María Luján Mirabelli se cuenta entre las artistas líricas más reconocidas de la Argentina y los escenarios latinoamericanos, y ha ganado su lugar gracias a una combinación de talento, estudio, trabajo y compromiso que se ponen de manifiesto cada vez que encarna a uno de los personajes que integran su nutrido repertorio.
Es de esas cantantes que sirven al Arte antes que servirse de él, y por ello verla en escena es siempre garantía de calidad.
Formada en Buenos Aires y alumna en Italia de la recordada mezzo Franca Mattiucci, tuvo desde el comienzo una destacadísima participación en los muchos concursos en los que compitió, logrando ser reconocida por figuras de la talla de Joan Sutherland y Alfredo Kraus quienes la premiaron en su oportunidad, como la mejor intérprete de Bel Canto.
A lo largo de su carrera se presentó en el Teatro Colón de Buenos Aires (aplaudidísima Eboli del Don Carlos verdiano, entre otros roles); el Teatro Argentino de La Plata (con Azucena, Adalgisa, Margarita de Condenación de Fausto de Berlioz; Santuzza, por citar algunos papeles); el Teatro El Círculo de Rosario (donde recibió elogiosas críticas por su Amneris y su Adalgisa); el Teatro Avenida de Buenos Aires (que aplaudió en varias temporadas y producciones su Carmen, su Maffio Orsini, y su Amneris); los más reconocidos Auditorios de Concierto del país y en las salas mayores de Uruguay, Chile, Costa Rica, Brasil y Perú, donde aparece con asiduidad y donde este año volverá a encarnar a Amneris, cantando junto a las más reconocidas figuras y bajo las batutas de los Maestros de las más importantes orquestas.
Artista de una gran sensibilidad, tuvo el tino de escoger un repertorio afín a sus medios y en el que puede dar lo mejor de si, desde los roles del Bel Canto como Maffio Orsini, Elizabetta, o Jane Seymour que escribiera Donizetti para sus óperas y la Adalgisa de la Norma belliniana; pasando por los grandes roles verdianos como Azucena, Amneris, Eboli o la Santuzza del verista Mascagni; hasta los sutiles papeles del repertorio francés en los que se destacaron su Carmen, su Margarita y su Dalila.
Conversar con la Mirabelli es siempre un deleite y aquí va el testimonio de esa charla
Operaworld:- Verdi es un autor frecuentado asiduamente por Ud. ¿Cómo se siente encarnando sus roles?
María Luján Mirabelli: -Feliz y plena diría!!!!! Canto verismo, opera francesa pero, para mi, como Verdi no hay.
Es toda una sumatoria, todo esta escrito, nada esta librado al azar. Es MUY difícil pero casi diría que es cómodo porque es perfecto.
Soy muy fanática de Verdi y es muy difícil tal vez por eso ser objetiva.
Digo fanática por cuanto también hay operas verdianas en las que no hay un rol protagónico de mezzo, sin embargo las escucho y con enorme placer como público!!!!!
Operaworld: -¿Cuáles son las características principales del estilo verdiano y qué exigencias le presenta al cantante? ¿Cuáles son las diferencias con otros autores de su repertorio?
MLM: -Como te decía antes, Verdi es MUY difícil en cuanto a que exige tener, si o si, una técnica muy sólida para poder cantarlo.
Hay grandes lineas de legato, hay staccato, hay grandes lineas románticas y grandes caballetas heroicas, fortissimos y pianissimos sutiles…
En lo vocal te pasea por todo el registro, requiere de gran expresividad y de todas las cualidades propias de un cantante profesional de nivel alto, y todo en un mismo rol!!!!!!!!!
En el verismo por ejemplo, con una buena expresividad y carácter se puede «zafar» si hay alguna zona del registro que no esta del todo perfecta o pareja, lo mismo que en la opera contemporánea, con una voz grande y sonora, musicalidad para aprender la dificultad musical y creando un personaje salís airoso. En Verdi y en el belcanto no. En Verdi y en sus antecesores como Donizetti y Bellini … HAY QUE CANTAR DE VERDAD!!!!!
Operaworld: – Este año volverá a encarnar a Amneris ¿Cómo se siente y cómo siente a este rol? ¿Evolucionó su mirada sobre el mismo al interpretarlo tantas veces?
MLM: -Amneris es un rol muy especial para mi por muchos motivos: fue mi primer Verdi, fue el rol que determino que yo «aceptara» que puedo ser una mezzo verdiana, es sin dudas al que mas amo, el que mas he cantado y satisfacciones me ha dado, y, a pesar de que todavía no lo he cantado en el Teatro Colón, es mi sueño poder hacerlo algún día!!!!
