En el encuentro que tuvimos con la reconocida soprano búlgara Krassimira Stoyanova, nos habló sobre de sus inicios, sus proyectos, pasando por su visión de los papeles y su interés por el teatro de calidad, así como su orgullo que siente por la tradición musical búlgara. Su larga y prolífica carrera como soprano presentándose en los mejores teatros y salas de concierto bajo la dirección de importantes directores de escena y de música no requieren de mayor introducción.
Krassimira, antes de ser cantante tu formación musical te la dio el estudio del violín. Como es sabido el violín sería algo así como ‘la soprano en la familia de los instrumentos de cuerdas. En tu experiencia ¿Qué relación encuentras entre este instrumento y el canto?
Yo estoy segura que se puede encontrar una relación entre el violín y la voz humana, especialmente, como señalas, con la de una soprano, quizás por el tipo de sonoridad, de frecuencias y por la tesitura. Personalmente adoro el violín porque creo que el conocimiento de este instrumento es lo que le dio un gran desarrollo a mi voz.
¿Cómo y porque se dio tu acercamiento al canto?
Desde mi infancia sentía y sabía que instintivamente poseía una voz lirica. No sé por qué, pero cuando cantaba desde niña, lo hacía siempre pensando en la impostación lirica de la voz imitando a los cantantes de ópera con mucho entusiasmo. Aunque debo decir que a mis vecinos esto no les caía bien porque me consideraban que era muy ruidosa.
¿Qué descubriste el repertorio de soprano lirica? ¿Podrías hablarnos de tus primeros pasos?
Debo decir que mi padre fue la persona que me abrió las puertas al arte y a la música. El adoraba la música sinfónica, y su instrumento favorito era el violín; además, tenía una esplendida voz de tenor y junto a mi hermana cantábamos juntos con mucha frecuencia. Teniendo este ejemplo es como fui progresando en mi exploración del mundo de la música. Después, cuando cumplí diecisiete fui con una profesora de canto para que escuchara mi voz. Su reacción fue eufórica y me dijo que yo era una soprano de coloratura con unos agudos fantásticos que debía comenzar a estudiar canto inmediatamente, pero yo no estaba dispuesta a dejar el violín. Pero con el paso del tiempo y estando en la universidad fue cuando comencé también a estudiar canto.
Tu repertorio abarca sobretodo Mozart (prácticamente todos sus papeles para soprano) y Verdi, aunque también Puccini, Meyerbeer, Bizet, Donizetti, Leoncavallo, Gounod, Strauss, Tchaikovski. ¿Cuáles son los compositores que privilegias y porque razón? Además ¿prefieres los papeles cómicos o los dramáticos?
Cuanto ya con un repertorio de más de cuarenta papeles, y lo más importante para mi es que la parte se adapte bien a mi voz. No puedo aceptar algo que sería arriesgado o que pudiera arruinar mi voz, por ello, antes de dedicarme a un papel nuevo lo primero que hago es leer atentamente la partitura para saber si es un papel que puedo cantar.
Escuchándote cantar dos papeles tan diversos como Liù y Norina, parecería que fueron escritos para tu voz. ¿Cuáles consideras que son las diferencias y las dificultades técnicas para interpretar dos estilos vocales tan diferentes? Sin profundizar mucho en detalles técnicos lo podrías explicar fácilmente para los lectores?
Cada papel tienes sus propias dificultades y requiere de diferentes capacidades que se deben estudiar profundamente: cada nota, cada fiato o cada frase. Así es como se construye un personaje, y lo hace uno suyo.
¿La primera vez que interpretaste un papel principal que emociones, encuentros, miedos, presagios, o alegrías sentiste?
Cada debut implica un proceso largo y analítico. Aun cuando se debe preparar un papel muy rápido y con poco tiempo, después es necesario dedicarle un periodo para metabolizarlo y madurarlo. Yo me siento verdaderamente a mis anchas con un nuevo personaje, después de haberlo interpretado en por lo menos seis o siete funciones, y después de dedicarle mucho trabajo y búsqueda.
¿Cuántos has aprendido y que representa para ti la gran tradición de voces búlgaras como Ghiaurov, Kabaivanska, Tomowa-Sintow, Dimitrova etc?
Puedo decir que me siento muy orgullosa de nuestra escuela de canto ¡la escuela búlgara!. Siendo de un país tan pequeño tenemos una cantidad muy grande cantantes liricos. Es en verdad increíble, y además de los nombres que ya citaste yo podría agregar por lo menos diez más la lista. Nuestras voces tienen un color particular que es inmediatamente reconocible.
¿Qué piensas de las puestas en escena de una manera “moderna” que frecuentemente parecen crear una fractura con el texto musical en vez complementarlo? ¿Te has encontrado en una situación asi?
En la actualidad es difícil encontrarse con un director de escena que posee un verdadero conocimiento del campo de la lirica. Son pocos en realidad. Yo soy partidaria del teatro fuerte, profundo y significativo, también en el ámbito operístico. Para mí todo debe tener un sentido, pero frecuentemente, o al menos en Europa, se ven puestas en escena que están mal hechas o que son verdaderamente feas.
¿Cómo ves hoy en día la enseñanza del canto en Europa y en el resto del mundo? ¿Es verdad, como muchos afirman, que la vieja escuela de canto se ha perdido un poco?
Sí, estoy de acuerdo con eso. Muchos cantantes piensan que no es necesario desarrollar la técnica ni la voz. También es cierto que ahora es mucho más difícil encontrar un profesor de canto con quien se pueda estudiar cómo se hacía hace algunos años.
Háblanos un poco sobre tus proyectos más secretos, viendo un poco hacia el futuro.
¡Tengo aun tantas cosas por hacer! Después de haber debutado Aida en septiembre del 2015, tengo un nuevo disco de arias por hacer, así como Die Liebe der Danae de Richard Strauss, muchos conciertos, y después vendrá La Forza del Destino, Lucrezia Borgia etc.
Finalmente, ¿Qué consejo les darías a los jóvenes que quieren enfrentarse hoy al teatro musical?
Primero, que cada uno debe recorrer su propio camino y de ir lentamente para llegar lejos, o con la expresión en italiano: chi va piano, va sano e lontano.
Krassimira muchas gracias por tus palabras y el tiempo que nos diste para hacer esta entrevista.
Te agradezco yo y te deseo lo mejor a ti y a tus lectores.
Ramón Jacques