Entrevista con Emilio Sagi

 

 

«Cuando Carreras me propuso dirigir su ópera, pensé: ¿Dónde mejor que en el Arriaga?»

 

Hombre de bambalinas, por las venas de Emilio Sagi corre parte de la historia del teatro lírico. Este es su quinto año como director artístico del Arriaga y confiesa que sigue tan ilusionado como al principio. La marca Arriaga y Bilbao han ganado proyección en los escenarios mundiales

Acaba de abrir la temporada del teatro Colón de Buenos Aires con la producción Carmen, de Bizet, y en septiembre levantará el telón en el Real con su Barbero de Sevilla. Emilio Sagi (Oviedo, 1948), a quien requieren también en San Francisco, Bogotá, Chile y Montecarlo, es uno de los directores de escena más destacados de la actua

Llegó al Arriaga en 2008 y desde entonces, ha puesto el alma a cada espectáculo que se representa sobre las tablas del teatro bilbaino. Ahora acaba de presentar la nueva temporada 2013-2014, que incluirá el estreno mundial de El juez, los niños perdidos, que supondrá la vuelta a la ópera escenificada de uno de los grandes tenores del mundo, el barcelonés José Carreras. A Sagi, la crisis no ha conseguido congelarle el ánimo.

Cierra la temporada con la zarzuela ‘El caserío’, de Guridi, pero en esta ocasión, con ‘reformas’.

Es un estupendo broche de oro. Se trata de la coproducción que realizó nuestro teatro con el Campoamor de Oviedo en 2011, porque nuestra intención es que las producciones se optimicen y que no acaben en el almacén, sino en el escenario. Pero, pensamos que había que darle otro vuelco y hacerlo con otro reparto. No quiere decir que el anterior haya sido peor, tenía un reparto sensacional con Mikel Atxalandabaso, Ángel Ódena y Marta Ubieta. Pero, normalmente, en los teatros cuando se repite una producción se intenta renovar el elenco completamente para que la gente vea algo distinto. Y eso es lo que pensamos para esta zarzuela. Contratamos a este equipo, formado por Ainhoa Arteta, José Luis Sola y Javier Franco, entre otros, que es sensacional.

Además de Bilbao y Oviedo, ¿tiene previsto representarse en otros teatros?

A mí me gustaría que saliera a más sitios, pero, de momento, no nos lo han pedido. A lo mejor, con esta reposición se animan a solicitarlo. El caserío es una obra conocida en todo el estado, es una música universal, no es una zarzuela que tenga una connotación solamente de aquí, del País Vasco. Guridi es un maestro de una gran sensibilidad.

¿Se atreve a hacer ya un balance de temporada?

Resulta muy difícil, pero desde la visión del teatro estamos contentos. Aunque todavía no tenemos datos, afortunadamente hemos tenido una ocupación de público alta, algo que no se puede decir de todos los escenarios del estado, que han bajado mucho. Y a nivel artístico, ¿qué voy a decir? Nosotros estamos discretamente contentos con lo que hemos hecho, siempre pensamos que se puede hacer más, pero esperamos que la temporada que viene vaya bien, a pesar de que va a ser difícil a nivel económico. Confiamos salir adelante con imaginación y austeridad.

Habrá que apretarse el cinturón…

Nos lo apretaremos lo máximo que podamos. Esperemos que para la temporada 2014-2015 sea mejor o por lo menos que el IVA no sea del 21%.

El ministro de Cultura, José Ignacio Wert, ha dicho que está abierto a revisar el IVA cultural.

Ojalá. Sería estupendo. Los teatros, y en general todo el mundo de la cultura, lo hemos notado muchísimo. La medida adoptada por el Ministerio ha sido una barbaridad. Es un momento muy malo, no solo para nosotros, sino para todo el mundo. Por eso, no hemos querido gravar más al bolsillo de los espectadores y hemos hecho un ejercicio de contención muy grande. Espero que cuando hagamos la temporada 2014-2015, si los recursos el teatro no han podido subir, por lo menos nos encontremos con la sorpresa de que se ha dado marcha atrás en la subida. Sería un gran regalo.

En septiembre el Arriaga volverá a levantar el telón de la próxima temporada. ¿Cuáles son las joyas de la programación?

