

Yo creo que va a ser un elemento totalmente predominante, la videoproyección está muy presente en The Magic Opal y aportará estética y juego. Para mí su concepción también ha sido como un juego, nunca antes me lo había pasado tan bien. En resumen, lo que vamos a ver de vídeo en The Magic Opal es ese tercer nivel de locura que tiene la producción.

Me dejas con muchas ganas de ir a verla… 

Espero verte en el estreno, que es el día 1.

Muchas gracias, Pedro, por haber atendido tan amablemente a Opera World.

Gracias a ti y saludos a los lectores. Entrevista Pedro Chamizo