Pienso que Amneris, según mi punto de vista, tiene muchas coincidencias con mi verdadero carácter de mujer apasionada y decidida a conseguir lo que quiere cueste lo que cueste, aun si algo no sale como esperaba!!!!
Muchos dicen «que mala es Amneris» y yo siempre respondo: Verdi colocó su Aida en el periodo de esplendor del imperio Egipcio, la magnificencia musical del segundo acto lo indica, mas allá de que tantos registas quieran desplazarlo a otro tiempo y espacio, hay que escuchar la música!!!!!!!!
El Faraón era más que un simple rey en cualquier otra cultura y por ende su hija no era una princesa más!!!! FIGLIA DEI FARAONI!!!!! le escupe en la cara a Aida cuando le dice que ella también es una princesa!!!
Sus deseos cumplidos, sus caprichos saciados en todos los aspectos!!! No conoce un NO como respuesta desde que nació. Cómo puede reaccionar frente a un hombre del cual se enamora, al cual el propio faraón entrega como esposa y el prefiere morir porque ama a otra y no quiere quedarse con ella???????? Seguramente Amneris grita desde sus entrañas «TRADITOR» cuando lo encuentra confabulando con Amonasro y Aida aun sin siquiera pensar el horror que le produce lo que ve.
María Lujan en esa situación lo haría matar directamente en ese instante!!!!!!!!! ja,ja,ja,ja!!!! Pero hasta ahora no he hecho ejecutar a ningún tenor!!!!!! Trato cada vez que la hago encontrar nuevos colores y modos de decir y siempre se logra, hay fraseos muy interesantes, textos fascinantes y ademas soy una trabajadora incansable en lo vocal, me obsesiona conseguir lo que adoro escuchar en otros cantantes: el registro parejo, un canto pleno y rico en colores. Siempre me grabo para escucharme y corregirme y hago un trabajo de laboratorio nota por nota en ciertos pasajes como si nunca hubiera cantado la opera. Creo que es la única manera de mantener el espíritu del arte vivo y encendido, sobre todo en una carrera como la mía. Quiero decir: yo no soy una gran artista internacional famosa que cobra cifras siderales de cachet y que baja de un avión y sube a otro continuamente. Hay tiempos de buenas rachas en que suceden seguidillas interesantes, pero nunca es como para no tener tiempo de preparar minuciosamente cada presentación. Mi estilo es trabajar, tener el placer de haber llegado a un lugar, grande o pequeño pero el que conseguí solo y exclusivamente con mi esfuerzo y el reconocimiento de personas que me han dado oportunidades en su momento reconociendo mi trabajo. Un rol puede quedarme mejor que otro , más o menos cómodo, más o menos hecho, pero cada vez que subo al escenario tengo la tranquilidad que da la seguridad que se consigue solo con trabajo. Uno se «relaja» y puede disfrutar y entregarse al servicio de cada rol y recibir el enorme placer de los comentarios del publico que agradece con su aplauso fervoroso.
Operaworld: – ¿Cómo ve el panorama lírico en la Argentina hoy por hoy?
MLM: -Por la parte que es el «OFF Colón» muy bien. Hay diversas compañías que ofrecen interesantes espectáculos y se alternan artistas ya conocidos con los jóvenes que tienen la oportunidad de hacer experiencia, cosa que en esta carrera es fundamental. Pero en los teatros oficiales todo es muy difícil. En parte por la crisis mundial y en parte por nuestro problema particular de corrupción descarada en todos los aspectos de la política desde hace mucho tiempo. Vengo de pasear por Europa, donde en los Entes Líricos se ven los grandes nombres, pero en los teatros de provincia trabajan exclusivamente artistas locales, lo cual ocasiona obviamente menos gasto.
En el Colon cada temporada tiene menos títulos y eso da muy pocas oportunidades, salvo raras excepciones, para los artistas nacionales que, creo, tenemos también derechos sobre nuestro amado teatro!!!!
En el Teatro Argentino de La Plata hay un caos…..la verdad es que me entristece la situación en la que estamos, cada día mas lejos del nivel que algún día tuvimos y no se ven, al menos a corto plazo, posibilidad ni voluntades de cambios.
Como siempre dije, lo que pasa en cada medio en particular es el fiel reflejo de lo que pasa en nuestro país en general.
Operaworld- ¿No sintió la tentación de dejar el país y hacer de Europa el centro de sus operaciones?