Tenemos proyectos muy interesantes, pero hay uno que me hace mucha ilusión. Tuve el honor de que José Carreras me pidiera que dirigiera la ópera El juez (Los niños perdidos) y pensé que no había otro lugar mejor que el teatro Arriaga de Bilbao para estrenarla. Es una historia novelada y dramatizada sobre los bebés robados, que tiene una fuerza muy grande. La música de austríaco Christian Kolonovits es tremenda, contemporánea, pero no exageradamente difícil de comprender. Creo que el público puede degustarla tranquilamente. Se estrenará el próximo 26 de abril.

La actividad de José Carreras está centrada desde hace años en los recitales. Esta obra supondrá su vuelta a la ópera…

Así es, no es necesario señalar la gran importancia que este regreso tiene para el mundo de la lírica. Que sea en nuestra casa es un gran honor. Carreras interpretará el papel de juez, uno de los niños que no tuvieron familia y desaparecieron en un orfanato. Aunque no lo sabe, tiene un hermano que es un cantautor de canciones protesta de los años 60 y 65 que intenta localizar a su hermano. El argumento se refiere a años 60 y 70 y se ciñe a la realidad de la época.

Además de esta ópera, ¿qué destacaría de la temporada?

Además de esta coproducción lírica con el Festival austríaco del Tirol, tenemos otras producciones teatrales como Los enamorados, de Carlo Gordoni, que reúne a un elenco de intérpretes vascos, de gente estupenda que hemos seleccionado en audiciones. Me apetecía producir una obra clásica con gente de aquí. Además, se estrenará El crédito y Los hijos de Kennedy. También intentaremos optimizar lo que ya tenemos, por ejemplo, en el apartado lírico la temporada incluye la reposición de la producción del Arriaga y BBK El dúo de la africana que se estrenó en 2011. Seguiremos contando con los Cuartitos del Arriaga, que son como nuestra sala alternativa. Hay cosas fantásticas, en danza, en teatro, en conciertos… Vamos a hacer también por primera vez un espectáculo de visitas guiadas con atores y actrices, que va a ser sumamente divertido. Creo que va a ser una temporada que va a valer la pena.

Y las producciones del Arriaga, ¿viajarán fuera el próximo curso?

Por supuesto. A Buenos Aires llevaremos La corte del faraón, a Montecarlo, Il mundo de la luna, al festival del Tirol, la ópera El Juez… Y en el estado, estaremos en Sevilla, en Madrid… La marca Arriaga y Bilbao salen fuera y eso me parece excepcional.

¿Ha tenido que renunciar el Arriaga a muchos proyectos artísticos por la crisis?

Siempre hay cosas que se quedan en el tintero, pero, hoy por hoy, me ilusiona el proyecto del Arriaga. Si no me ilusionara, no estaría aquí, me marcharía. Tienes la ilusión de que lo que no has podido hacer esta temporada, lo puedes hacer en la siguiente. Ahora, ya estamos calentándonos la cabeza con la del 2014-2015.

Ha hecho cinco años al frente del Arriaga. ¿De qué se siente más orgulloso?

De haber conectado con mucha gente profesional de aquí, de Bilbao y del País vasco, gente con mucho talento que ahora forma parte del equipo de esta casa. Además, tengo la sensación de que el público de Bilbao nos apoya.

¿Se siente reconocido?

Sí, pero, sobre todo, y lo que es más importante, querido.

¿Cómo compagina la labor de director artístico del Arriaga con sus otros proyectos?

Siempre he pedido en todos los teatros que he dirigido tener una cierta libertad para poder dirigir fuera. Obviamente, también dirijo aquí, pero el alcalde, Iñaki Azkuna, desde el momento en que me llamó, me dio esa libertad. Gracias a eso dije que sí, el proyecto me provocaba pero yo quería tener la libertad de seguir haciendo cosas en el escenario.

¿Sigue viviendo entre Bilbao y Oviedo?

No, ahora vivo entre Bilbao y el mundo. Antes vivía en un hotel aquí, pero ahora ya tengo mi piso. Realmente, aquí tengo mi trabajo, mis amigos… Me encanta la ciudad. Voy cuando puedo a mi tierra, pero cada vez tengo menos tiempo.