Entrevista a Leo Nucci. La Opinión de A Coruña. Manuel Varela

Leo Nucci, barítono que interpretará a ‘La Traviata’ a las 20.00 en el Palacio de la Ópera

´Esa locura llamada ópera es un mundo que abarca todos los aspectos del arte´

«La ópera debe ser vista como la educación. Tiene un coste muy alto, pero este se puede justificar por su aspecto cultural. Una ciudad con la historia de A Coruña necesita a la cultura, sin ella, el mundo termina»

Manuel Varela A Coruña 04.09.2014 | 16:40

 

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El barítono Leo Nucci, en su camerino del Palacio de la Ópera.13fotos

Han pasado 41 años desde que Leo Nucci llegó por primera vez a A Coruña para ofrecer su primer concierto en la Península, aunque en cada palabra que pronuncia sigue desprendiendo ilusión y admiración por su profesión. El italiano acompañará a las 20.00 horas a Elena Mosuc y Celso Albelo en el estreno de La Traviata, en un Palacio de la Ópera que lucirá lleno para el comienzo de la Temporada Lírica.

–¿Qué recuerda de aquel primer concierto?

–Puede imaginar que cambiaron muchas cosas (risas). El teatro era el Colón, pero lo que no cambia es el calor del público. Y, por supuesto, la comida. Me encanta el pulpo gallego y el pimiento de padrón. Recomiendo siempre la comida gallega, incluso el año pasado estando en Sevilla fui a un restaurante gallego.

–¿Cómo se prepara para el estreno de esta noche?

–Lo importante es cuidarse con el frío. La emoción llega dos o tres horas de la función, justo antes de salir del hotel ya entra la tensión y la concentración, la responsabilidad que tiene uno.

–Le espera un teatro lleno.

–Como si solo hay dos personas entre el público. Se abre el telón y no pienso en más. Hay cantantes que suben al escenario pensando en hacer un éxito, no piensan en el papel que están interpretando. Quiero darlo todo al público, pero hay que entender antes al personaje. Y no es por romanticismo.

–Pero sí parece una visión romántica de la carrera.

–No me interesa la carrera, empecé a estudiar la música a los nueve años y el canto a los quince, igual que mi esposa. Siempre hemos cantado por el placer de hacer canto clásico. Es un mundo para vibrar. Conozco a muchos chicos que cantaron boleros u otros géneros, pero volver al clásico es magia para ellos. Cuántas veces habré cantado La Traviata y, sin embargo, cada vez descubro algo nuevo.

–Nunca apuró los tiempos durante su profesión, ¿es la clave para alcanzar su edad manteniéndose en plena forma?

–Hoy es más fácil cansarse que antes, pero sigo haciendo deporte y, sobre todo, estudio. La ópera es un estudio, y eso me hace ver que tener este trabajo es un privilegio. Sigo en forma por ello, porque disfruto de este privilegio y canto por este placer. Aunque como mi hija y esposa saben, lo dejaré cuando la forma empiece a bajar. ¿Por qué? Por el respeto al público y por tu historia.

–Hasta ahora ya interpretó al Rigoletto más de 500 veces.

–Ahora son 505 en funciones regular, porque excluyo el resto. Con 72 años, lo habré cantado unas dos mil veces (sonríe).

–¿Y a Giorgio Germont en La Traviata?

–Creo que más de 300. Pero lo interesante es que, como ópera, puedo decir que La Traviata es mi favorita. Es una ópera atemporal, de una humanidad y dureza increíble. Hoy, con las mujeres aún pasan las mismas cosas. Es un momento de teatro indescriptible. El dúo de teatro entre Germont y Violetta, en la primera escena del segundo acto, dura 25 minutos. No existe algo así en ninguna ópera, con esa intensidad dramatúrgica. Es un drama de teatro con acompañamiento musical. Teatro verdadero. Yo soy cantante, la voz es importantísima, pero a mi me encanta el teatro. Verdi es puro teatro.

–No le gusta su personaje y Albelo odia el de Alfonso. ¿Tanto hacen sufrir a Violetta?

–Es como cuando, hoy en día, una mujer pide trabajo y el patrón le contesta que cena con él. Eso es La Traviata, fíjese qué moderna es. El padre de Alfredo Germont va a ella y le dice: ´Eres una puta, no puedes salir con mi hijo porque es un santo´. Ella es una dama y su hijo es un imbécil.

–¿Por qué cree que La Traviata es más conocida que la novela en que se inspira, La dama de las camelias, de Dumas?

–Porque la ópera tiene la música. El dúo entre Germont y Violetta es más o menos lo mismo al de la novela. Pero la ópera tiene eso. La gente conoce más al Otello de Verdi que al Otelo de Shakespeare. El teatro de ópera lo tiene todo: música, baile, pintura… Esa locura que se llama ópera es un mundo que abarca todos los aspectos de arte. No existe un espectáculo tan completo.

–¿Qué le parecen la adaptación que se verá esta noche?

–A mí me gusta (hace un gesto de fascinación). El teatro de ópera es un sueño, no podemos asistir a lo que se ve en la televisión o en el día a día. Y el vestuario, inspirado en El Gatopardo, es espectacular. Es un drama universal, puede verse con esos vestidos, pero la conexión con la actualidad es obvia. No es necesario poner el vestuario o el decorado actual, ya se percibe.

–¿Ha visto versiones de La Traviata más modernas?

–Un director de escena que ganó un Oscar se encargó el año pasado del estreno de la temporada en Nápoles. Se le ocurrió que Giorgio podía ser el amante de Violetta. No sabe nada de música ni de ópera.

–¿Cómo ve la creación de la Temporada Lírica en A Coruña?

–Espero que vaya bien, porque también en Italia está siendo un desastre. La ópera tiene un coste muy alto. Debemos mirar a la ópera como a la educación. Nació para los nobles, pero eso ha cambiado y los costes se pueden justificar por su aspecto cultural. Una ciudad con historia como A Coruña necesita a la cultura, sin ella, el mundo termina.

 

La Opinión A Coruña