MML: -Si, de hecho viví mas de un año en Italia, me fui a estudiar. Tuve la fortuna de encontrar a Franca Mattiucci, de que me enseñara tantas cosas; gané concursos, algunos importantes como el Viotti de Vercelli, que me dieron la oportunidad de mis primeros conciertos en Italia y de varias audiciones en las cuales me fue muy bien.
Extrañaba mucho a mi familia, mi casa, no tuve la valentía de sobrellevar circunstancias adversas de algunos momentos y me volví.
En esa temporada en que el Mtro. Veltri fue director del Teatro Colón, audicioné y me dio mi primera oportunidad.
Eran otras épocas. El teatro Colon era todavía una maravilla en comparación de lo que es ahora. Canté muchas cosas importantes dentro y fuera de él y me encontraba feliz y completa de estar «en casa» y haciendo lo que amo.
Mi error radicó en no ser mas «ambiciosa» y no prever lo que podía pasar más adelante con nuestro país……la decadencia nunca es deseada y si un vidente me hubiera dicho que el Colón llegaría a ciertos extremos en los que ha caído tampoco lo hubiera creído!!!! Ahora es tarde. Por encima de los 40 ya es imposible… uno ya es considerado viejo, con tanto joven talentoso que se larga sin haberse terminado de preparar, con total audacia……
De todas formas no me arrepiento de nada. Podría dar por concluida mi carrera mañana y estaría muy feliz y orgullosa de mi trabajo.
Operaworld: – En su carrera se verificó una evolución desde roles del Bel Canto hacia el repertorio verdiano, el verista y algunos roles franceses ¿Considera que ese camino estilístico es beneficioso? ¿Ha sido una elección u obra del azar?
MML: -Considero que para que una voz se mantenga fresca y sana por muchos años es el único camino correcto. No se aprende a cantar con Verdi o Puccini. Se aprende con Donizetti y Bellini, que obligan a apoyar, y eso es la base fundamental del canto.
No es que sean compositores fáciles ni mucho menos!!!! Es una instrumentación mas elemental que no lo lleva a uno a esfuerzos extras por «superar» una orquesta más densa como en compositores posteriores; los argumentos incluso son más elementales y livianos y en ellos uno no se «desboca» fácilmente. Es un masaje a la voz. Si esta se desarrolla y crece con el tiempo se puede ir incursionando en otro tipo de repertorio.
En mi caso no fue casualidad, creo que mas bien causalidad.
En el teatro Colón casi nunca se programa Bellini o Donizetti salvo Lucia, Norma, Elixir, Don Pasquale y unas pocas mas.
Yo, gracias a Adeleaida Negri, a quien estaré eternamente agradecida, pude experimentar cantar muchos títulos del Bel Canto y, además, a su lado.
Pero hay que ver «las conveniencias» y así es como, después de cantar esos compositores, me convencen probar otros, ya con la madurez vocal, técnica y física propia de la edad… mas cercana a los 40 que a los 30 años!!!!
Siempre digo: hay títulos para los que hace falta una determinada madurez que solo el tiempo vivido puede darte. Hay interpretaciones necesarias para determinados roles que un joven no puede de ninguna manera afrontar!!!!
Bueno, en resumen probé, me salio bien y un Verdi trajo a otro hasta que la temporada pasada cumplí el ciclo de todos los protagónicos verdianos que una mezzo puede cantar: Amneris, Eboli, Requiem, Azucena y Preziosilla en el orden en que el destino me llevó…..
Operaworld: -¿Cuáles son los planes a futuro en la carrera de María Luján Mirabelli?
MLM: -No me detuve a pensar cómo me veré dentro de 10 años!!!!
¡Quiero cantar, por supuesto! Yo empecé a los 19 años en el Coro estable del Teatro Colón, del cual acabo de retirarme; a los 29 años canté en su sala por primera vez como solista y hoy tengo 45 y ,a pesar de tanto cantar, mi voz está absolutamente entera…
Creo que tengo muchos Verdi, muchas Santuzzas, Carmenes, Dalilas, etc. acá en Argentina y/o en mi circuito habitual latinoamericano.
Me queda una cuenta pendiente como mezzosoprano y como italiana de origen calabrés: cantar «la Principessa Bouillon» de Adriana Lecouvreur de Cilea, que me parece un rol maravilloso.
Por otra parte, por tanta insistencia, tome algunos alumnos como para comenzar a «devolver» de alguna manera tanta generosidad que he recibido yo de parte de mis maestros, creo que tenemos muchos jóvenes talentosos que necesitan ayuda de los que venimos transitando ya un largo camino y que necesitan que les transmitamos la experiencia.
por el Prof. Christian Lauria